Desde hace tres semanas, centenares de ciudadanos de clases medias y populares expresan diariamente en las principales radioemisoras locales su respaldo y agradecimiento a un poco más de medio millar de médicos cubanos que brindan atención sanitaria gratuita en el campo y ciudades de Bolivia. La presencia de los galenos de Cuba es muy cuestionada […]
Desde hace tres semanas, centenares de ciudadanos de clases medias y populares expresan diariamente en las principales radioemisoras locales su respaldo y agradecimiento a un poco más de medio millar de médicos cubanos que brindan atención sanitaria gratuita en el campo y ciudades de Bolivia.
Este miércoles, por ejemplo, una nutrida marcha de sindicatos y organizaciones laborales, aglutinadas en torno a la Central Obrera Departamental de Santa Cruz, tomaron las calles para expresar su respaldo a la labor de los cubanos y para condenar a la Embajada norteamericana que no deja de presionar al gobierno de Evo Morales, para que acorte la presencia de los médicos enviados por Fidel Castro. La marcha llegó hasta las puertas del Colegio de Médico de Santa Cruz, donde también se expresaron críticas a los profesionales bolivianos que carecen de solidaridad y sensibilidad social.
Uno de los dirigentes de la Central Obrera cruceña dijo que esta movilización de solidaridad de los trabajadores era también para pedir a los médicos bolivianos actuar sin egoísmos y que dejen trabajar a sus colegas cubanos que cumplen una labor altruista en el país. Los médicos cubanos realizan desde hace tres meses una campaña de atención de cirugías gratuitas para la gente de escasos recursos, que en Bolivia son muchos y muy pobres.
El apoyo médico cubano mereció de principio el rechazo de la Embajada de Estados Unidos que manifestó claramente su molestia por la permanencia indefinida en territorio nacional de medio millar de médicos cubanos, demandando su retiro inmediato, lo que no fue aceptado por el presidente Evo Morales.
«Los 591 médicos cubanos que llegaron al país el 25 de febrero para atender a cientos de víctimas de los desbordes de ríos y mazamorras, producto de las intensas lluvias, se quedarán en el país hasta que el gobierno del presidente Evo Morales así lo disponga», había dicho hace un mes la ministra de Salud y Deportes, Nila Heredia, en respuesta a la presión norteamericana que, pese a ello, no cejó en su intento y, por el contrario, activó con otras organizaciones de profesionales para lograr el retiro de los cubanos.
Una de estas entidades, la Federación Departamental de Profesionales de La Paz, que dice agrupar a 16 Colegios de profesionales, demandó este domingo el retiro de los profesionales cubanos y venezolanos, que ayudan en sendas campañas de atención médica y combate al analfabetismo, dos males que son muy agudos en Bolivia.
«Consideramos injusto que se permita un ingreso masivo de profesionales extranjeros (venezolanos y cubanos) para prestar servicio que pueden ser desarrollados por profesionales bolivianos. Este hecho significa desconocer la capacidad de los profesionales nacionales y representa un atentado a un derecho humano: el derecho al trabajo reconocido por nuestra Constitución Política del Estado», señala el documento de esta asociación que representa a todos aquellos que han hecho de su profesión un instrumento exclusivo para el lucro, sin importarles ni la suerte y menos la salud de los bolivianos más humildes y pobres.
«Los médicos bolivianos que reclaman por la presencia de los cubanos son capaces de dejar morir a la gente. A ellos sólo les interesa el dinero, nunca han atendido a los pobres, menos en el campo», dijo, en respuesta, Gonzalo Martínez, uno de los tantos oyentes de la radio Panamericana de La Paz, que como muchos ha tomado partida a favor de los cubanos.
Otro oyente, Francisco Mamani, tampoco se calla y asegura que mucha gente que no conoce el área rural opina de manera errónea la labor que están realizando los médicos cubanos. «En primer lugar habría que tomar muy en cuenta que los habitantes del área rural son personas de escasos recursos y cuanto bien hacen estos señores profesionales médicos cubanos a todo esa gente que necesita de un profesional. Lástima por los médicos bolivianos que en vez de hablar y difamar no pueden organizarse y hacer una labor de acción social en todo el territorio nacional», dijo.
Según las estadísticas oficiales remitidas a ECONOTICIASBOLIVIA, en 90 días de estancia en Bolivia los médicos cubanos han tratado a más de 450.000 pacientes y han salvado la vida de más de 810 de ellos. Solamente en los tres centros oftalmológicos que ya funcionan en las tres principales ciudades de Bolivia, como Cochabamba (Villa Tunari), Santa Cruz y La Paz, más de 7.300 pacientes han sido operados y han recuperado su visión con la Operación Milagro. Contando a los bolivianos operados en La Habana la cifra llega a 9.005 pacientes. En Cuba estudian hoy 4.502 estudiantes bolivianos becados de un total de 25.000 estudiantes latinoamericanos que están en aquel país.
