Hace unos días os hablábamos de cómo el FBI había cerrado Silk Road, una web que utilizaba herramientas completamente anónimas como Tor y la moneda virtual Bitcoin para poder vender productos ilegales (mayormente droga) por internet. En la operación se requisaron todos los bitcoins que estaba gestionando la web, y la pregunta que nos viene […]
Hace unos días os hablábamos de cómo el FBI había cerrado Silk Road, una web que utilizaba herramientas completamente anónimas como Tor y la moneda virtual Bitcoin para poder vender productos ilegales (mayormente droga) por internet. En la operación se requisaron todos los bitcoins que estaba gestionando la web, y la pregunta que nos viene a todos es… ¿qué va a pasar con todos esos bitcoins?
Silk Road movía dinero. Mucho dinero. Lo confiscado suma más de 26.000 bitcoins, lo que al cambio actual son 2.368.000 euros. Eso es el dinero que todos los usuarios tenían en sus cuentas de usuario del portal. Pero luego está el dinero que el administrador, Ross William Ulbritch, tenía en su monedero virtual: casi 600.000 bitcoins. 54.640.000 de euros al cambio. Es muchísimo dinero, un 5% de todos los bitcoin que hay ahora mismo en circulación… y una clara muestra de que las drogas también pueden tener su negocio enteramente por internet. Ulbritch era todo un Heisenberg.
El botín virtual: controlado por unos, visitable por todos
El FBI ha conseguido apoderarse, como decíamos, de los 26.000 bitcoins que los usuarios tenían en sus cuentas de Silk Road. Aún tiene pendiente de descifrar la protección adicional con la que Ulbritch guardaba esos 600.000 bitcoins adicionales. Los planes de la agencia estadounidense, según uno de sus portavoces, son simples: aprovechar el cambio del bitcoin para cambiarlo por dólares en cuanto lo vean rentable. Dinero ganado en drogas convertido en dinero para enriquecer al FBI . Y por supuesto, pensarán hacer lo mismo en cuanto puedan acceder a los bitcoins personales de Ulbritch. «Es dinero ganado en drogas, así que el culpable no puede recuperarlo», dice el portavoz del FBI .
Lo mejor del asunto viene cuando recordamos que el concepto del bitcoin puede ser aprovechado por el FBI , pero también por los usuarios. Recordemos que esta moneda registra, aunque de forma anónima, todas las transacciones. Y claro, no ha tenido que pasar mucho tiempo hasta que algunos usuarios en Reddit hayan localizado el monedero virtual donde el FBI ha guardado los 26.000 bitcoins requisados de Silk Road.
De hecho en el monedero hay más de 27.000 mientras escribo estas líneas, podéis comprobarlo vosotros mismos. En esa web también podéis ver otro fenómeno que aporta la anonimidad de Bitcoin: hay usuarios que están haciendo transferencias con pequeñas cantidades de bitcoins para protestarutilizando los mensajes anónimos que se pueden adjuntar con cada transferencia. «Quedaos con las drogas, quedaos con el dominio, pero no os quedéis con los bitcoins de las personas«, reza uno de esos mensajes.
Typing bad
Sobra decir que actos como estos aparecerán con cada vez más frecuencia en la red. Lo preocupante es la fama que puede ganarse el bitcoin, una moneda anónima pero no necesariamente pensada para cometer delitos como es el caso. Nosotros lo sabemos, el FBI y la NSA lo saben, pero la mala fama prevalece encima de las intenciones iniciales. Y el anonimato no es sinónimo necesario de delincuencia.
No sé cómo va a acabar esto, pero desde luego que terminará beneficiando a la FBI . Lo increíble, a mi parecer, es ver todo esto desde cierta perspectiva y comprobar cómo han cambiado las cosas. El futuro ha llegado: el FBI ha conseguido detener una enorme operación de venta de drogas, requisar el dinero utilizado y aprovecharlo para su propio beneficio, los usuarios pueden manifestarse con sus opiniones de forma anónima directamente en las herramientas que ha utilizado el FBI para confiscar el dinero… ¿quién nos lo iba a decir? Un Breaking Bad, pero puramente digital, sin armas ni violencia. Un Typing Bad, podríamos decir.