En este momento, políticamente es imperativo frenar el genocidio del pueblo palestino, una barbarie social. Por razones eminentemente humanitarias con el pueblo palestino el gobierno mexicano debe inmediatamente romper relaciones con el gobierno israelí.
El gobierno de Andrés Manuel López Obrador debe apoyar con ayuda humanitaria (alimentos, medicinas, personal médico, etcétera) a la nación palestina; además, debe unirse al boicot comercial, cultural y deportivo contra el régimen sionista.
La historia de las relaciones diplomáticas del Estado mexicano con otras naciones es añeja y existen momentos que representan la dignidad de la soberanía nacional defendiendo sus intereses así como la dignidad solidaria con otros pueblos luchando por su democracia. El recuento del rompimiento de relaciones con otros países se remonta a 1930 cuando el gobierno posrevolucionario decidió romper, hace 94 años, con la URSS estalinista; en 1939, luego de la Guerra Civil en España, Lázaro Cárdenas desconoció la legitimidad del gobierno de Francisco Franco y su dictadura; en 1941 canceló relaciones con el gobierno alemán de Hitler; décadas después México rompió relaciones con los gobiernos de Guatemala, República Dominicana, Chile y Nicaragua.
En noviembre de 2022, López Obrador afirmó que el “Humanismo Mexicano” es el modelo de gobierno de la Cuarta Transformación. Si esto fuera así, el gobierno federal debería ser firme con tal principio político y, por tanto, consecuentemente romper relaciones con Israel. López Obrador dijo “reconocer el derecho a la legítima defensa de Israel”, pero no condena para nada el genocidio contra el pueblo palestino perpetrado por el régimen sionista. “México –afirmó el presidente en noviembre pasado– no romperá relaciones con Israel por la guerra en Gaza”. Muchos mexicanos no vemos las acciones enérgicas del actual gobierno a favor de la paz en Gaza ni la ayuda humanitaria para el masacrado y doliente pueblo palestino. La matanza en Gaza cumple casi medio año y el número de muertos alcanza más de 32 mil civiles, en su mayoría población infantil y femenil. Hablamos de una profunda crisis humanitaria en esa región donde México debe exigir un alto al genocidio y sumarse a otros países latinoamericanos como Bolivia, cuyo gobierno rompió relaciones con el gobierno de Netanyahu.
Exigimos al gobierno de López Obrador el rompimiento inmediato de relaciones diplomáticas con el régimen genocida israelí por motivos humanitarios, pacifistas, y contribuir al cese total del fuego criminal y terrorista el cual apoya el gobierno de Joe Biden.