Lo que sigue es la carta remitida a Raúl Castells por el compañero Fernando Esteche, dirigente de Quebracho, actualmente prófugo por la persecusión política de que es objeto. En el día de hoy el dirigente de la CTD Aníbal Verón, Nicolás Lista, que fue a visitar a Castells en solidaridad con su lucha y en […]
Lo que sigue es la carta remitida a Raúl Castells por el compañero Fernando Esteche, dirigente de Quebracho, actualmente prófugo por la persecusión política de que es objeto. En el día de hoy el dirigente de la CTD Aníbal Verón, Nicolás Lista, que fue a visitar a Castells en solidaridad con su lucha y en repudio a la injusta prisión que padece, le entregó personalmente esta misiva.
«Compañero Raúl; cartas como esta son de las que duelen.
Digo que son de las que duelen porque quien la recibe está como rehén, padeciendo una injusta prisión, y quien la escribe está en la clandestinidad perseguido por el mismo régimen. Como sea resulta reconfortante que aún ni con todas esas rejas que quieren echarnos por el lomo, ni con la persecución más artera, pueden impedir que dos argentinos profundamente enamorados de su Pueblo podamos seguir estando en contacto, podamos seguir creyendo lo que creemos y luchando como luchamos.
Parafraseando a un hermoso poeta nacional quiero contarte, Raúl, que siento que somos parte de «los malditos», de esa estirpe de hombres y mujeres que perturban, que resultan nocivos para los planes luctuosos que reservan para el Pueblo los que mandan, esos mismos que pretenden a nuestra gente sumisa, estupidizada y que ponen el grito en el cielo cuando la descubren cuestionadora, luchadora y la advierten invencible. Ya lo marcaba el Libertador; «los argentinos no somos empanadas que se comen con sólo abrir la boca», si los gringos creen eso, hay hijos de este Pueblo dispuestos a demostrar la máxima de San Martín. Por mis compañeros y a través de los medios de comunicación puede seguir medianamente las alternativas de la Resistencia que estás protagonizando.
Resulta doloroso para mi no poder estar acompañándote, aportando a fortalecer esa pelea; pero tengo la firme convicción de que la fortaleza de tus ideas será tu mayor reserva de energía. Lo mismo la ignominiosa y pueril intención de disminuirte, de someterte, es la principal debilidad de esta maniobra represiva que pretende asolar a toda nuestra gente, a todos los argentinos.
Nos conocimos Raúl desde los tiempos postreros de la Plaza Lavalle y posteriores jornadas heroicas de nuestros compatriotas jubilados. Estuvimos juntos incluso cuando en soledad denunciábamos la vil maniobra del acuerdo de Olivos y en Paraná enfrentamos en la calle la consolidación de ese acuerdo en aquella vergonzosa Convención Constituyente, que alimentaron muchos de los que hoy se pavonean en el poder o en ese carnaval que llaman oposición responsable. Desde entonces y hasta aquí hemos compartido prácticamente todas las grandes y heroicas jornadas de lucha de nuestro Pueblo y eso ha afianzado en nosotros la confianza mutua y el sentido del compañerismo.
Raúl, van estas líneas con la sola intención de acompañarte, de hacerte saber que aquí, desde mi clandestinidad sigo luchando en la medida de mis condiciones, por la libertad de todos los presos políticos y el cese de las persecuciones.
Ojalá estos golpes tan duros sirvan por lo menos para alumbrar un camino de construcción de genuina unidad entre los que luchamos, tan necesaria y tan reclamada por los argentinos postergados.
No olvido el asado que nos debemos y que ya, en libertad y rodeados de hijos de este Pueblo vamos a comer.
En las otras oportunidades que te mantuvieron cautivo sabés bien cuál ha sido nuestra conducta y vaya si hemos compartido tardes enteras de mate en tus lugares de confinamiento. También vos y tus compañeros han sido solidarios cuando nos ha tocado a nosotros tener prisioneros o ser llevados a juicio. El enemigo sabe a quienes persigue. No es casual.
Desde aquí, desde nuestra Patria, te mando un gran y ferviente abrazo de compañero, te pido que no dudes en hablar con mis compañeros respecto de lo que necesites y contá con nosotros».
Fernando Esteche. MPR QUEBRACHO
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