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“Tenemos la elemental obligación de establecer nuestra propia ruta revolucionaria que nos lleve a instaurar sin capitulaciones nuestro propio gobierno”

Los trabajadores evaden la vía electoral

Fuentes: Econoticiasbolivia.com

La Paz, septiembre 8, 2005.- La vía electoral ya no corre para los trabajadores. Los sectores más combativos y radicales del movimiento obrero, popular y vecinal de Bolivia dieron las espaldas a las elecciones de fin de año, manteniendo en pie su independencia política y reabriendo la ruta revolucionaria, a pesar de los intentos desesperados […]

La Paz, septiembre 8, 2005.- La vía electoral ya no corre para los trabajadores. Los sectores más combativos y radicales del movimiento obrero, popular y vecinal de Bolivia dieron las espaldas a las elecciones de fin de año, manteniendo en pie su independencia política y reabriendo la ruta revolucionaria, a pesar de los intentos desesperados de los principales dirigentes sindicales por adherirse a las candidaturas reformistas y de centro izquierda.

«Tenemos la elemental obligación de establecer nuestra propia ruta revolucionaria que nos lleve a instaurar sin capitulaciones nuestro propio gobierno», dice un comunicado de la Central Obrera Regional (COR) de El Alto, uno de los bastiones de los dos últimos levantamientos populares, que condenó sin ambajes «el escenario electoral que se abrió como una maniobra del imperialismo norteamericano para frenar el ímpetu revolucionario que se gesta en lo más profundo de los bolivianos».

En la misma senda, la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación de Mineros, la Confederación de fabriles y la poderosa Federación de Juntas Vecinales de El Alto también rechazaron la vía electoral, dejando desairados a sus principales dirigentes como Jaime Solares y Abel Mamani. El primero de ellos intentaba ser el candidato a vicepresidente del Movimiento Indígena Pachakuti del Mallku Felipe Quispe y el segundo buscaba ser candidato a prefecto (gobernador) de La Paz por el Movimiento al Socialismo (MAS) de Evo Morales.

La actitud de ambos dirigentes fue severamente cuestionada por las organizaciones de base que están seguros que nada bueno saldrá de las elecciones, ya que éstas fueron impuestas para distraer la ofensiva popular contra el neoliberalismo y por la nacionalización de los hidrocarburos.

«Las elecciones no han de resolver las principales demandas de los trabajadores y del pueblo boliviano», asegura la COR de El Alto, empeñada en una «lucha a muerte contra el neoliberalismo y las petroleras».

«En ningún momento surbordinaremos nuestra lucha a las elecciones (…) La batalla que libramos en las jornadas de mayo y junio, que los denominamos por la dignidad de los bolivianos y la constitución del poder de los explotados, ha ratificado una vez más que El Alto se han convertido en el siglo XXI como el nuevo cuartel de la revolución boliviana y sus organizaciones como la COR, la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) y la Federación de Gremiales de El Alto como la vanguardia del movimiento social de los explotados y pobres del país», agrega.

Concientes de que la clase obrera y los sectores empobrecidos de la población no podrán imponerse con los métodos de la democracia burguesa, los sectores más combativos y radicales aseguraron que «lucharán hasta derrocar a las logias y a la oligarquía foránea».

«Estamos concientes que ni Evo Morales (el líder cocalero del MAS que postula la vigencia de un fuerte capitalismo andino de Estado y reniega del socialismo, NdE), peor el nuevo instrumento imperialista (de los neoliberales) Tuto Quiroga ni Samuel Doria Medina, se atreverán a nacionalizar y recuperar la totalidad de nuestros recursos naturales (hidrocarburos, agua, minerales, etc.) por el cumplimiento de simples compromisos, sino lo harán bajo la articulación de un poderoso movimiento gestado desde las bases del pueblo boliviano. Para eso nos preparamos los trabajadores alteños, por esto no nos prestamos a ser dóciles y quijotes escaleras ni de los partidos indi-populistas ni neoliberales», agrega el documento de los obreros y trabajadores.

