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Los olvidados de Dios y el grito silenciado por las tormentas

Fuentes: Rebelión

«Entonces miró a todas partes y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Y al día siguiente salió yviendo a dos hebreos que reñían, le dijo al culpable: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre […]

«Entonces miró a todas partes y viendo que no había nadie, mató al egipcio y lo escondió en la arena. Y al día siguiente salió yviendo a dos hebreos que reñían, le dijo al culpable: ¿Por qué golpeas a tu prójimo? Y él respondió: ¿Quién te ha puesto a ti por príncipe y juez sobre nosotros? ¿Piensas matarme como mataste al egipcio? Entonces Moisés tuvo miedo y dijo: Ciertamente esto se ha descubierto.»-Éxodo 2:12 al 14.

«Exponer a los oprimidos la verdad de la situación, es abrirles el camino de la revolución». – León Trotsky. 

«Cuídate de los buenos que los malos ya están señalados» – Refrán Popular. 

 

Erotomanía es un desorden psicológico manifestado en aquellas personas que deliran por sentirse amados. El síndrome de protagonismo; es aquel en el que las personas coaccionan, para imponerse como el eje central; las personas que lo padecen, por lo regular caen en el egocentrismo. El mesianismo se manifiesta en las personas que se sienten elegidas por Dios. El síndrome de la carencia afectiva; a pesar de ser el más común en los seres humanos, a algunas personas en el extremismo las lleva a una personalidad bipolar. Según estadísticas; solo el 4.2% de la población mundial, manifiesta estos síndromes al mismo tiempo. Cuando todos estos trastornos emocionales y mentales se presentan en una persona con poder; pueden poner a una nación al borde de la extinción y México está representado por uno de ellos. Se hace extraño que ningún médico especialista, psicólogo o psiquiátrico, lo haya advertido de la conducta del supuesto mandatario mexicano.

México está viviendo la devastación producida por Manuel e Ingrid y sus gobiernos no pueden enfrentarlo, no estaban preparados para éste desastre. Muchos de hechos solo tenían un plan de acción: «comprar votos» para ser primer mandatarios o ediles. Pero nunca contaron con un proyecto de gobierno o de nación; nunca previeron que durante sus administraciones acontecerían este tipo de situaciones. Inclusive la federación al estar comprometida con quienes la llevaron al poder y la impusieron; repartieron todo el erario público de la nación en los pagos políticos. Perdonaron impuestos como el del Grupo Televisa ($3 mil 334 millones) o hicieron gastos absurdos como el Boeing 787 ($750 millones de dólares); y hasta desaparecieron las ganancias de la renta petrolera con la finalidad de poder justificas su deseo de privatizar los energético. Por lo que el fondo nacional para desastres naturales (FONDEN) es insuficiente para reconstruir los más de 23 estados de la república que se vieron afectados. Hoy hace mucha falta lo que la presidencia de la republica le repartió a sus aliados y es dudoso que estos devuelvan sus regalos.

Ante esa incapacidad de los tres niveles de gobierno para enfrentar la contingencia ambiental y buscando evitar que los pueblos se les vayan encima y los destronen; se les hace necesario ejecutar uno de los preceptos milenarios que a la letra dice: «política; es el arte de postergar una decisión hasta que deja de ser importante». Montando un espectáculo político donde a la población damnificada se le enclaustra en un mar de burocratismo, encuestas, reuniones y registros con la falsa promesa de que se les dará apoyo; para que recuperen sus viviendas, pertenecías y negocios, mientras las constructoras borran todo rastro de ellas sin autorización de los damnificados para que éstos no tengan pruebas con las que obliguen a las autoridades a resarcirles los daños. Restauranteros, ramaderos y pequeños comerciantes serán los principales afectados, pues a la mayoría no se les reubicará ni reconstruirán sus negocios. Solo les seguirán entregando migajas de $10 mil pesos para entretenerlo, dándoles falsas esperanzas, hasta que se enfaden de ir a pedir ayuda a los ayuntamientos y se levanten por sí solos de su desgracia. Es falso que estos gobiernos vayan a regalar electrodomésticos, muebles, casas y pequeños negocios; cuando mucho un 15% de la población afectada, pero su prioridad es solamente reconstruir la infraestructura y la imagen urbana.

