Las estrategias de supervivencia económica en los países desarrollados se inclinan por «todos ganan» o «yo gano y tu pierdes», mientras que en los países no desarrollados se adopta la estrategia «todos pierden» simplemente o con la variable «tu pierdes más que yo», sin embargo es necesario profundizar tanto en la calidad y cantidad de […]
Las estrategias de supervivencia económica en los países desarrollados se inclinan por «todos ganan» o «yo gano y tu pierdes», mientras que en los países no desarrollados se adopta la estrategia «todos pierden» simplemente o con la variable «tu pierdes más que yo», sin embargo es necesario profundizar tanto en la calidad y cantidad de las perdidas. Con este argumento analizaremos los incendios.
Acaba de desatarse un foco de incendio en el norte de La Paz y todavía hay otros focos incontrolables en el norte del Beni, no se conoce el origen pero algunos medios sugieren que podrían ser incendios provocados intencionalmente por campesinos sin tierra que podrían estar buscando tierras de colonización, ojala no fuera así, pero si así fuera, entonces la estrategia de motivación seria «yo campesino gano la tierra», sin embargo, la envergadura del problema tanto en superficie como en la debilidad institucional y técnica para el control del fuego, es una enorme perdida para todos los bolivianos.
A esta altura del problema, el campesino «incendiario» puede estar contento porque miles de hectáreas de bosque se han convertido en suelos desnudos «aptos para el cultivo», sin embargo esta estrategia «ganadora», no es tal por varias razones: primero porque el campesino tendrá acceso, solamente si los terratenientes benianos no se quedan con las tierras, segundo, aunque tuviera acceso a la tierra, su producción tradicional sobresaturaría el mercado haciendo que los precios de por si bajos, bajen aún mas, y esto por poco tiempo porque las cenizas que abonaron el terreno van desapareciendo dejando el suelo pobre. Tercero, porque no tendría el capital para el cultivo de productos comerciales o ganadería, aunque lo tuviera carece de la tecnología apropiada para ser rentable. Por estos motivos, las tierras pasan a «mejores» manos, así la estructura social y económica en el Beni se perpetuará.
Una estrategia «todos ganan» podría darse, si el campesino aprendiera a «cosechar el bosque», en particular el bosque tropical donde la naturaleza ha plantado una gran variedad de productos: comestibles, farmacéuticos, cosméticos, ornamentales, estratégicos (recursos genéticos) y otros; muchos desconocidos. Es posible cosechar en los bosques los «excedentes» de la naturaleza, por ejemplo, de los cientos de huevos que ponen los reptiles, solamente decenas prosperan. Además en los bosques amazónicos también se pueden cosechar frutos intangibles por el ecoturismo. Bajo esta perspectiva, el bosque en pie es mucho más rentable que cualquier cultivo en la amazonia boliviana.