En este marco, el resultado de las elecciones de fin de año no tiene mayor trascendencia para los trabajadores, por lo que el nuevo presidente que emerja de las urnas, sea Evo Morales (al que tipifican como a un traidor) o Tuto Quiroga, no tardaría en ser derrocado si no expropia los más de cien mil millones de dólares que las petroleras como Repsol, British Gas, Total, Enron, Shell, Petrobras y otras se han apoderado a vil precio.

En cambio, otros sectores más moderados de trabajadores como los cooperativistas mineros, colonizadores y sobre todos los cocaleros, campesinos e indígenas ligados al MAS creen que un eventual gobierno de Evo Morales podría poner coto a los excesos del neoliberalismo y de las petroleras, avanzando poco a poco en la construcción de una sociedad más justa e igualitaria.

Pero las críticas contra el MAS son contundentes, desde el propio campo indígena. «¿Qué es eso de capitalismo andino?, ¿Qué es eso es apostar por la burguesía andina? Eso es más explotación para el pueblo», dice sobre el programa de los cocaleros el Malku Felipe Quispe, también candidato presidencial, y que cree que un eventual gobierno de Evo entregaría el 50% de las utilidades del gas a las transnacionales, lo que no sería aceptado por el pueblo.

El Mallku Quispe, cabeza de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia, postula la nacionalización de todos los recursos naturales, incluidos los hidrocarburos y la tierra, pero su candidatura sólo tiene peso en algunas provincias del altiplano por lo que sus posibilidades son mínimas.

En los sectores más combativos la vía para llegar al poder es otra. «Nuestra lucha es irrenunciable por el poder. A los que subestiman la inteligencia de los alteños, les decimos que desde octubre del 2003 a la luz de las experiencias ricas de nuestras luchas hemos constatado que los explotados de este país tenemos la obligación elemental de formar y forjar nuestro instrumento político que nos permita a los explotados tomar el poder. Por esta situación, los trabajadores ateños hemos planteado la articulación de la Asamblea Popular Nacional Originaria a la cabeza de la Central Obrera Regional (COR), la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y otras organizaciones. Los pobres y explotados de este país no tenemos nada que perder en esa lucha por la dignidad de los bolivianos, sino las cadenas de dependencia y explotación», señala el documento político de la combativa central de trabajadores de El Alto.

A continuación el documento de la Central Obrera Regional de El Alto:

EL ALTO SEGUIRÁ EN LA LUCHA POR LA NACIONALIZACIÓN DE LOS HIDROCARBUROS Y LA DIGNIDAD DE LOS BOLIVIANOS

Los trabajadores de la ciudad rebelde de la ciudad de El Alto tras haber librado una de las más regias luchas del pueblo bolivianos contra las logias y la oligarquía rearmada y rearticulada en el actual Parlamento Nacional y frente a las constantes zancadillas que nos pusieron los traidores de la cúpula del Movimiento Al Socialismo (MAS) y el alcalde del partido Plan Progreso (PP), en el escenario electoral que se abrió como una maniobra del imperialismo norteamericano para frenar el ímpetu revolucionario que se gesta en lo más profundo de los bolivianos, tenemos la elemental obligación de establecer nuestra propia ruta revolucionaria que nos lleve a instaurar sin capitulaciones nuestro propio gobierno.

JURAMENTO DE SANGRE POR NUESTROS MARTIRES

Los trabajadores alteños junto a las juntas vecinales, en octubre del 2003 al pie de los ataúdes de nuestros mártires que cayeron victimas de las balas asesinas del neoliberalismo hemos jurado no sólo luchar sin desmayos hasta meter en la cárcel al genocida del Gonzalo Sánchez de Lozada y sus colaboradores, sino establecer una lucha a muerte contra el neoliberalismo y sus instrumentos de ejecución, como sus partidos políticos, sus medios de comunicaciones, en fin contra aquellos que pretenden enajenar nuestros recursos naturales.

