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El principal banco público planea financiar una iniciativa del presidente Lula a favor del software de código abierto fuera de Brasil

Lula sigue su pelea con Microsoft y difundirá Linux fuera de Brasil

Fuentes: infobaeprofesional.com

Brasil alentó a otros países en desarrollo a seguir su ejemplo reemplazando los programas informáticos de la empresa Microsoft por alternativas gratuitas, como Linux. En rebelión El estatal Banco do Brasil planea financiar la creación de un grupo que promueva la iniciativa del presidente Luiz Inácio «Lula» da Silva a favor del «software» de código […]

Brasil alentó a otros países en desarrollo a seguir su ejemplo reemplazando los programas informáticos de la empresa Microsoft por alternativas gratuitas, como Linux.

En rebelión

El estatal Banco do Brasil planea financiar la creación de un grupo que promueva la iniciativa del presidente Luiz Inácio «Lula» da Silva a favor del «software» de código abierto también fuera de su país.
El Banco do Brasil, el servicio postal, la empresa petrolera estatal y la agencia nacional de estadísticas se pasaron a Linux por recomendación del Gobierno federal.
En Brasil, Microsoft enfrenta a escala nacional el tipo de desafío proveniente de los gobiernos locales de las ciudades europeas de Viena y Munich, que buscaban reducir costos.
China, Japón y Corea del Sur trabajan con asociaciones del sector informático para hacer un cambio similar.

Cuestión de precios

«Microsoft tendrá que bajar los precios por la competencia del software libre», dijo José Luiz de Cerqueira César, jefe de tecnología en el banco, en una entrevista con la agencia Bloomberg en Brasilia, tras una conferencia de prensa en que se anunció la propuesta. «O se adapta, y es una compañía que demostró gran capacidad de adaptación, o queda afuera», desafió».
Banco do Brasil anunció la creación de la Organización Mundial de Software de Código Abierto, que tendrá su sede principal en Brasilia.
El anuncio tuvo lugar durante una reunión cumbre de países árabes y sudamericanos que Lula convocó para ampliar los vínculos económicos entre ambas regiones y desafiar a los Estados Unidos y a la Unión Europea en las conversaciones globales sobre comercio. El banco con sede Brasilia tiene previsto dar mayores detalles en junio.
La propuesta «se centra en las naciones en desarrollo porque éstas no tienen el surtido de patentes y el capital para invertir con que cuentan las naciones desarrolladas», dijo Cerqueira César en la entrevista. «Los programas informáticos gratuitos ayudan a reducir la brecha entre países desarrollados y emergentes».
El Banco do Brasil, el mayor banco latinoamericano, espera que la totalidad de sus 200 mil computadoras de escritorio corran con software de código abierto en cinco años.

Réplica de Microsoft

Microsoft sostiene que sus programas son más fáciles de usar, más confiables y más resistentes a los virus informáticos. La compañía también afirma que sus programas cuestan menos que Linux si los clientes toman en cuenta la capacitación de los empleados para el cambio, la administración de los sistemas y la compra de programas informáticos adicionales que no están incluidos en Linux y son parte de Windows.
La campaña para promover el uso de software de código abierto en Brasil forma parte del intento de Lula de recortar gastos gubernamentales y, separadamente, contribuir a crear una industria local de programas informáticos.
Aunque los posibles ahorros representan no más de 0,08 por ciento del presupuesto nacional, un cambio al software gratuito podría significar para Microsoft, Oracle y otros productores de software la pérdida de uno de los mayores y más influyentes clientes brasileños.
«El Gobierno es para nosotros un cliente importante y, por cierto, un importante líder del mercado», dijo Paulo Cunha, director de relaciones gubernamentales para Microsoft Brasil, en una entrevista telefónica desde la ciudad de San Pablo. «Seguiremos trabajando para mejorar nuestro desempeño con ellos», agregó.

Linux por decreto

José Dirceu, el jefe de gabinete de Lula, estudia un decreto que exigiría el uso del software llamado de código abierto, dijo Renato Martini, un funcionario federal que participa en la promoción de Linux, sistema operativo que se consigue gratis en Internet.
«El objetivo de este decreto es cambiar la forma en que funcionan las cosas, de modo que ahora el código abierto será lo corriente y el software patentado podría usarse en circunstancias excepcionales», dijo Martini, jefe de departamento en el Instituto de Tecnología de la Información, conocido como ITI.
El ente oficial estima que del total de los gastos del Gobierno federal brasileño en tecnología de la información, más de 1.000 millones de dólares anuales, casi un 10% van para pagar las licencias de programas informáticos.
El Gobierno ahorró 28,5 millones de reales desde que Dirceu recomendara el uso del
sistema operativo Linux y OpenOffice.org de la empresa Sun Microsystems, dijo el instituto.
Brasil espera que el uso de Linux y el código abierto contribuyan a impulsar al sector local de software porque los programadores del país pueden realizar cualquier cambio en esos programas, cosa que no es posible en el software patentado, dijo Djalma Valois, asesora del ITI.

Otros programas

Linux no es el único software no patentado al que recurren los organismos gubernamentales. El sistema postal brasileño eligió en enero el OpenOffice.org de Sun para 14 mil computadoras de escritorio y tiene previsto reemplazar el conjunto de programas Office de Microsoft en alrededor de 32 mil computadoras de todo el país, dijo Eduardo Medeiros, director de tecnología de la información en la empresa.
El servicio postal espera ahorrar 8,1 millones de reales este año y 21,4 millones de reales en los años venideros en tarifas de licencias para Word, Excel y otros programas de Microsoft, afirmó.
El Instituto Brasileño de Geografía y Estadística no actualiza sus programas de Microsoft desde 2000 por el alto costo de las tarifas, dijo Luiz Fernando Pinto Mariano, director de tecnología de la información del organismo.
IBGE, como se lo conoce, tiene un tercio de sus 4.500 computadoras de escritorio y 150 servidores con Linux y otro software de código abierto, dijo Mariano.
«Nuestra decisión se basó en los costos, queríamos ahorrar dinero», dijo Mariano en una entrevista desde la ciudad de Río de Janeiro. «Software de código abierto no significa gratuito. Por supuesto, hay un costo por usar eso, pero ni se acerca al del uso de software patentado».