Pero tú mi estimado lector; probablemente buscas culpables y si los hay, pero primero démosle orden cronológico a la catástrofe que hoy vive México. El día 13 de Septiembre (2013), ya se sabía del acercamiento de ambas tormentas a las costas del Golfo de México y el Océano Pacifico. Lamentablemente la presidencia de la republica estaba más ocupada en el desalojo del magisterio en el zócalo capitalino del DF. Para el día 14 de Septiembre; los fenómenos atmosféricos ya dejaban a los primeros municipios bajo el agua; lamentablemente la presidencia estaba más preocupada en llevar acarreados a la fiesta conmemorativa de la independencia mexicana. Al amanecer del 15 se Septiembre; las tormentas ya tenían bajo el agua a la mitad del país; pero el supuesto mandatario estaba más preocupado en dar el «grito» más silencioso en la historia de México. Pues la mitad de los mexicanos no lo vieron ni lo escucharon; buscando supervivencia, llorándole a sus muertos y a su pertenecías. Pero sobre todo por la falta de energía eléctrica que silencio los televisores.

Sin embargo; el 16 de Septiembre fue muy distinto; regreso la energía eléctrica y los televisores resucitaron para que el México hundido en las aguas, fuera testigo del desfile militar, rellenado con acarreados y familiares de los militares. Cuando a esas alturas; todos estos militares ya deberían de haber estado ejecutando el plan de emergencia para desastres naturales (DN-III-E). Pero lamentablemente al gobierno federal le interesaba más su legitimación; que proteger y salvar vidas. Fue hasta la tarde de ese 16 de Septiembre; durante la cena ofrecida a las delegaciones extranjeras, para presumirles su preocupación por el pueblo mexicano. Pero fue el hazmerreír de las naciones que tenían mejor información de lo que en el país estaba ocurriendo. Cuando Norteamérica vive este tipo de tragedias; aun cuando sea el mismo 4 de Julio, las fiestas patrias se cancelan. Este hombre buscando satisfacer su ego esquizofrénico; no lo hizo. Psicológicamente ¿Se encontrará bien la presidencia de la república? EPN recientemente anuncio su visita a Panamá y participación en la XXIII Cumbre Iberoamericana los días 18 y 19 de octubre; cuando su homólogo Barack Obama cancelo su participación en Malasia para enfrentar la crisis norteamericana. ¿Olvidó EPN que México también se encuentra en problemas? Las mejoras y recuperaciones del país, solo se observan en televisión porque la realidad es otra.

Para hablar de los decesos; se hace verdaderamente obligado parafrasear al más brillante teólogo que tenemos en México; «los mexicanos nunca nos esperamos el hecho de que «San Pedro» nos enviaría tanta lluvia» y por ende debemos suponer que «Tláloc» se encargó de abrirle las puertas del paraíso a las miles de víctimas de Manuel e Ingrid. Pues la única manera de poderle creer a Osorio Chong la irrisoria cifra de 157 decesos, es que la tragedia hubiese sucedido de día; pero fue de noche y México estaba durmiendo. Tan solo en la comunidad de la pintada en Atoyac de Álvarez, fueron más de 80 casas las que quedaron bajo el alud; estadísticamente, cada casa representa una familia y cada familia está constituida mínimamente por cinco integrantes. El darles el termino de desaparecidos, no extirpa el calificativo de decesos. Pues ¿Se puede sobrevivir bajo el lodo tanto tiempo? Así mismo; el día 15 de Septiembre; los vecinos de Cerrito Rico en Chilpancingo, Gro., estaban siendo testigos de una escalofriante escena similar a la del filme «La guerra de los mundos» de Steven Spielberg y Tom Cruise; en cuya escena, Dakota Fanning observaba el transitar de miles de cadáveres sobre el río.

Ahora bien: se hace justo mencionar la frase de Nazario Moreno González; que a la letra expresa: «Al santo se le santifica; al beato se le beatifica y a las ratas, se les ratifica». Ya que a pesar del apoyo económico internacional que el gobierno federal ha recibido desde Venezuela hasta el Vaticano, la presidencia aparte de rastrilla estos recursos; ha nombrado a los peores hombres y mujeres (defraudadores), para que administren y entreguen los recursos. En Acapulco se nombró a Manuel Añorve Baños; en Coyuca de Benítez y la Costa Grande en Guerrero, al famoso Héctor Vicario Castrejón. Muchas de estas personas; solo están haciendo sus ahorros para sus propias campañas y compra de votos. Y los más finos se han disfrazado de instituciones como «Cruz Roja Municipal» para beneficias a sus familiares y amigos. Otros más para hacer proselitismo electoral, altruistas propagandísticos o acaparadores que esperan los tiempos electorales para regalar las despensas o comprar votos con el dinero del FONDEN y otros recursos monetarios. Es más; hasta la propia SEDESOL federal hace lo propio, implementando estrategias de coordinación ciudadana pero con fines meramente electorales (comités seccionales).

