La visita oficial de Enrique Peña Nieto a Madrid ha estado marcada por las protestas. Más de 30 colectivos han firmado el comunicado «Malvenida» al presidente, que se leyó ayer tarde a las puertas de la embajada de México. Este acto supuso el cierre a una jornada de lucha que comenzó en el Teatro Real, […]
La visita oficial de Enrique Peña Nieto a Madrid ha estado marcada por las protestas. Más de 30 colectivos han firmado el comunicado «Malvenida» al presidente, que se leyó ayer tarde a las puertas de la embajada de México.
Este acto supuso el cierre a una jornada de lucha que comenzó en el Teatro Real, donde tuvo lugar el foro organizado por el grupo PRISA «México, reformar para crecer». Al foro, que se celebró a primera hora de la mañana, se acercaron una treintena de activistas con pancartas en las que se podía leer «Fuera Peña Nieto por corrupto y extorsionador» o «No al feminicidio». Todas las personas que participaban en la protesta fueron identificadas por la policía.
Dos de los manifestantes consiguieron entrar al acto e increpar al presidente mexicano, ambos fueron desalojados rápidamente. «Nos redujeron y nos sacaron de la sala, la consigna que daban a los agentes que nos habían detenido era que nos llevaran a un sitio discreto. Nos tuvieron retenidos una hora», nos comenta Luis Miguel García, de la Plataforma de Apoyo y solidaridad con Chiapas y Guatemala, uno de los desalojados. «Pasado este tiempo nos dejaron ir, pero con una denuncia por alteración del orden público», dice. Peña Nieto acudió al acto, invitado por Juan Luis Cebrián, presidente del diario El País.
«La línea editorial de El País respecto a los conflictos que se están viviendo en México está clara desde hace tiempo, este foro no hace más que confirmar los estrechos lazos que unen a su grupo editorial con el gobierno Mexicano. No por casualidad tienen en su consejo de administración al expresidente Zedillo», nos comenta Rosa Martín, una de las manifestantes identificadas. «Por poner un ejemplo, es escandaloso el tratamiento que están dando al tema del conflicto en Chiapas», comenta.
Las llaves de oro
En torno a las 16h, Peña Nieto llegaba a la plaza de Cibeles, donde estaba previsto que la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, le hiciera entrega de las llaves de oro de la ciudad. En esta misma plaza le esperaban un grupo de manifestantes que no pararon de increparle, al grito de «Peña Nieto Asesino» o «Atenco Vive, La lucha Sigue». Un par de personas trataron de acceder a la terraza del Ayuntamiento para colgar una pancarta, pero fueron interceptadas cuando accedían al edificio. «Es increíble el blindaje que tienen estos personajes, a nosotras nos identificaron nada más entrar en el Ayuntamiento y nos registraron los bolsos; por supuesto se quedaron con nuestra pancarta y nos tomaron los datos», nos comenta una de las activistas identificadas.
El acto final tuvo lugar en las inmediaciones de la embajada de México. En torno a las 19h comenzaron a llegar personas de diversos colectivos. Los efectivos policiales no permitieron a los participantes manifestarse en la puerta de la embajada y los obligaron a ponerse a lo largo de la calle para no interrumpir el paso de los transeúntes, pese a que era una concentración para la que se había pedido autorización. Entre fuertes medidas de seguridad, que provocaron, incluso, las protestas de la prensa que trataba de cubrir el acto, se leyó el comunicado de «Malvenida a Peña Nieto». En el texto se hizo mención al asesinato, en la toma de posesión de presidente, del activista Francisco Kuykendall a manos de la policía. Asesinato que continúa impune ya que el principal testigo Teodulfo Torres Soriano, que grabó la agresión, se encuentra en la actualidad desaparecido. Asimismo se hizo referencia a los 1.997 asesinatos de mujeres impunes que se perpetraron mientras Peña Nieto fue Gobernador de México y al reciente asesinato del maestro zapatista Galeano, que ha supuesto un duro golpe para el movimiento.
Los crímenes de Peña Nieto
En relación a este asesinato y como homenaje al maestro, algunos participantes portaban caretas de Galeano con el típico pañuelo zapatista, el paliacate. «Es indignante que un persona que ha ordenado personalmente la represión brutal que se dio en Atenco, no olvidemos que las fuerzas de seguridad asesinaron a un niño de 14 años, a un joven de 20 y que torturaron y violaron a 26 mujeres en la los propios furgones policiales, sea recibido con honores», declara Clara Redal, de la Plataforma de Apoyo y solidaridad con Chiapas y Guatemala a DIAGONAL. «Es irónico que con esta visita quieran firmar un ‘pacto anticrimen’, mientras no hacen referencia a ninguno de sus crímenes», denuncia.
«Con estos actos hemos querido expresar nuestro frontal rechazo a que gobernantes sobre cuyas espaldas pesan crímenes y abusos como los perpetrados en Atenco, gobernantes que ningunean el feminicidio o el sufrimiento de los pueblos indígenas en su lucha por la autonomía sean recibidos y agasajados.» con esta declaración de intenciones cerraba el comunicado que fue leído por Lola Sepúlveda del Centro de documentación sobre Zapatismo de Madrid.
Fuente original: https://www.diagonalperiodico.net/global/23167-madrid-recuerda-pena-nieto-sus-crimenes.html