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Más pirata seras tú

Fuentes: Conciencia y Revolución

    Muchos creen, en su ingenuidad, que el principio del copyright es un principio ético y por lo tanto justo, que ayuda al autor intelectual de la obra y promueve la producción de nuevos conocimientos. La verdad es que si el copyright promueve la producción cultural en general es simplemente por déficit del sistema; […]


 

 

Muchos creen, en su ingenuidad, que el principio del copyright es un principio ético y por lo tanto justo, que ayuda al autor intelectual de la obra y promueve la producción de nuevos conocimientos. La verdad es que si el copyright promueve la producción cultural en general es simplemente por déficit del sistema; sobre eso hablaré mas adelante.

 

Comencemos por el principio: ¿De dónde viene el conocimiento?. El primer principio que vamos a manejar es que todo conocimiento viene del hombre (aquellos metafísicos y religiosos que lean el artículo asúmanlo por lo menos para simplificar el problema, no quiero ser responsable de las contradicciones existenciales de nadie). Ahora en pro del progreso humano éste conocimiento debe ser pasado de generación en generación, sea oral, escrito o de cualquier otra forma, para que los nuevos hombres no empiecen el conocimiento desde cero y creen nuevas ideas desde una base más sólida; la base de las experiencias de los antepasados. Por supuesto ésto puede ser tan simple como una madre enseñándole a su hijo que alimentos no debe de ingerir.

 

Es absurdo asumir que nuestras ideas se basan del vacío, por que ha habido un proceso de aprendizaje constante durante toda nuestra vida de las experiencias e ideas de una cantidad inimaginable de personas, sobre todo en la actualidad. De hecho la mayoría de las nuevas ideas es simplemente el enlazamiento congruente de varias ideas anteriores. La originalidad de una idea en verdad abarca un porcentaje pírrico (sí, ahora esta de moda la palabra), todo lo restante es conocimiento colectivo acumulado.

 

Voy a dejar el punto anterior un momento para atacar mas adelante con más fuerza, quiero tocar otro asunto importante: la dependencia del individuo con la sociedad. Eso es bastante obvio, no lo voy a desarrollar, pero pareciera que la mayoría de los académicos, estudiantes y científicos lo olvidaran. Nuestro tiempo de estudio, investigación y producción intelectual es tiempo ocioso; es decir la humanidad a avanzado lo suficiente como para que pocas personas pueda mantener a muchas personas. Claro es una red de relaciones mucho más compleja, pero si vamos cortando la tela lo que queda es un puñado de gente que con su trabajo manual mantienen a aquellos haciendo trabajo intelectual. Pero claro, estamos en un sistema de intensa explotación, donde además la mayoría de la gente está convencida de que es lo justo (por eso del sudor de la frente), en donde no se le reclama al estudioso, es decir el ocioso, que devuelva lo que ha aprendido a la sociedad que lo ha mantenido. La que le da los zapatos, el papel de los libros, los instrumentos de medición, la batica, la papa, etc.

 

En fin el trabajo intelectual tiene la necesidad de dos cosas primordiales: tiempo para hacerlo y conocimiento en que se base la nueva idea. Ambas dadas por la sociedad, sin embargo el autor se apropia del nuevo conocimiento en un ejercicio egoísta y desagradecido, aclamado como «derecho» por el capitalismo. Para nada estoy diciendo que un productor intelectual no deba recibir méritos por lo que ha hecho, merece eso y por supuesto ser pagado por su trabajo, pero no debe apropiarse del resultado, si viviéramos en una sociedad equitativa donde todos trabajáramos para todos, el copyright sería absurdo. El conocimiento es social y por lo tanto pertenece a la sociedad.

 

Todos los argumentos anteriores son suficientes para darse cuenta de la irracionalidad del copyright, sin embargo voy a ser condescendiente con los «pragmáticos» y voy a presentar datos interesantes que revelan la inviabilidad del «derecho de copia».

 

El copyright es una trampa. Como su nombre lo dice, el «derecho de copia» fue en un principio creado para proteger al autor de la obra de las editoriales y/o publicadoras, otorgándole al primero potestad sobre la reproducción de su material, su historia se remonta desde la imprenta. Pero éste principio (que de por sí esta errado como se demostró anteriormente), se ha convertido en la actualidad en todo lo contrario, ahora protege primero a la industria en vez del autor. En Estados Unidos, en los últimos 40 años las leyes pertinentes al copyright se han extendido unas 11 veces. Hasta el punto de que el derecho de copia sobre una obra se mantiene unos 70 años después de la muerte del autor, obviamente ésto no le hace ni cosquillas al autor, es beneficio para la industria. La industria a través del copyright tiene tanto control de las ideas que hasta textos de pseudo religiones, como la Iglesia de la Cienciología, están protegidos por copyright.

 

Además el principio de promover la creatividad se ha transfigurado por el mórbido placer del dinero. Todos sabemos que la industria musical, por ejemplo, realmente no esta para promover nuevos talentos, sino para crear celebridades, son sus máquinas de dinero. El arte no es el único ultrajado, también la ciencia. El copyright obstaculiza la diseminación del conocimiento científico en conjunto con el sistema de patentes; un ejemplo interesante nos lo da a conocer Richard Stallman (padre del movimiento del software libre):»muchas revistas científicas en internet demandan un pago para poder leer sus artículos con la excusa de que deben pagar altos gastos por mantener su sitio en la red. Este «problema» es consecuencia de la misma «solución». Dale a todos el derecho de copiar el artículo y bibliotecas alrededor del mundo ayudarán a suplir la demanda en su sitios en internet. Esta solución descentralizada reduce el ancho de banda de la red proveyendo acceso más rápido, mientras que que protege los registros de que sean borrados accidentalmente»¹.

 

 

Hay otro problema bastante grave con el copyright y es que por culpa de esa política se esta perdiendo mucha información escrita, musical e audiovisual. Voy a dar dos casos puntuales para terminar:

 

1.- En Estados Unidos en 1930 fueron publicados 10.027 libros de los cuales solo 174 siguen en impresión, los otros 9.853 libros no son preservados simplemente por que no son populares, no regresan un beneficio económico. Eso quiere decir que obras científicas especializadas que por supuesto tienen un objetivo muy pequeño de personas, serán perdidas.

 

2.- De acuerdo a un estudio realizado por AMPAS (Academy of Motion Pictures Arts and Sciences) a principios de Noviembre del año pasado, la preservación de una película digital puede costar $208.569 al año. Todo ésto básicamente por que se necesita convertir la película a un nuevo formato cada 5 años, por culpa de políticas de copyright.

 

Dejenme recordar una vez mas, que así ninguna de estas transfiguraciones del copyright existieran, el concepto per se del derecho de copia esta mal planteado, soportando ésto en todo lo dicho al principio del artículo. El único que tiene poder sobre el conocimiento es la sociedad misma, no los individuos.

 

 

 

Me llamas pirata² por que comparto información con mis amigos. Más pirata seras tú.

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¹Traducido, resumido y filtrado de palabras complicadas del artículo original en inglés titulado «Science Must «Push» Copyright Aside».

 

²La palabra pirata era en un principio usado por autores para designar a publicadores que enmarañaban leyes para conseguir derechos de copia, ahora el significado es todo lo contrario.

 

 

 

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