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Entrevista a Claudio Katz de Economistas de Izquierda (EDI)

«Macri se siente incómodo con el país y con nuestra historia»

Fuentes: Rebelión

M.H.: Hacia el fin de la semana pasada publicaste un trabajo titulado «La economía de Macri» y la idea inicial era conversar sobre eso. Sin embargo, han ocurrido una serie de acontecimientos políticos en los últimos días que ameritan modificar el plan. Por ejemplo, me ha sorprendido mucho la reunión que tuvo Mauricio Macri con […]

M.H.: Hacia el fin de la semana pasada publicaste un trabajo titulado «La economía de Macri» y la idea inicial era conversar sobre eso. Sin embargo, han ocurrido una serie de acontecimientos políticos en los últimos días que ameritan modificar el plan. Por ejemplo, me ha sorprendido mucho la reunión que tuvo Mauricio Macri con empresarios de primer nivel en EE. UU., Microsoft, Coca Cola, etc. Yo opino que, con perdón del término, los empresarios multinacionales no deben ser pelotudos. Digo esto porque no puede ir a decir que «el pueblo apoya el incremento de tarifas», mientras en Buenos Aires y en casi todo el país se desarrollaban manifestaciones contra el tarifazo, que inclusive determinaron que se modificara nuevamente el cuadro tarifario. Supongo que los empresarios norteamericanos, como en general lo hace cualquier empresario del mundo, consultarán la situación social del país para decidir una inversión. Vos como economista tal vez puedas aclarar este tipo de situaciones, porque me parece una conducta recurrente de Macri.

C.K.: Efectivamente. Creo que lo que hay con Macri es un divorcio muy fuerte de la realidad. Por lo tanto, sus declaraciones y sus actitudes son payasescas, por esa desvinculación con la realidad. Causan por un lado risa y por otro sorpresa. Es lo mismo que vimos hace 3 días en la celebración del Bicentenario. Es un ejemplo manifiesto. Es un caso de restauración conservadora pero con gran despiste. En vez de actos populares y concentraciones masivas el gobierno optó, como es lógico, por ceremonias religiosas y desfiles militares. Una conmemoración muy parecida a las que se daba en la dictadura, con la Plaza de Mayo vallada, como un feriado más.

Pero el despiste está en la presencia y el agradecimiento al ex Rey de España, ese es el divorcio con la realidad. Se supone que es una conmemoración que toma en cuenta cuando nos liberamos de España. Invitar al ex Rey, como único mandatario en la ceremonia, para celebrar la Independencia de las provincias de Sudamérica y no hubo ningún mandatario de la región. Para colmo, Macri en su declaración objetó la propia Independencia cuando le dijo al ex Rey que «los congresistas debían tener una gran angustia» y no una gran convicción para declarar la Independencia.

M.H.: Es un nuevo relato de la historia.

C.K.: Es un relato en la ideología new age.

M.H.: Terminó dando vivas a la patria y al amor.

C.K.: Claro, es la ideología de la felicidad, de banalizar todo. Con el pretexto de hacer una conmemoración austera, federal y fraternal, lo que se demostró es que Macri se siente incómodo con el país y con nuestra historia. Por eso cuando imprime billetes nuevos lo hace con animalitos, no con alguna figura del país.

M.H.: En el billete de 5 pesos nuevo le cortaron la cabeza a San Martín.

C.K.: Claro. Lo específico es que no solo está incómodo con la historia social, nacional o popular, yo creo que hasta está divorciado de la historia liberal. Porque el liberalismo hace 100 años cuando hacía una celebración, el festejo del Centenario, por ejemplo, no se fijaban en gastar poca plata, tenían sus próceres, su pompa. Macri no. Macri se educó en el mundo norteamericano, en los colegios y el ambiente del gerenciamiento internacional y en este gabinete de Ceos que tiene, «bicentenario», «patria», «próceres», no concuerdan. Macri pensaba no ir al propio desfile militar que armó porque estaba cansado. Ese es el comportamiento del Presidente que tenemos.