Por esto, los trabajadores tenemos la elemental misión de establecer que las elecciones no han de resolver las principales demandas de los trabajadores y el pueblo boliviano. Por esto los trabajadores alteños fiel al juramento que hicimos con los mártires de la Guerra del Gas, estamos concientes que lo único que tenemos los luchadores son nuestros instrumentos de lucha organizadas y planificadas por nuestras organizaciones, como la COR, la Federación de Gremiales y otras organizaciones. Por esto, en ningún momento surbordinaremos nuestra lucha a las elecciones.

LA LUCHA INCLAUDICABLE POR LA NACIONALIZACIÓN

Sin lugar a dudas, la Central Obrera Regional (COR) de El Alto en los movimientos que se iniciaron a partir del 2 de mayo con la toma simbólica de los predios de la planta de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Senkata, no ha hecho otra cosa que articular la lucha que ha quedado pendiente en la denominada Guerra del Gas y que se encarna en la lucha inclaudicable por la nacionalización, recuperación e industrialización de los hidrocarburos.

Los trabajadores alteños que hemos articulado la unidad de los explotados del país en torno a la recuperación de nuestros recursos naturales, la Asamblea Constituyente, el encarcelamiento del genocida de Sánchez de Lozada y sus cómplices, en ningún momento vamos a olvidar el juramento de sangre que hicimos con los caídos de octubre para luchar por la Agenda de Octubre y acabar con el gobierno de las logias y la oligarquía formada por los croatas, yugoslavos, árabes, libaneses de la Nación Separatista Camba.

A no dudarlo, la batalla que libramos en las jornadas de mayo y junio que los denominamos por la dignidad de los bolivianos y la constitución del poder de los explotados, ha ratificado una vez más que El Alto se han convertido en el siglo XXI como el nuevo cuartel de la revolución boliviana y sus organizaciones como la COR, la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve) y la Federación de Gremiales de El Alto como la vanguardia del movimiento social de los explotados y pobres del país.

LUCHA HASTA DERROCAR A LAS LOGIAS Y OLIGARQUIA FORÁNEA

En nuestro análisis no podemos pasar de alto que en nuestra batalla de la denominada Guerra del Gas, donde a costa de muertos y heridos echamos al tirano, masacrador y soberbio de Sánchez de Lozada, sólo logramos arrinconar a los parlamentarios vende patrias del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria (MIR), de Unidad Cívica Solidaridad (UCS), de la Nueva Fuerza Republicana (NFR) y de Acción Democrática Nacionalista (ADN), quienes desde el Parlamento Nacional comenzaron a rearticularse para poner en peligro la unidad del país al subordinar la Agenda de Octubre por la Agenda de las logias y la oligarquía que tiene su cuartel en a ciudad de Santa Cruz a costa de haberse apoderado de las tierras que correspondían a los pueblos originarios del oriente.

La lucha por a dignidad y la defensa de los recursos naturales que encabezamos los alteños a través de la COR, la Fejuve y la Federación de Gremiales de El Alto es el inicio de una guerra a muerte contra las logias y la oligarquía, quienes ostentando su riqueza que amasaron a costa del acaparamiento de tierras, el saqueo de nuestros recursos naturales y la explotación de los cambas originarios, pretenden regalar nuestros hidrocarburos a las transnacionales petroleras.

Esta nuestra regia lucha que ha unido a los trabajadores y pueblos originarios de todo el país, ha puesto al descubierto todas las cartas escondidas de los oligarcas que pretendieron tomar el poder con el mirista Hormando Vaca Diez, quien tuvo que mancharse de sangre para renunciar a ese privilegio que le destinaron los croatas, yugoslavos, árabes y libaneses. A no dudarlo, nuestra lucha inclaudicable que se ha irradiado a todo el país ha provocado la caída de Vaca Diez, quien con el apoyo de la embajada de los EE.UU. y los oligarcas y logias estaba predestinado a ser el próximo presidente de la República.

NUESTRAS DEMANDAS ESTAN POR ENCIMA DE LAS ELECCIONES

En primera instancia, los trabajadores alteños establecemos que, bajo ninguna circunstancia, la nacionalización, recuperación total y la industrialización de los hidrocarburos y la Agenda de Octubre lo subordinaremos a la Elecciones Nacionales, la elección de los prefectos y el referéndum autonómico. Y de una vez por todas, la oligarquía y sus medios de comunicación deben entender que los alteños no hemos luchado para poner un nuevo presidente de la República para que meramente convoque a Elecciones para que el próximo Parlamento considere las demandas que planteamos las organizaciones sociales del país.

