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Cierran la campaña por la autonomía en Santa Cruz

Marinkovic a los cruceños: «Les pido con el alma que participen y que su voto sea por el sí»

Fuentes: Bolpress

El prefecto de Santa Cruz Rubén Costas y el presidente del Comité Cívico Branco Marinkovic no dudan de que la mayoría de los cruceños aprobará los estatutos autonómicos del departamento en el referéndum del 4 de mayo, pero no están tan seguros de que la victoria sea contundente. Por eso convocaron varias veces al pueblo […]

El prefecto de Santa Cruz Rubén Costas y el presidente del Comité Cívico Branco Marinkovic no dudan de que la mayoría de los cruceños aprobará los estatutos autonómicos del departamento en el referéndum del 4 de mayo, pero no están tan seguros de que la victoria sea contundente. Por eso convocaron varias veces al pueblo a participar «sin complejos» en la consulta del domingo y votar por el sí.

Costas y Marinkovic fueron los únicos oradores en el acto de cierre de campaña por el sí la autonomía este miércoles en la rotonda del Cristo Redentor en el centro de la capital cruceña. Ambos dirigentes se esforzaron por legitimar el acto electoral del domingo, desconocido por el gobierno, la Corte Nacional Electoral y la comunidad internacional; y por demostrar que el proyecto autonomista no representa los intereses de empresarios y latifundistas, como aseguran prácticamente todos los movimientos sociales del país.

Diferentes encuestas muestran que la abstención electoral tiende a crecer. Costas enfatizó que el 4 de mayo Santa Cruz ratificará la autonomía con un sí «sin complejos» por la vida, por la democracia, por la libertad y «por nuestra forma de ser». «Vamos confiados de la victoria, pero sin bajar la guardia. Vamos por el sí a la autonomía que ya ganamos el 2 de julio de 2006 y que ganaremos una vez más».

«Faltan cuatro días para un nuevo amanecer para toda Bolivia. Estamos a cuatro días de ser verdaderamente autónomos. Les pido con el alma que participen y que su voto sea por el sí, por un futuro mejor, por la unidad de la patria, por una sociedad solidaria y justa, por el empleo, por una economía fuerte», clamó Marinkovic.

El prefecto y el líder cívico hicieron énfasis en la necesidad de que la victoria del sí sea «contundente» para demostrar a la comunidad internacional que la autonomía cruceña es legítima y que el pueblo cruceño que «no se doblega ante intereses ajenos».

Marinkovic dio gracias «al valiente y noble pueblo cruceño que aguantó los ataques del centralismo y de las fuerzas extranjeras que quisieron quitarnos nuestro sueño de autonomía» y aseguró que demostrarán al mundo que «en democracia la voz del pueblo es el voto y ese voto siempre es legal».

El líder cívico sugirió al gobierno, a la comunidad internacional y al presidente Hugo Chavez que no le tengan miedo al voto porque «no se puede callar al pueblo jamás. Nada ni nadie tiene derecho a frenar la voz del pueblo a través del voto».

Pese a las amenazas, agregó Costas, los cruceños no renunciarán a ejercer la democracia y hacer realidad sus legítimas aspiraciones. «Los autonomistas no queremos chicote, dinamita, palo ni rencores; el voto democrático es nuestra única arma».

La autonomía es de todos

El autonomismo cruceño no ha logrado mantener una imagen pública de movimiento social plural y democrático. Muchos sectores sociales observan que en Santa Cruz se está gestando una autonomía para los empresarios y los latifundistas.

En el cierre de campaña de este miércoles, Costas y Marinkovic repitieron que la autonomía «no tiene dueño, no tiene partido, no es propiedad ni instrumento de una clase social o grupo en particular», sino un ideal recogido de miles de cruceños, de la sabiduría del pueblo, de las voces de los indígenas, de los barrios y provincias.

«La autonomía es un ideal posible y cercano, es un sentimiento metido en el corazón y en los tuétanos de cada hombre y mujer de esta tierra bendita,

La autonomía mueve brazos y corazones de todos nosotros, con manos generosas y amables, sin importar diferencias sociales, visiones partidarias e ideológicas, o la procedencia de la gente que llegó de otros departamentos y lugares del mundo», aseguró Costas.