M.H.: El miércoles pasado entrevisté a nuestro común amigo Guillermo Almeyra y le pregunté sobre el impacto de la gira de Macri en Europa, porque estaba sorprendido por las crónicas de los diarios nacionales. Inclusive la prensa progresista resaltaba la importancia de su actividad. Me dijo que lo estaban tomando como a Berlusconi, para la chacota. Ningún diario importante, ni The Guardian, ni el Corriere della Sera o Le Monde Diplomatique le dedicó alguna línea. Que fue tratado como un presidente africano medio, ni siquiera como tratan a los de Nigeria o Egipto. Esto coincide con lo que estás planteando.

C.K.: Claro. Recordemos que Macri ganó la primera plana mundial por ser uno de los 5 mandatarios del mundo con colocaciones off shore, cuando se supo que figuraba en el top de los corruptos del mundo. Él tiene la actitud de sometimiento colonial mental, típica de los que van al exterior y suponen que allí van a lograr la gracia y lluvia de dólares que no están llegando. A mí me parece que Macri afuera está tratando de construir un relato como el que construye aquí con el tema de la corrupción. Es paralelo lo que está intentando hacer, está armando un mito. Lo que pasa es que tenemos que ver la realidad de lo que ocurre.

M.H.: Parece que no le creen. Además otra cosa importante es el apoyo de Angela Merkel al tarifazo, diciendo que si bien perjudica a los sectores populares, a mediano plazo estas fórmulas son efectivas. Cuando Europa, bajo la conducción de Alemania, desde el año 2008 está en una crisis pavorosa y de la cual todavía no se ve salida. Ni hablar de la situación de Grecia y España que siguieron al detalle los planes de la Troika liderada por Alemania.

C.K.: Yo creo que por esto mismo que comentás Macri necesita encontrar algún tipo de problema que desvíe la atención de la monumental secuencia de fracasos económicos que está arrastrando en 6 meses: tarifazos, pobreza y recesión.

Seis meses de gestión macrista y 3.000.000 de nuevos pobres

M.H.: Hay un dato en tu trabajo que me llamó la atención porque es la primera vez que lo leo. Que de la cifra de 1.4 millones de pobres de diciembre a marzo, en los primeros 90 días de la gestión macrista, al concluir este segundo trimestre, las estimaciones duplicarían esa cifra.

C.K.: Sí. Los informes que están apareciendo ahora, luego de escrito ese artículo, indicarían que no hay un millón y medio de pobres, sino que la cifra se duplicaría. Lo que pasa es que esa cifra todavía es provisional, entonces hay que ir con cautela. Pero es coherente, porque la cifra que yo usé no contempla la nueva secuencia inflacionaria que generaron los tarifazos.

A mí me parece que la única gran carta que está jugando Macri es tratar de tapar esto con Báez, López, la Rosadita, Pérez Corradi, etc. Porque así como hay un divorcio de Macri con la realidad, también hay un divorcio de los medios de comunicación con la realidad. Lo que está transmitiendo la televisión no está en sintonía con las preocupaciones básicas de la población. Yo creo que hay un relato montado por parte del gobierno, los medios de comunicación y la justicia para crear la imagen que la Argentina está en una gran batalla contra la corrupción, en una gran presión social por la honestidad, en una sociedad que está finalmente reaccionando, en un país que ingresa en la democracia de calidad porque le va a poner fin a la impunidad. Y yo creo que la única carta de Macri es que todos los días los medios de comunicación estén machacando sobre esto para que la atención del público quede concentrada allí.