Pero no solo la clase política ante las desgracias; refleja lo obscuro de su corazón; también el hombre común demostró su bajeza humana. Pues ante la desgracia a la inversa de solidarizarse con las victimas damnificadas; no le importo aumentar los precios a los productos alimenticios hasta en un 200% cumpliendo con la ley comercial y mercantilista de «A mayor demanda; mayor costo». Como arrendador siguió cobrando la renta por viviendas que aún hoy yacen bajo el agua. Como damnificado de albergue se organizó con otros en su misma condición y acaparó la poca ayuda que llego y le negó el acceso a los damnificados que fueron acogidos por familiares y amigos; expresando que éstos no lo necesitaban. Tuvo el gusto de regañar a los militares que le limpiaban la casa mientras él descansaba en su hamaca; argumentando que para eso les pagaban. Y cuando les preparaban la comida y se las dejaban es sus mesas; éstos se negaban a sentarse en ella y pedían que se las llevaran hasta donde se encontraban acostados, expresado ser damnificados y que se les tenía que dar buen trato; padeciendo del síndrome del enfermo.

Cuando frente a un desastre natural de tal envergadura, los damnificados somos todos; los que perdieron su patrimonio, los que fueron objeto de retención del salario porque sus patrones fueron afectados, los que perdieron sus pequeños negocios y los que dejaron de percibir los apoyos sociales (progresa, prosigue o 70 y más). Se es damnificado porque no se tiene dónde dormir; como los niños de la montaña en Guerrero que aun duermen en hojas de plátano como cama, con bolsas plásticas negras como sabanas para mitigar el frío y se es damnificado porque no se tiene dinero para comprar de comer. La única diferencia es el nivel de afectación y los menos o nada afectados siempre terminan acaparando los apoyos, muchas veces porque la gente más damnificada no se mueve, está esperando honestamente a que la vayan a tomar en cuenta. Algunos de los gobiernos municipales hacen su agosto monetario; cobrando por el derecho de uso de lavaderos a damnificados en los albergues. En algunas municipalidades de Guerrero; la policía comunitaria vuelve a dar el ejemplo, siendo ésta la que recorría las calles, alertando a la gente de la inundación. En Tixtla Guerrero, los estudiantes de Ayotzinapa, en plena tormenta y de madrugada; ayudaron a los ciudadanos a sacar sus pertenecías.

Para algunos municipios; la tragedia aún no ha terminado, pues después de la devastación, se teme de un posible brote epidemiológico. Más aun frente al hecho de que algunas administraciones municipales y estatales no cuentan con el medicamento suficiente para vacunar a toda la población y evitar un posible contagio. En Tixtla de Guerrero los habitantes se sienten un poco más preocupados por las condiciones en que se pueda encontrar la presa «El Molino»; según ello, podría desbordarse y arrasar con lo que queda de ésta histórica ciudad. Ahora bien hablemos del otro culpable de esta y todas las tragedias gubernamentales; pasadas y vigentes en el país. Ya terminaron las elecciones y ahora se están viendo los estragos de la apatía, el valemadrismo, el conformismo y la falta de dignidad a la hora de emitir el voto, frente a su compraventa. Pero el pueblo y sus hombres eso no lo ven; por lo que culpan a Dios, al diablo y a cualquier otro ser mitológico, pero jamás aceptan su responsabilidad. Ellos dicen:-«¡Estamos olvidados por Dios!»- como si Dios nos hubiese regalado las despensas, laminas, tarjetas o los $1 mil 500 pesos por voto a favor del que usurpa la presidencia de la república y todos los representantes populares.

El pueblo es el que ha llevado a mediocres, narcisistas, dictadores, esquizofrénicos mentales al poder ¿Cómo esperamos tener buenos gobiernos? Jorge Mario Bergoglio (Papa Francisco) expresa que: «A la gente la empobrecen para que luego voten por quienes los hundieron en la pobreza». Los gobiernos no pueden seguir en manos de políticos analfabetas; se requiere de políticos que sean académicos, investigadores e intelectuales que estén en los congresos, los tribunales y en los poderes ejecutivos en todo el país; pero ¿Dónde están estos? Así no tendríamos administraciones con problemas psiquiátricos que buscando legitimarse, arriesguen a toda una nación. En otras naciones a los gobernados se les da calidad de contribuyentes y saben que mientras más contribuyentes haya en la nación; son más los recursos que enriquecen el erario público, por lo que para ellos es fundamental preservar la vida. Pero en México, los ciudadanos no son considerados ni como hombres, ni animales, mucho menos como contribuyentes. Gracias a ese voto del 2 de Julio del 2012 «El pueblo; tiene el gobierno que se merece, en eso Dios no tiene culpa alguna».

Emilio Nahín Rojas Madero. Estudiante de Posgrado en Derecho Laboral (UAG); Integrante de la Promotora Nacional Juvenil, Ejecutivo Estatal y Coordinador Municipal (PT México), Miembro de la Organización Internacional de Juristas en Derecho Laboral (Sede Nueva York).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.