«Los autonomistas somos padre y madre, campesinos, agricultores, maestros, obreros y obreras, comerciantes, profesionales y valientes estudiantes. Somos hermanos indígenas autonomistas hasta el tuétano que nos enseñaron a gritar I yambae, somos hombres y mujeres que creemos en Dios», complementó Marinkovic.

Costas prometió que la autonomía «no será jamás un instrumento en beneficio de mezquinos intereses, no será herramienta para robarle sueño y esperanza y oportunidades a nadie, menos para acaparar riqueza y fomentar desigualdades. Yo y los que vengan luego estaremos firmes para luchar contra quienes quieran menoscabar el objetivo de justicia social, pluralidad y respeto a la diferencias, participación democrática plena y responsable, principios fundamentales de la autonomía».

Solos frente al mundo

Las elites cruceñas se preparan para el parto de una autonomía desconocida dentro y fuera del país. En su soledad, aseguran que la razón y el derecho están de su lado. La autonomía se basa en el derecho fundamental de los pueblos de ser creadores de su propio destino, parte esencial de la libertad de mujeres y hombres libres y profundamente demócratas.

En criterio de Costas, la autonomía es la fuerza de la «forma de ser» del cruceño, motor de su esperanza, signo de los nuevos tiempos. La lucha por la autonomía es justa porque es el camino correcto para los pueblos e instrumento efectivo para que el poder sea de la gente.

Marinkovic explicó que la autonomía permitirá al pueblo decidir cómo invierte sus recursos y cómo controla a sus autoridades. «Vamos a fiscalizar la plata del pueblo. Por la autonomía pongo la cara y el pecho. La autonomía es el verdadero cambio en Bolivia».

Según la dirigencia cruceña, la autonomía departamental no es un fin en sí mismo sino un sistema que mejorará la calidad de vida de la gente sin importar donde nació; que facilitará el control social de los asuntos públicos, y que fortalecerá a los gobiernos departamentales en beneficio de todos, privilegiando a los sectores más olvidados.

Defienden la democracia y la unidad

Costas asegura que los cruceños «creemos y defendemos la democracia, la Constitución, las leyes y no la manipulamos para nuestra conveniencias como lo hace el poder central hegemónico y totalitario que ha descargado todos sus odios y nos ha querido intimidar y aplastar con la fuerza, con la invasión de huestes fanáticas e irracionales (…) Amenazaron con guerra civil, sembraron el odio, manipulando a sus partidarios diciendo que autonomía es división de la patria. Mentiras y perversidades… (Derrocharon) recursos públicos en una campaña nacional e internacional nunca vista, mentirosa, falsa, sucia…».

El prefecto cruceño aseguró que la autonomía departamental solo podrá existir dentro de una nueva Bolivia con una nueva organización del Estado. El centralismo no es Bolivia. El centralismo no ha hecho nada por El Alto, La Paz, el chaco, los valles y la llanura, «solo ha servido para que los neoliberales hoy pintados de azul sigan viviendo del Estado y de los recursos de todos».

El dirigente regional confía en que la autonomía creará un nuevo país más unido y diverso, ya que el estatuto cruceño no rompe con Bolivia sino que la refuerza y empodera; solo redistribuye competencias antes irracionalmente centralizadas. «Al votar por el estatuto autonómico sellaremos un pacto político y social entre todos y para todos».

Marinkovic está convencido de que en Santa Cruz se siembra la semilla de la democracia, la libertad y del país de las autonomías. «El mundo entero verá que somos un pueblo pacífico, no importa donde hayamos nacido, tenemos los mismos problemas y necesidades, nos preocupa el empleo, economía y unidad de la patria. Queremos autonomía de todos y para todos, para derrotar al único enemigo de Bolivia, la pobreza».

Costas es más optimista: «El 4 de mayo haremos de la autonomía la garantía de la unidad de Bolivia. Empezaremos una nueva etapa histórica sin olvidar lecciones del pasado y nuestras raíces. Se unirán luego Beni, Pando, Tarija, Chuquisaca, Cochabamba y más adelante Bolivia toda (…) El 4 de mayo votaremos por la ‘tierra sin mal’ (ideal del pueblo indígena guaraní, al que Costas le niega tierra en el chaco) y empezaremos a construir desde las regiones la ‘tierra sin mal’ para todos los bolivianos».