Me parece importante también desmontar este relato, no solo las payasadas de Macri en el exterior o en el Bicentenario, también poner de relieve que este es un relato montado por 4 actores premeditados de una manera determinada. Quien ha vivido muchos años en Argentina tendría que sospechar de la aparición de tantas pruebas en tan pocos días. Y la razón es que, yo creo que los servicios de inteligencia están manejando todos los hilos de lo que estamos viendo en la televisión, ellos definen qué se destapa y qué se oculta, definen selectivamente qué es lo que se va conociendo. Por eso Stiuso para mí es el hombre clave del momento, el mismo que manejó durante más de una década los servicios de inteligencia y que en la época de Kirchner filtraba informaciones adversas a los opositores, cambió de bando y ahora está trabajando intensamente para Macri, haciendo las mismas operaciones sucias que hacía antes. Por eso es que en la televisión no vemos ningún video de Macri contando la plata de sus off shore ni vemos los bolsos de Sturzenegger del megacanje. Lo que vemos es lo que filtran los servicios secretos a cambio de un pacto que tienen con el gobierno para que le dejen seguir haciendo a Stiuso y a su camarilla todos los negocios sucios que tienen, en operaciones en las que además de él está muy metida la CIA y la DEA con su gente trabajando.

M.H.: La entrega de Pérez Corradi sería un buen ejemplo.

C.K.: Exacto. La entrega de un hombre que es de la DEA. Entonces, tenemos a Stiuso poniéndonos los videos que quiere y a la Justicia que también cambió de bando y en 15 días se pusieron a mover las causas que congelaron durante una década, ahora llueven los procesamientos, porque la Justicia está infectada por la misma corrupción del sistema político. Los jueces federales en 15 días se despertaron para cubrirse y acomodarse a los nuevos tiempos. Y con los jueces y los servicios trabajan los medios de comunicación, que día y noche no hablan de lo que vos estás señalando, sino que en la pantalla solo hay: Báez, López, Pérez Corradi y no hay ningún informe de los Calcaterra, los Caputo, los Grindetti, todos los socios de Macri. De eso no se habla.

Me parece que esta combinación de servicios, medios, Justicia, es una alianza muy fuerte con el macrismo para tratar de que la sociedad solo discuta el relato de la corrupción y no sólo para que no se hable de los tarifazos, para que no se hable tampoco de las off shore de Macri y de los fondos multimillonarios que tienen los ceos del gabinete en el exterior, que son tan difíciles de justificar como lo que se está destapando ahora. Por eso salió el blanqueo, que es una forma de lavar sus culpas y el dinero. El gobierno está jugando estas cartas.

M.H.: El blanqueo de los saqueadores que nos gobiernan. Con respecto al sistema jubilatorio, en tu trabajo estás previendo de alguna manera la liquidación del actual sistema de reparto.

C.K.: Sí. Yo creo que claramente Macri se está replegando en la coyuntura, en términos económicos, reduciendo la presión inicial que tenía, para apostar a leyes estratégicas de las clases dominantes como son: el pago a los buitres, una reforma impositiva regresiva y la destrucción del fondo de garantía que sostiene el sistema jubilatorio porque es evidente que con el dinero que ingrese por el blanqueo jamás alcanzaría para financiar el pago de las sentencias que ellos han anunciado.

Hay un desfasaje de dinero muy evidente, el blanqueo apenas alcanzaría para pagar las primeras cuotas de lo que se comprometen a pagar a los jubilados. Entonces van a ir desfinanciando el fondo de garantía y en un momento se declarará que no hay dinero y que tenemos que volver al sistema de capitalización individual. El gobierno apuesta claramente a esto, pero hay que recordar que para llevar adelante estos proyectos económicos tan menemistas necesita sostén político. Por eso hay un camino doble que está recorriendo el gobierno, por un lado medidas regresivas de largo plazo y, por otro, la construcción de un plafón político para tener en las elecciones de 2017 una base mínimamente sólida para sostener el proyecto en curso.

Está saliendo a luz un sistema muy afianzado de coimas, todo un circuito integral de lavado de dinero

M.H.: Con esta política en el 2017 van a un fracaso electoral mayúsculo.

