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Argentina y sus grandes mujeres

Los sonidos del silencio

Fuentes: Rebelión

Se ha publicado en estos días un documento de «Carta Abierta», asociación de intelectuales cercanos al kirchnerismo, en apoyo al Paro Mundial de Mujeres. El escrito sirve, además de sus contenidos conceptuales, de vehículo para la mención honrosa de varias mujeres que fueron figuras de la política y la cultura argentina. Se menciona a Alicia […]

Se ha publicado en estos días un documento de «Carta Abierta», asociación de intelectuales cercanos al kirchnerismo, en apoyo al Paro Mundial de Mujeres. El escrito sirve, además de sus contenidos conceptuales, de vehículo para la mención honrosa de varias mujeres que fueron figuras de la política y la cultura argentina. Se menciona a Alicia Moreau de Justo, las Madres de Plaza de Mayo, Eva Perón, Alejandra Pizzarnik. Todos ellas merecen con creces esa recordación, más allá de diferencias políticas e ideológicas importantes.

No se nombra en cambio a Angélica Mendoza, dirigente de la disidencia «chispista» del Partido Comunista Argentino y luego destacada intelectual, a Mika Etchebehere, capitana de milicias del POUM en la Guerra Civil Española. Tampoco aparecen Alcira de la Peña, candidata a la vicepresidencia durante el primer peronismo por el Partido Comunista ni ninguna otra dirigente de ese partido de las varias que tuvieron prolongada actuación pública. Ninguna mujer de las guerrilleras de los 60-70, salvo que se incluya en ese concepto a Alicia Eguren. Se da el ejemplo de Mary Sánchez, dirigente de CTERA, pero no está Olga Cossetini, educadora inconformista de vasta y recordada trayectoria. Pareciera que Carta Abierta, de modo conciente o no, acata un límite no escrito que la pacatería política de diversas épocas impuso a la memoria de protagonistas femeninas y masculinos de nuestra historia: La izquierda «aceptable» termina en las/los socialistas más o menos alineados con la dirección partidaria, con alguna esporádica mención anarquista (Salvadora Medina Onrubia, p. ej.) a modo de cuasi pintoresca evocación de un pasado lejano. Si estoy equivocado, que alguien me aclare por qué se producen estas omisiones, que podrían incluso asimilarse a un cierto «macartismo de guante blanco».

El paro de mujeres es un hecho, todos esperamos una participación multitudinaria en sus manifestaciones. Su éxito sí constituirá un vibrante recordatorio de TODAS las mujeres, conocidas y anónimas que, cada una con sus ideas, sus capacidades, su estilo, lucharon por «los de abajo» de Argentina y el mundo.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.