Dedicado a los 220 mil mexicanos fallecidos al corte que no tuvieron la oportunidad de vacunarse. En especial a mi amigo el Dr. Armin Arronte, médico veracrunano que dio su vida cuidando enfermos Covid.
Uno de mis primeros artículos que publiqué sobre Covid 19 fue precisamente cuando el estado mexicano asumía como inicio de la pandemia el 23 de marzo de 2020, sin contar que ésta inició y se regó como pólvora mundialmente el 15 de diciembre de 2019, de allí su nombre Covid19.
De esa fecha a la actualidad, se dieron en el mundo 161 millones 206 mil 768 contagios, que equivale a 313 mil contagios diarios, 13 mil por hora, 217 por minuto, 3 cada segundo. En caso de fallecidos 3 millones 345 mil 317 fallecimientos, que equivale a 6 mil 495 fallecidos diarios, 270 por hora, 4 cada minuto, 1 cada 15 segundos.
En México, a partir del reconocimiento erróneo oficial de contar a la pandemia el 23 de marzo de 2020, se han dado 2 millones 380 mil 139 contagios que equivale a 5 mil 950 contagios diarios, 247 por hora, 4 por minuto, 1 cada 15 segundos. En el caso de fallecidos, se han dado 220 mil muertes, 550 por día, 22 cada hora, 5 cada 15 minutos. Sin embargo la propia página oficial del gobierno mexicano https://datos.covid-19.conacyt.mx/ da por hecho que son 324 mil fallecidos lo que se deja para el anecdotario.
La pandemia causó daños brutales a todo el mundo, pero sobre todo dejó muertos que no tuvieron suerte de vacunarse, si así se le puede llamar la desorganización mundial de los estados vía ONU ante la falta de prevención y apoyo a la ciencia y la tecnología, sin que pueda argumentarse que nos tomó de sorpresa este maldito bicho, cuando hemos padecido otros virus que tuvieron atención inmediata.
No existe aún denuncias penales o civiles ni pedimento de indemnizaciones y responsivas, contra los estados en el mundo por sus gobernados, provenientes de los familiares de los fallecidos, bajo el argumento de que sus gobernantes no estuvieron a la altura de atención médica y derecho a la salud de sus familiares, pero existen intenciones de ello por lo que será tema de otro artículo.
Las vacunas contra Covid 19, empezaron a aplicarse en el mundo precisamente en 2021, cuando veíamos imágenes mundiales de gente que moría incluso en la calle, como pasó en Perú y ahora en la India, ante los ojos irreflexivos de los líderes del mundo, en especial de la ONU, ya no digamos sus cremaciones al aire libre y la vista de todos.
Muchos estados determinaron cerrar sus fronteras y aplicar medidas coercitivas sin que se haya argumentado violación de derechos humanos en términos generales, otros estados como México dejaron que fueran los propios ciudadanos quienes decidieran aislarse con el slogan “Quédate en casa”, aunque al final aplicaron sin decirlo medidas nacionales como decretos de aislamientos corresponsables que así les llamó donde se ordenaba la suspensión de actividades en general, trabajo en casa donde se les permitió, cierre de avenidas, que al final representó de facto y no de iure suspensión de garantías como libertad de tránsito y de trabajo, que por cierto hubiera sido mejor decretarlo desde origen porque la propia constitución lo permite para casos como éste, pero no se hizo ante una asesoría errona que hicieron los juristas del presidente López Obrador, al hacer una mala interpretación de suspensión de garantías para casos excepcionales como éste, al confundir la medida con toque de queda que es una expresión de gobiernos militares y no democráticos como el que decidimos tener.
Sobre todo, porque se trataba de disminuir el aforo en playas, ríos, plazas, etc, que eran para algunas temporadas o días, lo que al final si se hizo, pero por parte de alcaldes que en algunos casos cerraron literalmente el paso a quienes no fueran originarios de ese municipio.
Otro problema que padeció México en 2020, fue la confusión que se dio entre sus habitantes, al no saber o decidir si el “cubreboca” era necesario utilizarlo o no, confusión agravada ante un vocero oficial de visión obtusa, que ni al caso vale la pena mencionar porque gastamos líneas, pero que destacó por su papel de confundir a los mexicanos y recetarles literalmente diariamente, diapositivas y láminas que nunca entendimos, porque antes de ellas, se nos habló de curvas pandémicas, semáforos, etapas, que nunca vimos terminar. Al final de ese camino tortuoso, los mexicanos como dejamos de utilizar el cubreboca y hoy aun habiendo cerca de 12 millones de vacunados con dos dosis, de 120 millones, no dejamos de utilizarlo, que ha variado en precio y forma, incluso gente humilde ha fabricado los propios, sintiendo que ha sido parte fundamental para salvarles la vida, lo que otros no pudieron hacer. “así como se decía una cosa se decía otra” al grado de decir que “servía el cubreboca para lo que servía y no servía para lo que no servía”, declaración cantinflesca pura.
El caso es que aún seguimos preocupados porque faltan muchos por vacunarse y no por ello dejamos de tener medidas o protocolos de seguridad como son, el cubrebocas, la sana distancia, el lavado de manos y utilización de gel entre otros. Y quienes hemos sido ya vacunados con una o dos dosis, dependiendo el tipo de vacuna, seguros estamos que prácticamente fue un milagro que no falleciéramos en 2020 y que 2021 depende de nosotros no hacerlo. El mundo y México lloramos a nuestros muertos por Covid19 y es algo que jamás superaremos. Hemos sufrido mucho dolor, pero al mismo tiempo nos ha servido para salir adelante con arrojo y fuerza de voluntad.
No podemos dejar de reconocer infinitamente a todos y todas, médicos, enfermeros, trabajadores administrativos y demás que desde su trinchera fallecieron luchando contra covid 19 y, quienes siguen luchando todos los días contra este maldito bicho. Ejemplares –con errores si- han sido las jornadas de vacunación que se han perfeccionado día a día y debemos reconocerlo también.
Nuestros muertos ya arriba mencionados, no tuvieron oportunidad de vacunarse por causas diversa entre ellas porque la vacuna llegó tarde. Lo menos que podemos hacer por ellos es cuidarnos y seguir trabajando por lograr que más personas se vacunen, los estados cumplan con su papel constitucional en la materia, pero sobre todo seguir cuidándonos sin bajar la guardia, porque el bicho aprendió a mutar y seguramente a vivir entre nosotros, por lo que es urgente que los estados del mundo sean más responsables con sus políticas de salud y los ciudadanos más conscientes de que covid19 llegó para quedarse, como se han quedado otros virus más.
Rafael marín Marín es Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos del Estado de Veracruz COLPROTVER y Delegado estatal del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado INCDA, en México.