C.K.: Ellos son conscientes de eso, por eso me parece que tienen una doble apuesta, no son ingenuos. Macri ganó dos veces la gobernación de la Ciudad de Buenos Aires y las elecciones nacionales, no hay que subestimarlo. Tiene un proyecto. El proyecto económico es bajar un poco los decibeles del ajuste para preparar un mayor ajuste después y para eso necesita que no le vaya mal en las elecciones de 2017 y la carta para ello es construir poder político afianzando al macrismo, a la derecha en la clase media con el tema de la corrupción. Por eso, todo lo que se está haciendo en materia de este relato, tiene un propósito político, no es mover solamente una causa, es tratar de movilizar a las bases conservadoras detrás de un relato de anti corrupción. Convertir la idea de que todos los problemas son por la herencia que nos dejó el kirchnerismo es el gran tema de construcción del macrismo.

Recordemos que Macri no tiene como en Brasil, tres millones de personas en la calle movilizándose con la derecha. Tiene una base política mucho más frágil. Por eso es que está tan lanzado a esta campaña de destrucción y debilitamiento político del kirchnerismo. Está jugando con fuego porque cuando entrás en el tema de la corrupción, si escarbás un poquito más profundo aparecen los socios de Macri rápidamente. Se mueve en un terreno pantanoso porque el pacto de impunidad con el Justicialismo y los gobernadores tiembla cada vez que se habla mucho de este tema porque cualquier caso de corrupción golpea a la familia Macri, a Calcaterra, a Caputo, la patria contratista que sostiene a este gobierno. Pero está este objetivo de debilitar al kirchnerismo y, sobre esa base, construir una nueva alianza política con la derecha, con el PJ, con los gobernadores. Por eso es importante no solo hablar del macrismo sino también hablar del kirchnerismo. Son dos temas los que tenemos. Porque la gran novedad del último mes, no es solo lo que está pasando con Macri sino lo que está pasando con Cristina también. Qué está pasando con el kirchnerismo a partir de lo que se está destapando.

Lo que está saliendo a luz, es un sistema muy afianzado de coimas que hasta ahora nosotros conocíamos el caso Jaime, el caso Boudou, pero estamos empezando a ver todo un circuito integral de lavado de dinero. Un sistema de sobreprecios de la obra pública, financiados con facturas truchas, que se convertían en dólares, que se giraba al exterior, que volvía como lavado de dinero a la Argentina, que se invertía en propiedades. Y a medida de una especie de desesperación del grupo Báez, de desbande con esta cosa de «la bolsa de López», está aflorando todo un sistema. Y todavía nos falta conocer los bingos de Cristóbal López y hay que ver qué sale de la investigación de la efedrina y lo que va a destapar Pérez Corradi.

Yo creo que esto es importante porque esta es la primera vez que las denuncias involucran directamente a Néstor y Cristina, no ya como una posibilidad, una sospecha. Hay tres caminos evidentes: Cristina reconoce una fuerte asociación comercial con Báez a través de sus hoteles y no es normal que la Presidenta del país alquile sus hoteles al principal contratista de la obra pública de Santa Cruz. Cristina dice «que se haga una auditoría», pero ya hubo varias auditorías y todas dieron veredictos lapidarios sobre sobreprecios en la obra pública. Está también el problema del enriquecimiento, del 800% de incremento del patrimonio de la familia Kirchner en 12 años.

Entonces, hay un problema político importante, que hay que discutir porque las vacilaciones de Cristina en volver a la acción política tienen mucho que ver con esto. Y este clima que vemos que por momentos hay un gran entusiasmo del kirchnerismo con Cristina y por momentos una gran desazón, tiene que ver con que es muy difícil responder a este problema. Para el kirchnerismo es un gran problema responder y argumentar qué opinan sobre el sistema de corrupción existente durante la década pasada. Es un punto crítico sobre el cual muchos kirchneristas han decidido no hablar, como si no fuera tal. Otros ante la evidencia hacen una especie de chantaje, una especie de culpabilidad colectiva.

