Han pasado ya dos años, del asesinato del periodista estadounidense Bradley Roland Will – el 27 de octubre de 2006 – mientras filmaba un enfrentamiento entre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y la policía del municipio de Santa Lucia del Camino. Brad Will tenía 36 años, era anarquista y documentalista del […]
Han pasado ya dos años, del asesinato del periodista estadounidense Bradley Roland Will – el 27 de octubre de 2006 – mientras filmaba un enfrentamiento entre la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y la policía del municipio de Santa Lucia del Camino.
Brad Will tenía 36 años, era anarquista y documentalista del Centro de Medios Independiente (CMI) en Nueva York, también conocido como Indymedia. Una iniciativa que surgió a final de 1999, para cubrir las protestas ocurridas en Seattle contra la Organización Mundial de Comercio (OMC). Brad documento movilizaciones en varios países de Latinoamérica; desde acciones del MST en el estado de Goiania en Brasil, los aymaras en El Alto Bolivia, las asambleas y cortes de avenidas de los Piqueteros en Argentina, acompaño «La Otra Campana» de los Zapatistas en la península mexicana y las barricadas en Oaxaca.
El caso de su asesinato, reaparece en medio de un escenario de persecución a varios miembros da APPO. Una nueva recreación de los hechos, realizada por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), contradice y descalifica las previas averiguaciones sostenidas por la Procuraduría Generaral de la República (PGR). El nuevo argumento (con bases en fotografías y videos) afirman que los dos disparos que mataron a Brad Will, no se realizaron a una distancia de dos metros como asegura la PGR y lo había testimoniado Alfredo Feria Pérez (sobrino de Manuel Martínez Feria ex-alcalde del municipio de Santa Lucía del Camino- quien dio la orden para disparar), sino que la distancia de los tiros del lugar del crimen, fue entre 35 o 40 metros. Este dato, muda totalmente la versión oficial sobre la acusación del supuesto asesino del periodista. Para Dolores Villalobos, colaboradora del Consejo Indígena Popular de Oaxaca – Ricardo Flores Magon (CIPO-RFM) y consejera de la APPO, este caso «demuestra la negligencia con la que trabajan los servicios públicos en México».
El pasado 16 de octubre, miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) detuvieron a tres miembros de la APPO: Octavio Pérez Pérez y Hugo Jafit Colmenares Leyva, procesados por encubrimiento del asesinato y liberados con una multa de 2.500 dólares. Sin embargo, Juan Martínez Moreno fue acusado por el subprocurador de la PGR, Víctor Emilio Corzo Cabañas, como el autor material del crimen. Seis días después de su detención, el juez cuarto del penal Luis Salvador Corderode le dicto la orden de auto de formal prisión. (Actualmente existen órdenes de aprehensión a otros seis miembros).
La APPO, se ha declarado contra las falsas acusaciones de sus compañeros y realizó este lunes, una manifestación para recordar a sus compañeros muertos. La APPO exige los siguientes tres puntos:
1.- Libertad inmediata al Compañero Juan Manuel Martínez Moreno.
2.- Cancelación de las órdenes de aprehensión de todos y todas las compañeras del movimiento.
3.- Castigo a los verdaderos asesinos: Manuel Martínez Feria, Ulises Ruiz Ortiz, Felipe Calderón.
La nueva investigación, abre una herida en el caso de Oaxaca, con la que se demuestra, las absurdas irregulares con las que opera la PGR en este país y que en el caso de Oaxaca, actúa bajo la sombra e impunidad del gobernador Ulises Ruiz para poder culpar a inocentes y deslegitimar a la APPO.