Los sectores sociales afines a Evo Morales señalaron a través de una resolución emitida al final de una manifestación que defenderán a ultranza la Asamblea Constituyente y el proceso de cambio que encabeza el presidente de Bolivia.
Unos 10.000 campesinos, indígenas y cocaleros reunidos en la sureña ciudad de Sucre decidieron defender «hasta con nuestras vidas, la Asamblea Constituyente y éste proceso irreversible de cambios profundos, impulsados por la fuerza histórica de nuestros pueblos y naciones indígenas originarias campesinas junto a las organizaciones sociales populares», según la resolución. El Gobierno y la dirigencia sindical que respalda a Morales convocaron a la denominada Cumbre Social para contrarrestar la ola de protestas que desde el 15 de agosto acosaron a la Constituyente.
La intención era reunir a 100.000 personas, pero el oficialismo estuvo lejos de cumplir su meta.
Según dijo el dirigente campesino, Isaac Ávalos, la poca convocatoria se debió a la falta de recursos y medios.
Temores
La cita se realizó con grandes temores de enfrentamiento en Sucre, sin embargo, el único incidente registrado tuvo que ver con el hostigamiento con petardos a la casa de la alcaldesa de la ciudad, Aydée Nava.
La concentración, por lo demás, fue pacífica y eso se debe a que el domingo la dirigencia de Sucre decidió suspender las medidas de presión porque la Corte Superior de Justicia de ese distrito falló a favor de que la Constituyente vuelva a tratar el traslado de la sede de los poderes que ahora funcionan en la Paz. Los miembros de los sectores sociales reunidos el lunes aprobaron una resolución referida a la situación política del país y un manifiesto que abarca temas sociales y económicos que apuntan a la supremacía del Estado en el modelo económico.
El eje del primer documento tiene que ver con el respaldo total a la Constituyente y el rechazo a las acciones de los opositores, entre los que incluyen a los dirigentes de Sucre.
Sucre es la capital de Bolivia y el lugar donde sesiona la Asamblea Constituyente, pero no la sede de Gobierno.
Resoluciones
En contra de esa capital los manifestantes aprobaron tres resoluciones. La primera instruye el desacato de un fallo judicial que exige a la Asamblea volver a tratar la demanda de Sucre de trasladar los poderes.
La segunda exige el traslado de las sesiones de la Constituyente en caso de que no hubieran garantías en Sucre. Y, la tercera, pide que el Congreso del aniversario patrio, que se celebra anualmente en Sucre el 6 de agosto, se traslade a otras regiones con carácter rotativo.
Los sectores sociales decidieron además, dar su pleno respaldo a la presidenta de la Constituyente, Silvia Lazarte, y al presidente Morales.
Finalmente, las organizaciones decidieron declararse en estado de emergencia y vigilia permanente para defender la Constituyente.
Oposición
El dirigente cívico de Sucre, John Cava, calificó las decisiones de la Cumbre Social como una afrenta directa, seguramente digitada por el Gobierno.
Mientras en Sucre se concentraban los indígenas y campesinos afines a Morales, en La Paz otros grupos también partidarios del Gobierno salieron a marchar para exigir que la sede de los poderes no se mueva. La directiva de la Constituyente dispuso el fin de semana la suspensión del foro por un mes para bajar la tensión que amenazaba con enfrentar a civiles en Sucre.
El principal partido opositor, Podemos, se reunió también para exigir un diálogo nacional sincero.
En esa misma línea, el presidente del Comité Cívico de Santa Cruz exigió que el receso de la Asamblea no sea para terminar de hundir a la Constituyente sino que sirva para que «nos sentemos todos juntos, a hacer consensos y así, mediante el diálogo, a lograr una nueva Constitución hecha entre todos los bolivianos».
Tanto el Gobierno como la directiva de la Asamblea Constituyente decidieron encarar procesos de diálogo, sin embargo, se resisten a restituir en el debate del foro la demanda del traslado de los poderes a Sucre.