Datos y cifras que son elocuentes para un país desangrado por la mortalidad infantil, la desnutrición y el abandono secular del Estado. En Bolivia cada año mueren 15 mil niños por causas fácilmente prevenibles y curables y tres mujeres gestantes fallecen cada día por las mismas razones. Motivos suficientes para que aquellos que nunca han recibido la atención médica gratuita repudien la presión de la Embajada de Estados Unidos y la mezquindad de muchos de los médicos bolivianos.
Desde Sucre, Juan Echalar no tiene dudas: «la gente que no quiere la ayuda de los médicos cubanos, es gente negativa. Los grandes empresarios que lucraron con el esfuerzo de los bolivianos, es gente negativa. Gente que quiere acallar la voz del pueblo boliviano, es gente negativa».
En Santa Cruz, María Silva no se calla y denuncia que los médicos bolivianos dan un maltrato, descortés y discriminatorio a los pacientes. «Yo pienso que estos señores con esa forma que tienen de tratar a los pobres y discriminando a los humildes, no van a conseguir nunca un trabajo».
Carmen Ríos de La Paz sólo tiene palabras para agradecer a los médicos cubanos por las cirugías que están realizando en el país sin ningún interés. «En los anteriores gobiernos nunca se hicieron cirugías gratuitas, me parece que todo esto (las críticas contra los cubanos) es político para desubicar a la población. Yo les diría a los médicos bolivianos que piensen antes de hacer daño a la gente, porque ellos nunca prestan servicios desinteresados, si uno tiene dinero lo atienden bien y si no tiene dinero lo atienden como a un perro», se quejó.
Otro paceño, Antonio Pérez está disgustado con los que critican a los médicos cubanos y a los que vinieron a alfabetizar al país. «Me parece muy mal que la gente se oponga a que nuestros ciudadanos aprendan a leer y escribir, a ver la luz. Igual con los médicos cubanos que vengan a curar gente y salvar vidas humanas ¿Qué se opongan a eso?», dice y muchos dicen como él.
El viceministro de Salud, Juan Alberto Nogales, reitera que los médicos bolivianos están distorsionando la ayuda del gobierno cubano, cuestionando la presencia de los galenos de la isla. Dijo que los profesionales cubanos están desarrollando programas en beneficio de la sociedad boliviana, sobre todo del área rural. «La presencia de los médicos cubanos en el país no representa ningún gasto para el Estado boliviano», aseguró.
En varios de los municipios del trópico de Cochabamba, en muchos poblados del Altiplano y otros pobres de Santa Cruz hay también críticas, pero por otras razones. Allí, donde aprieta la pobreza y la gente se cura bebiendo sus propios orines, quieren más médicos cubanos, más alfabetizadores, más bendiciones.
Pero las presiones de Embajada y de los Colegios médicos se acrecientan más y más, y algunos en el gobierno de Evo Morales parecen retroceder. «La permanencia o no de los médicos cubanos en el país dependerá de los informes que envíen los Sedes (servicios departamentales de salud), anuncia ahora la ministra de Salud, Nila Heredia. Los municipios corren con el gasto de alojamiento y alimentación dentro de sus capacidades, las brigadas sólo están en municipios del área rural, no en las ciudades, no existen viáticos, informa y asegura «que la evaluación que hagan los Sedes definirá si los médicos se quedan, dónde se quedan y por cuánto tiempo», explicó.
Pero la mezquindad y la miseria humana no tienen límites. El presidente del Colegio Médico de Bolivia, Fernando Arandia, insiste en la necesidad de que una comisión verifique la autenticidad de los títulos de médicos profesionales de Cuba.
«Lo que molesta es que vienen 600 médicos de Cuba para las provincias, puestos que deberían ocupar médicos bolivianos, sin cumplir con las normas del ejercicio legal de la profesión, gastan recursos económicos del país y crea insatisfacción en 2.500 médicos que se gradúan al año en el país. Lo que se cuestiona es a los médicos cubanos en las provincias, no así a los oftalmólogos que si son profesionales», dice.
En respuesta, el ministro de Educación de Cuba, Luis Ignacio Gómez Gutiérrez, en declaraciones a la Agencia Boliviana de Información asegura que los médicos cubanos que se encuentran en misión en Bolivia cumplieron con los seis años de estudio y dos años de especialidad. Además, que no reciben ningún beneficio económico del país donde ofrecen sus servicios gratuitos.
«Estos profesionales reciben toda su seguridad laboral y social en Cuba, reciben su salario como si estuvieran trabajando en Cuba. En eso radica la ayuda solidaria, como país nos quitamos un servicio, pero manteniendo la responsabilidad de pago, por lo que nuestros especialistas no desplazan laboralmente a ningún especialistas en el país donde están trabajando», dice.
En las calles la polémica continúa. Los sectores populares y las clases medias agradecen la solidaridad cubana, los otros, que no necesitan de médico gratuito para el cuerpo, aunque sí para el alma, siguen cuestionando a los enviados de Castro.