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Los anillos de Lula

Fuentes: Rebelión

En la 28 cumbre del MERCOSUR (Asunción, 22-06-05), Chile propuso construir un «anillo energético», que abastezca de gas a la región. El proyecto debía iniciarse en Camisea (sur del Perú), conectarse con el norte chileno, cruzar a la Argentina y llegar a Brasil, Paraguay y Uruguay. La propuesta calificada de «magnífica» por el presidente Toledo, […]

En la 28 cumbre del MERCOSUR (Asunción, 22-06-05), Chile propuso construir un «anillo energético», que abastezca de gas a la región. El proyecto debía iniciarse en Camisea (sur del Perú), conectarse con el norte chileno, cruzar a la Argentina y llegar a Brasil, Paraguay y Uruguay. La propuesta calificada de «magnífica» por el presidente Toledo, era más absurda que rascacielos en el aire, ya que tenía todo menos gas, debido a que, de los 12 TCF que tiene Camisea, la mitad irá a Lima, así como a cumplir acuerdos iniciales de exportación a México, sin considerar la demanda de otras ciudades del Perú.

La iniciativa hizo que el ingenuo (¿ingenuo?) empresario de Cochabamba, Oscar Bakir, dijera que los países del MERCOSUR tienen todo el derecho de ejecutar el proyecto sin nosotros y que seríamos excluidos de un futuro «anillo» vial. El Presidente de YPFB en ese momento, Carlos D`Arlach, quien trabajó 23 años en la Occidental Petroleum, advirtió que, «mientras más demoremos en entrar al anillo las posibilidades de ser excluidos aumentan». Raúl Kieffer, de la Halliburton, indicó que Bolivia debía recuperar la confianza de sus vecinos, pero que, hoy por hoy, ya fuimos excluidos. Los cimientos del proyecto están en las reservas bolivianas, las que, por decisión de las transnacionales y Petrobrás, tienen que ser exportadas sin valor agregado. Ni siquiera el ofrecimiento de vender a Chile termoelectricidad pudo concretarse, pese a que las termoeléctricas del norte chileno (financiadas por transnacionales), están casi paralizadas por falta de materia prima o usan carbón o diesel altamente contaminantes. Por esta razón, «El Mercurio» pide que Bolivia venda a Chile gas natural y no termoelectricidad. Por nuestra parte, pensamos que el país debe alimentar el «anillo» con el 50 % de su producción, pero a condición de que el otro 50% sea convertido dentro del país en fertilizantes, diesel, GLP, plásticos y termoelectricidad para la exportación.

La resistencia nacional, manifestada en la victoriosa insurrección contra Sánchez de Lozada del 17-X-03, en el referéndum del 18-07-05 (pese a sus restricciones), en el triunfo electoral de Evo, del 18-XII-05, y en la tercera nacionalización, de 1-05-06, ha sido arrinconada con la llegada de Lula a La Paz en diciembre pasado, quien recalcó que las inversiones de Petrobrás resolverán el suministro de gas a Brasil, Argentina y Chile. El ente brasileño abastecerá el mercado interno a precios internacionales (subvencionados por el Estado) y entrabará el abastecimiento de gas a la siderúrgica del Mutún, en manos de Jindall, de la India, que deberá pagar por el energético sólo el 50 % del precio de exportación. Lo anterior demuestra que el «anillo energético» comenzará a funcionar.

Lula llegó a La Paz con Michael Bachellet, con quien se concretó la participación de Bolivia en la carretera Santos-Arica. Al mismo tiempo, el MAS renunció a nacionalizar la red occidental de ferrocarriles, que permitió a empresas de Chile y EEUU levantar las rieles de tramos del altiplano boliviano, las que serían rehabilitadas a fin de exportar más minerales, en beneficio foráneo, también sin valor agregado. Así el mandatario brasileño se convertirá en el «señor de los anillos» energético y vial del Cono Sur.

Brasil hizo fracasar el «gasoducto del Sur» planteado por Venezuela, que amenazaba el liderazgo regional de Lula, quien prefirió un acuerdo con Bush sobre bio combustibles (o necro combustibles). Evo aceptó las condiciones de su hermano mayor (así llama a Lula) a cambio de su apoyo en su pugna con los departamentos que exigen regímenes autonómicos a ultranza.