M.H.: Algunos ya han tomado distancia, como es el caso del Movimiento Evita. Otros se están dedicando a la farándula, como Ottavis que ya aparece como un personaje alejado de la política, siendo uno de los dirigentes claves de La Cámpora.

C.K.: Sí, porque hay una situación muy crítica dentro del espacio kirchnerista entre los que toman distancia, que lo están haciendo volviendo al Partido Justicialista, o sea, una medida regresiva.

M.H.: O el caso de «Chino» Navarro, buscando el acuerdo con Massa.

C.K.: Pero la dificultad más importante la tiene el sector más progresista, el que intenta mantener la fidelidad a lo que entienden que eran las banderas de la década pasada y no tienen respuesta frente a este problema de la corrupción.

Pero yo creo que no hay que perder de vista que el origen de la corrupción es el capitalismo, sino no podemos explicarlo, lo justificamos como el periodista que dijo que la corrupción es necesaria porque es la única forma de manejar el poder contra los poderosos. Argumentos completamente absurdos. Un proyecto progresista a través de la corrupción.

Yo tengo una conclusión más contundente, para mí lo que hay son dos modelos de corrupción, uno es el que podríamos denominar berreta, el del kirchnerismo, de bolsos, joyas, bóvedas, cuevas, etc. Y está la corrupción más tradicional del macrismo, con paraísos fiscales, con estafas de guante blanco.

Son dos modelos con sus dos personajes, el típico de la corrupción kirchnerista es López, con ese episodio grotesco y bochornoso. Y el personaje que yo creo es representativo de la corrupción macrista es Melconián, porque el hombre litigó contra el país con Griesa, o sea compró títulos del Estado argentino e hizo la causa con Griesa. Luego de ganar millones con eso, acaba de declarar que tiene un patrimonio millonario en el exterior y que lo va a seguir manteniendo allí «para cuidar el patrimonio de sus hijos». Melconián es el grotesco de los ceos del gabinete, el hazmerreír. Su mano derecha podría ser Aranguren, otro caso del mismo tipo.

M.H.: ¿Cómo ves a los sectores populares?

C.K.: Es importante siempre bajar un cambio y no perderse en las alturas. Creo que este primer semestre lo que ha demostrado es una resistencia popular importante que sirvió para ponerle un límite al ajuste. Creo que Macri ha enfrentado muchos paros, muchas movilizaciones, en lugares como en la Patagonia acciones de gran masividad y me parece que eso lo obligó primero a frenar la avalancha de despidos. Recordemos que en su escritorio hay una lista de despidos de un millón y medio de estatales; Bullrich no pudo aplicar el protocolo anti piquetes, y este retroceso de ayer con el tarifazo del gas, tiene que ver con las cautelares de jueces que percibieron el malestar social pero, sobre todo, con una oleada muy creciente de rechazo a los tarifazos que estaba ascendiendo. Hemos tenido un semestre donde vimos el principal acto sindical conjunto de las últimas décadas, que reunió un número muy significativo de personas y después hemos visto movilizaciones estudiantiles y docentes muy importantes. Creo que la movilización sindical fue importante aunque la burocracia sindical de la CGT lo salvó a Macri de una explícita derrota en las calles.

M.H.: Como dijo Luis Barrionuevo el otro día «no me hablen de Moyano que firmó un 37% que va a terminar de cobrar dentro de un año cuando la inflación será del 42%».

C.K.: Si sumamos todos los datos de la movilización social, es un escenario de resistencia activa, de decisión popular de poner límite al ajuste de Macri y de un alto nivel de deliberación y activismo político que se demostró en la marcha del 24 de marzo. Pero además si comparás la Argentina con otros países de la región, ves un compromiso de construcción militante, un nivel de afiliación sindical, de participación de los activistas de lo que ocurre por abajo muy intensa. Yo creo que está abierta la pulseada y vamos a ver cómo se desarrolla.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.