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Los maestros: muy luchadores sociales, otros oportunistas

Fuentes: Rebelión

      1. Más de 20 mil profesores de escuelas primarias y secundarias, de distintos estados de la República (que llegan hasta 100 mil manifestantes en los días de marcha) están en plantón realizando manifestaciones, desde hace más de un mes, en la ciudad de México. Han estado allí casi todo el mes de […]

 

 

 

1. Más de 20 mil profesores de escuelas primarias y secundarias, de distintos estados de la República (que llegan hasta 100 mil manifestantes en los días de marcha) están en plantón realizando manifestaciones, desde hace más de un mes, en la ciudad de México. Han estado allí casi todo el mes de mayo, llevan junio y parece que estarán los siguientes meses. En su lucha contra las reformas privatizadoras de las pensiones ISSSTE han logrado unificar a trabajadores de la UNAM, de la UAM, del INAH, a los sindicalizados del gobierno del DF, etcétera. En los hechos sus luchas, junto a la de Oaxaca, son hoy la vanguardia del movimiento de oposición de izquierda nacional. Desafortunadamente no han logrado unir más fuerzas que serían definitivas, tales como los electricistas, los lópezobradoristas, los sindicatos del la UNT, los miembros de la Otra Campaña y grandes masas estudiantiles. Al parecer sólo así se puede triunfar.

 

2. El mes de mayo ya es el mes de lucha de los profesores más conscientes y honestos de México. Durante más 30 años esos profesores, en vez de alinearse con sus líderes gobiernistas para festejar con bailes, convivios, regalos, excursiones y discursos «su día» (15 de mayo) en espera de que el gobierno decrete el aumento salarial anual, cientos de miles de profesores de Oaxaca, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Zacatecas, Tlaxcala, Morelos, DF, Estado de México y de algunos estados más, se concentran en la Ciudad de México para exigir al gobierno y a sus dirigentes espurios que resuelvan adecuadamente los problemas de los trabajadores de la educación, pero también los del pueblo de México. No abandonan totalmente sus escuelas, porque encargan los grupos a los compañeros que no viajan, pero los que llegan al DF duermen en la calle bajo plásticos, realizan marchas y plantones y salen en brigadas de información.

 

3. Sólo en los estados antes nombrados la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) es mayoría y mantiene el poder sindical; en los otros 22 estados los líderes vendidos al gobierno, que son al mismo tiempo líderes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), con más de millón y medio de afiliados, hacen y deshacen a su antojo aprovechando todo el apoyo gubernamental del PAN y del PRI. Estos líderes gobiernistas, que desde 1943 han controlado a la enorme organización sindical, son los que se han encargado de corromper políticamente al magisterio otorgándoles a parientes, amigos y cercanos, ascenso, permisos, comisiones, préstamos, viviendas, etcétera, pasando por encima de los derechos de los demás. Pero también estos mismos dirigentes, en estrecho acuerdo con las autoridades educativas, bloquean cualquier renovación o cambio educativo que los saque de la rutina tradicional.

 

4. Cuando los sectores derechistas de manera maniquea han hablado del papel negativo que el sindicalismo ha jugado para frenar el avance educativo del país tocan un punto importante, pero no el esencial. El SNTE, dirigido por líderes espurios, ha contribuido a corromper el proceso educativo pero las determinaciones de las políticas educativas han sido dadas por los gobiernos de la República en cada sexenio desde la Secretaría de Educación Pública (SEP) Lo que ha sucedido es que ante la siempre incapacidad manifiesta de los distintos funcionarios de la SEP los dirigentes del SNTE han hecho lo que les ha venido gana. Por ejemplo: una de las medidas más funestas de los últimos 15 años fue la puesta en práctica por gobierno y líderes de la llamada «Carrera Magisterial» que sólo sirvió para que muchos maestros individualmente obtuvieran unos ingresos económicos más a cambio de abandonar las luchas sindicales colectivas.

 

5. Sin embargo, puede demostrase que no ha habido en la historia de México un sector más consciente y batallador que las decenas o cientos de miles de profesores de primaria y secundaria de la República. Los indígenas y campesinos han sostenido en diversos períodos importantes luchas; los obreros ferrocarrileros, electricistas, petroleros, mineros también han destacado en diversos momentos; los médicos, los colonos y los estudiantes han hecho su parte en las batallas contra la opresión; todos han luchado, pero los profesores, además que desde que se fundó CNTE en 1979 (hace casi 28 años) no han dejado de luchar en sus escuelas y en las calles, puede demostrarse que lo vienen haciendo desde los años treinta, cuando se fortalecieron como profesores de la escuela rural mexicana. Precisamente por eso en los años cuarenta se fundó el SNTE como un poderoso sindicato absolutamente controlado por los diferentes gobiernos y el partido oficial.

 

6. En los últimos días el gobierno de Calderón se ha dedicado a burlarse de la CNTE buscando cansarla y dividirla. Le ha cerrado las puertas en diferentes secretarías con el argumento en que «nada tienen que ver» y los dirigentes de los profesores, a pesar de su enorme experiencia, parecen caer en la trampa. Parecen olvidar que lo importante no son las «pláticas» con funcionarios que sólo dan largas a los asuntos, sino las movilizaciones y los bloqueos permanentes en centros neurálgicos, pero claro, para ello se necesitan concentraciones gigantescas que hagan imposible la represión. Da la impresión de que en lugar de 15 marchas de 50 mil personas, hay que hacer una de medio o un millón de personas con bloqueo total de instituciones por tres días. Al parecer si no hay acciones contundentes y determinantes los protestas de unos cuantos miles no sirven mucho; incluso se convierten en objeto de burla de la clase dominante.

 

7. El domingo 31 López Obrador tendrá una gran concentración que al parecer para nada servirá si no contribuye la fortalecer las luchas del CNTE, la de Oaxaca, la de la liberación inmediata de presos políticos. Ese tipo de actos masivos (no sectarios) son los que deben aprovecharse para unificar luchas y para imponer al gobierno obligaciones. No basta con que los oradores hablen en sus discursos de los problemas lo importante es realizar acciones concretas que obliguen a gobierno a resolver de inmediato los problemas. Hay que tomar y bloquear nuevamente el Paseo de Reforma, la avenida Juárez y la calle de Madero exigiendo que la Suprema Corte actúe con celeridad y justicia, que salgan de inmediato los presos políticos y que los gobernadores de Oaxaca y de Puebla dejen el poder. Al mismo tiempo impedir las llamadas reformas estructurales. Pero si AMLO sólo habla de elecciones, traiciones y no acuerda acciones concretas y unitarias todo será más de lo mismo.

 

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