La presidenta de México Claudia Sheinbaum Pardo, ha sido enfática, directa y argumentativa jurídica, política y socialmente al mencionar que la posible imposición del entrante gobierno de Donald Trump, de decretar a México Aranceles por importaciones del grado del 25 por ciento, so pena de que nuestro país pare la migración ilegal y la venta en el país del norte de fentanilo, no resuelve el problema de fondo y sí lo agrava.
Primeramente, porque quienes se verán directamente afectados son empresas estadounidenses del sector automotriz principalmente, que están asentadas en México, que como dijo el Secretario Marcelo Ebrard, “es un tiro en el pie”. Segundo, porque no es la amenaza anti diplomática en las relaciones comerciales las que deben prevalecer y ser pretexto de la solución de dos problemas sí, bilaterales, que aquejan a México y Estados Unidos, como son la migración ilegal de nacionales, centro y sudamericanos y, el consumo de fentanilo en los Estados Unidos, donde la autoridad del norte privilegia sobre la atención a grupos vulnerables de su país, la violación de derechos humanos y no la disminución mediante políticas públicas claras de consumo de drogas, fentanilo y venta clandestina y oficial de armas al por mayor, donde una arma corta o larga puede ser conseguida sin problema alguno, bajo el argumento de la defensa legitima.
Nuestra cercanía territorial con los Estados Unidos es una frontera de casi 3 mil 152 kilómetros, que también la comparten estados mexicanos como Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas, estados libres y soberanos que debieran tener también políticas públicas de atención a migrantes y disminución de drogas y armas, sin que deje de ser este tema uno de carácter federal, pero, el federalismo y la coordinación de esfuerzos se los impone. Y es el caso que en dichos estados fronterizos no existe aún una voz oficial que se sume a la demanda de la presidenta de México, de resolver este problema por la vía diplomática y poniendo a disposición presidencial elementos de solución.
La declaración del Senador Oscar Cantón Zetina de abrir nuevos socios comerciales como China no es ni descabellada, ni absurda como muchos pretenden verla, sino una salida económica seria y viable que México puede tener ante la amenaza comercial velada de E.U
Todos sabemos que México es utilizado por muchos actores delincuenciales para el tráfico de personas incluso de otros continentes y que Estados Unidos quiere ver a México como un laboratorio de drogas, que no corresponde a la realidad, porque precisamente el fentanilo proviene de países asiáticos y otras drogas sintéticas, en su afán de posicionarse en el mundo globalizado con venta de drogas de todo tipo.
Es cierto que tenemos problemas muy serios en casa como la inseguridad pública, la incertidumbre laboral por ser extorsionado entre otros, pero creemos que el gobierno actual está dando pasos firmes y seguros hacia adelante, para resolver problemas en el corto y mediano plazo; el operativo Enjambre coordinado por Omar García Harfuch, sienta las bases de ello, sin precedente en el corto plazo.
Un problema que Estados Unidos no quiere ver con México, su mayor socio comercial, es que es precisamente el país del norte el que pareciera no tiene un control e inventario de armas vendidas ni revisión periódica de su posesión con comprador original, basta ver lamentablemente que hasta menores de edad portan armas en sus mochilas rumbo a su “school” y utilizadas para masacres escolares o en actos religiosos. Y si nos preguntamos qué nos hace creer que no hay laboratorios de drogas sintéticas en Estados Unidos, como la venta ilegal de armas, para mencionarle al mundo somos los culpables de todos sus males, sin mencionar que son nuestros migrantes hermanos en su mayoría mexicanos, quienes hacen los trabajos que allá sus nacionales no realizan.
Deberíamos por tanto partir de declaraciones más sensatas y acertadas y no discursos que privilegian la polarización sobre el dialogo y la concertación internacional, surgida por siglos y tratados internaciones de todo tipo. Es cierto que debemos exigir al gobierno mexicano cumpla con su papel constitucional y en este sentido de relación bilateral lo está haciendo. El gobierno nacional debe cerrar filas con su Presidenta, para apoyarla y demandar del país del norte, un rato más respetuoso y un dialogo de altura como lo estamos haciendo con argumentos sólidos, jurídicos, políticos y comerciales.
Es el caso que diversos actores políticos de México de todos los partidos en el Congreso, están sumándose a tener un mejor trato de Estados Unidos, porque no se puede imponer a la fuerza un zapato estadounidense a México, cuando somos los que los diseñamos, es decir, la relación comercial es fuerte y debe seguir el camino de la bilateralidad consiente y normativa, obvio resolviendo problemas como de migración y drogas, pero por la vía de acurdo internacional y no la amenaza.
Rafael Marín Marín es Secretario General del Frente Nacional Jurídico en Defensa de la Constitución y el Estado de Derecho.
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