El presidente Evo Morales Ayma dejó este jueves en manos del pueblo boliviano el futuro de Bolivia al promulgar la Ley Nº 3836 de convocatoria al referéndum dirimidor de la extensión del latifundio y la Ley Nº 3837 de rechazo o validación del proyecto de nueva Constitución Política del Estado que se aprobó en Oruro […]
El presidente Evo Morales Ayma dejó este jueves en manos del pueblo boliviano el futuro de Bolivia al promulgar la Ley Nº 3836 de convocatoria al referéndum dirimidor de la extensión del latifundio y la Ley Nº 3837 de rechazo o validación del proyecto de nueva Constitución Política del Estado que se aprobó en Oruro el 9 de diciembre de 2007.
Asimismo promulgó la Ley Nº 3835, norma interpretativa referida a la convocatoria de referéndum departamental que establece que sólo el Congreso Nacional puede convocar a la consulta departamental, mientras no haya autoridades departamentales electas.
El acto tuvo lugar en el frontis de Palacio Quemado, en proximidades de la plaza Murillo, donde varios sectores sociales se asentaron para presenciar el inicio a la fase de refundación del país a partir de la decisión del pueblo el próximo 4 de mayo sobre la nueva Carta Magna.
«El referéndum es lo más democrático que tenemos, hay que someter al pueblo, el pueblo que decida el futuro del país. Estamos hablando sobre ese referéndum sobre la nueva Constitución que permita refundar Bolivia», afirmó el presidente Morales.
El dignatario recordó la lucha de los sectores sociales como la revolución de 1952 que consagró el voto universal e incluyó por primera vez a las mujeres para que elijan a sus representantes.
Dijo que antes los indígenas eran tratados como animales pero el pueblo con fusil al hombro se levantó para luchar en contra de la exclusión.
Indicó que si no hay un pueblo consciente que piensa en la unidad de su patria, «sólo no podrá garantizar el proceso de cambio», como la ha marcado la historia del país.
Destacó el fortalecimiento de la democracia con la participación del pueblo en decisiones fundamentales para el país con el proceso del referéndum.
El dignatario reconoció que hay sectores opositores que no quieren perder sus privilegios y por ello se han opuesto desde un inicio a la realización de la Asamblea Constituyente.
En ese sentido, dijo ante todo esos sectores están defendiendo sus intereses como es la tierra porque no quieren perder sus grandes extensiones de tierra y prefieren mantenerse como terratenientes.
Por otra parte, el Jefe de Estado destacó las bondades de la nueva Constitución que deberá ser sancionada por el soberano.
Indicó que la nueva carta Constitucional, garantiza las autonomías, regionales, municipal e indígenas, pero que deben ser entendidas como autonomías solidarias.
Morales manifestó que ser autoridades es pensar en Bolivia y no en los negocios que antes se hacía en Palacio Quemado.
Manifestó que hay que convencerse que se está ingresando a una fase de refundación del país con la nueva Constitución.
En ese sentido, solicitó a los movimientos sociales organizarse por la unidad de Bolivia, por la igualdad y por la soberanía, consagrando ello con el voto por el Sí a la nueva Constitución el próximo 4 de mayo.
Asimismo convocó a las fuerzas de oposición a sumarse a este proceso con propuestas «para pensar juntos en cambios para el país».
«Avancemos juntos como siempre (…) Falta por hacer, pero ya se han sentado las bases», afirmó.
Por su parte, el presidente de la Federación Nacional de Cooperativistas Mineros de Bolivia, Andrés Villca, afirmó que «es importante que ahora todos, juntos comencemos a trabajar unidos para socializar nuestra nueva constitución».
Manifestó que esta es la primera vez que las cooperativas están reconocidas en la nueva Constitución y señaló de igual forma que todos los sectores sociales que antes estuvieron excluidos ahora son reconocidos.
Convocó a todos a votar por el Sí a la nueva Constitución este 4 de mayo.
Mientras tanto el presidente de la Confederación de los Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB), Adolfo Chávez, manifestó que ahora los indígenas recuperan el derecho como personas.
Afirmó que ahora se ha visto que «en el mundo indígena hay capacidad para dirigir a un país. El pueblo indígena estuvo ´adormecido´ durante mucho tiempo pero ahora despertó».
Dijo que los anteriores Gobiernos, hicieron las leyes a su antojo y protegiendo a las empresas transnacionales ahora ello ha cambiado.
La nueva Carta Magna, aprobada el 9 de diciembre de 2007 en la ciudad de Oruro, por 164 constituyentes de 10 fuerzas políticas, reconoce la existencia de las 36 naciones indígenas y de los afrobolivianos, diseña un nuevo Estado incluyente y solidario, y sienta las bases para la transformación profunda de un Estado colonial.
Tras su aprobación, el 14 de diciembre del mismo año, la indígena quechua y presidenta del Magno Foro, Silvia Lazarte le entregó al presidente nato del Congreso, Álvaro García Linera, el nuevo texto constitucional, en un sencillo, pero significativo acto realizado en el auditorio del Banco Central de Bolivia (BCB).
García Linera recibió la nueva Carta Magna con el compromiso de alcanzar dos tercios de votos en el Congreso para sancionar la convocatoria del referéndum dirimidor del único artículo que no halló dos tercios de votos en Oruro, para que el soberano se pronuncie sobre el texto del artículo 398 referido a que si deben ser cinco mil o 10 mil hectáreas el limite de propiedad de la tierra en el país.
Luego de dos meses de espera y de la solicitud del presidente Evo Mortales al Poder Legislativo para que sanciones ambas leyes, el jueves el Congreso Nacional, en su quinta sesión extraordinaria, en la que participaron 83 diputados y 17 senadores, la mayoría del Movimientos Al Socialismo (MAS), sancionó las leyes.
Tras la promulgación se instruye a la Corte Nacional Electoral (CNE) e instancias correspondientes la administración de los dos procesos de consulta.