Alrededor de 300 hijos de presos y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO), marcharon por las calles de la ciudad, previo a su festejo por el Día de Reyes, y con consignas, demandaban la liberación de sus papás o madres aún detenidos. Al frente de la movilización de los menores, […]
Al frente de la movilización de los menores, 10 de los infantes, apoyados por adultos, enarbolaron una manta negra, con la leyenda escrita con letras de colores: «Presos políticos, libertad. Gracias’.
Además de los juguetes que les solicitaron a los Santos Reyes, y que ya los esperaban en la Plazuela del Carmen Alto, donde al final del festival infantil se los entregarían, los hijos de militantes de la APPO llevaban también peticiones especiales.
Los hijos de los presos pedían la libertad de sus progenitores, recluidos en los penales de Miahuatlán de Porfirio Díaz y Tlacolula de Matamoros.
Tras casi siete de meses de conflicto, mismo que estuvo marcado por enfrentamientos entre la APPO y policías municipales, estatales y federales, los hijos de los ‘appistas’ demandaron ‘cambiar a los uniformados por juguetes y flores en el Zócalo de la ciudad’, donde esa organización estableció su centro de operaciones.
Mientras caminaban, los menores, varones y mujeres -ataviadas algunas de ellas con trajes regionales-, llevaban en las manos globos blancos, sujetados por listones del mismo color, que soltaron al llegar a la Plazuela del Carmen, con lo que concluyó el festival infantil, y antes de que comenzaran a recibir sus juguetes.
Cuando pasaron frente a las barricadas de mallas metálicas levantadas por las policías Municipal y Preventiva del estado para acordonar los accesos al templo de Santo Domingo, los infantes, como los adultos de la APPO, comenzaron a corear consignas en contra de la presencia de la fuerza pública.
Luego de recorrer más de 20 calles bajo los rayos del sol, los hijos de los presos y militantes de la APPO arribaron a la Plazuela del Carmen Alto, donde los esperaba su festival, más de 100 roscas de reyes para partir y una decena de piñatas que romper.
Ahí, los niños disfrutaron de canciones infantiles interpretadas por el grupo Raíces, de cuenta cuentos, y de los miles de juguetes que recaudó la asamblea en su ‘Appojuguetón’, aunque a no más de 10 metros distancia, estaba la vigilancia policiaca.
Según los organizadores del festival infantil, el número de juguetes que se repartió a los menores fue mayor que el que reunió en un mes de promoción una repetidora de una televisora nacional.