¿Qué fue 1968? ¿Está vigente?. Carlos Fuentes vive su mayo del 68 en París. Después se traslada a Praga, tras la invasión del ejercito soviético y los sucesos de la plaza de Tlatelolco, en su México natal, no le son ajenos. En París, Fuentes y en el 68, comulga y se hace uno (y muchos, […]
¿Qué fue 1968? ¿Está vigente?. Carlos Fuentes vive su mayo del 68 en París. Después se traslada a Praga, tras la invasión del ejercito soviético y los sucesos de la plaza de Tlatelolco, en su México natal, no le son ajenos.
En París, Fuentes y en el 68, comulga y se hace uno (y muchos, con ellos, porque es uno de ellos) contestando a la sociedad inerte, burguesa en valores y respuestas dadas -incluidos los comunistas y sindicalistas con mentalidad de estatus quo-, sintiendo que esa sociedad se transforma y revuelve, cambiando, y rehaciéndose revolucionaria. Frente a una vida bla, bla, progre, contradictoria con vivir en revolución, en pensar en cómo vivir y vivir pensando libremente, dado que no existen catecismos, Fuentes siente el levantar los adoquines (después el capitalismo urbanizador asfaltó hasta los railes de los tranvias), buscando la unidad estudiantes-trabajadores en pos de la huelga general, arrebatando al consumismo el liderazgo del quéhacer para sustituirlo por un hacer para todos, con todos.
Con la amargura de la revolución traicionada, aplastada -aunque con un reforzamiento de la conciencia y de la extensión cuantitativa de los alter- el salto tanto literario, como de fecha de la redacción, que da en el texto dedicado a Praga (que se podía titular con el nombre del escritor Kundera) ya es una confirmación a posteriori de la necedad del poder, en este caso, soviético, como de las posiciones distantes del autor a cualquier idealismo justificador de ahormar opresivamente a la sociedad.
Por fín, los sucesos de México, en la víspera de las Olimpiadas, sin ningún boicot a pesar de la matanza conocida por todo el mundo, es un cadáverico retrato de una hazaña del régimen democrático priista aniquilador de una generación que pensaba que los valores literarios de justicia y libertad tenían que ser puestos en concordancia con la realidad.
Los 68 es un libro que da un grito advirtiendo que la revolución, el poner nuestra conciencia y hábitos, patas arriba, es posible. Es fácil. Es dificil. Más, si sólo hacemos lo de siempre. La edición incluye una selección de affiches de ese año hechos para los tres escenarios.
«Los 68» de Carlos Fuentes
Ed Debate