Por esto los trabajadores alteños establecemos que en ningún momento hemos dado tregua al actual gobierno de Eduardo Rodríguez, sino que hemos estableciendo un repliegue para ajustar nuestros métodos de lucha para que sena consecuentes e inclaudicables.

Los trabajadores, a la luz de nuestras experiencias, estamos concientes que ni Evo Morales, peor el nuevo instrumento imperialista Tuto Quiroga ni Samuel Doria Medina, se atreverán a nacionalizar y recuperar la totalidad de nuestros recursos naturales (hidrocarburos, agua, minerales, etc.) por el cumplimiento de simples compromisos, sino lo harán bajo la articulación de un poderoso movimiento gestado desde las bases del pueblo boliviano, para eso nos preparamos los trabajadores alteños, por esto no nos prestamos a ser dóciles y quijotes escaleras ni de los partidos indi-populistas ni neoliberales.

DIGNIDAD Y LUCHA CONTRA LOS NEOLIBERALES

Que no se alegren ni se froten las manos los neoliberales como Tuto Quiroga, el alcalde Paredes, Doria Medina y otros sirvientes del imperialismo, nuestra posición no cederá en ningún momento ni un milímetro del territorio alteño para que los partidos neoliberales hagan desarrollen su campaña proselitista para comprar la conciencia de los alteños. Por esto advertimos a los partidos (MNR, NFR, MIR, UCS y ADN) que apoyaron la masacre de los alteños en octubre del 2003 que no tienen pisada a El Alto. Si en aras de su decantada democracia, osan hacerlo que se atengan a las consecuencias.

Advertimos también a los dirigentes sindicales a no prestarse a los neoliberales por el principio de dignidad, dirigente colaborador a los partidos neoliberales, será dirigente expulsado con ignominia del sindicalismo.

A los partidos neoliberales y populistas advertimos, que bajo ninguna condición toleraremos que mantengan la exportación de candidatos. Esos partidos que lo hagan, también deben atenerse a ser victimas de la furia de los alteños.

A nuestros compañeros que aún dudan de los objetivos revolucionario de los trabajadores alteños, les instamos a mantener en alto la dignidad que no hemos ganado con una lucha digna en octubre del 2003 y en mayo-junio de este año, por esto la conciencia de los alteños no tiene precio, sino voluntad para dar muerte al sistema neoliberal que nos hunde en las más absoluta miseria.

NUESTRA LUCHA IRRENUNCIABLE POR EL PODER

A los que subestiman la inteligencia de los alteños, les decimos que desde octubre del 2003 a la luz de las experiencias ricas de nuestras luchas hemos constatado que los explotados de este país tenemos la obligación elemental de formar y forjar nuestro instrumento político que nos permita a los explotados tomar el poder. Por esta situación, los trabajadores alteños hemos planteado la articulación de la Asamblea Popular Nacional Originaria a la cabeza de la Central Obrera Regional (COR), la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve), la Central Obrera Boliviana (COB), la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB) y otras organizaciones.

Que Samuel Doria Medina y Jorge Tuto Quiroga, instrumentos políticos de las logias, oligarquía cruceña y el imperialismo yanqui no se froten las manos, porque los alteños pese a quien pese, no renunciaremos a nuestro objetivo de instaurar un gobierno de pueblos originarios, obreros y los pobres de las ciudades.

Los inclaudicables luchadores de la soberanía y la defensa de los recursos naturales (gas, agua, minerales y tierra), pese a que nos acusen de salvajes y vándalos, sabemos que tenemos la responsabilidad de conducir el movimiento revolucionario que se ha gestado en El Alto. Los pobres y explotados de este país no tenemos nada que perder en esa lucha por la dignidad de los bolivianos, sino las cadenas de dependencia y explotación.

El Alto de pie, nunca de Rodillas

El Alto 29 de agosto de 2005