Si fuera una crítica honesta no cabe duda que el artículo de Arturito, merecía un mejor destino inútil para el pueblo, pero no, para la derecha transnacionalizada, que junto a estos despistados, deben estar batiendo palmas, por los desatinos y nefastos errores de los gobiernos que hasta el presente, el único error cometido es de […]
Si fuera una crítica honesta no cabe duda que el artículo de Arturito, merecía un mejor destino inútil para el pueblo, pero no, para la derecha transnacionalizada, que junto a estos despistados, deben estar batiendo palmas, por los desatinos y nefastos errores de los gobiernos que hasta el presente, el único error cometido es de haber actuado con honestidad y procurar el bien vivir de los pueblos.
Nosotros tampoco somos inocentes y no nos van a hacer tragar la carga colonial de sus discursos cargados de un ciego odio por los pueblos, es un rencor profundo, salvaje el que destilan sus pensamientos. En síntesis, todo está mal, mejor hubiese sido dejar las cosas como en el pasado, con las transnacionales apropiándose de todo, con pueblos desbastados por luchas interculturales y subsumidos a las órdenes del imperio global.
No, eso les duele en el alma y sobretodo en sus bolsillos, en sus finanzas, que se les haya despojado de lo mucho que usurpaban con impavidez absoluta, pero donde más les duele es que los pueblos y comunidades indígenas, tomaran la dignidad arrebatada por la colonialidad de más de 500 años de opresión, explotación y genocidio de los pueblos indígenas.
En su vil sinvergüencería les desgarra saber que los derechos conquistados, no tienen vuelta atrás, no importa las batallas que nos hagan retroceder un poco, esa es la dimensión de la lucha emancipatoria, pero no le quepa duda alguna al Sr. Villanueva, que esta no solo es nacional sino mundial. Y, que a pesar de los tropiezos allá y aquí los pueblos construyen sus propias alternativas de liberación que sin duda, desencadenaran en la emancipación del mundo entero. O moriremos en el intento, junto a estos detractores, o mejor dicho, quintacolumnistas del imperio globalizado.
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