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Milei, otro loco que tampoco está solo

Fuentes: Ganas de escribir

Al economista argentino Javier Milei, favorito para las próximas elecciones generales de su país, lo empezaron a llamar «el loco» en primer curso de secundaria y, desde entonces, no se ha podido desprender del calificativo.

No es de extrañar cuando él mismo dice que habla con Dios y con los animales (vivos y muertos) y que afirma ser el elegido por la divinidad para arreglar el mundo.

El propio Milei ha contado que fue maltratado física, verbal y psicológicamente por su madre y su padre y que todavía, con 52 años, sigue sin hablar con ellos. Cabe preguntarse cómo va a cuidar haciendo política a millones de desconocidos y a personas con quien no tiene lazo alguno quien ni siquiera ha sido capaz de arreglar un problema afectivo con sus progenitores. La respuesta es fácil y está en las propias declaraciones que hace día a día Milei y que pueden verse en multitud de videos en las redes sociales: devolviendo a los demás los golpes, la violencia y la falta de respeto que recibió en su infancia y juventud.

Como muestra de esto último, valga el trato y los «argumentos» que dedicaba Milei al Jefe de gabinete de Mauricio Macri: «Parásito inútil, incompetente, inepto, idiota, chupasangre, estúpido, hijo de puta, impresentable, necio, una basura (…) hay que sacarlo a patadas en el traste… hay que tirarlo en una isla abandonada… hay que cortarle la cabeza con una catana». Y estas no son ni sus palabras más malsonantes, ni sus insultos más groseros, ni sus argumentos más bajos. Busquen otras declaraciones suyas en la red y comprobarán su estado mental y que de nada de ello se arrepiente: «Los idiotas que me critican mis formas, me chupan un huevo».

Milei no sólo se comporta como un loco cuando dice poder hablar con los animales o cuando insulta sin freno ni pudor.

Decir que piensa abolir al banco central puede sonar a debate económico, pero cuando Milei ha propuesto abrir un mercado para la compra y venta de órganos humanos ¿qué se puede pensar de él?

Ahora bien, fijarse tan sólo en la locura de Milei es contemplar lo menos importante. Milei, como Trump y otros líderes de extrema derecha que comienzan a extenderse como champiñones, llegan a donde han llegado porque son locos útiles, muy útiles.

El argentino decía que tuvo que irrumpir en la política para combatir la censura cuando la realidad es que fue estratégica y privilegiadamente impulsado a la popularidad en los medios del gran capital, en donde nadie da una puntada sin hilo. En 2018 se le hicieron 235 entrevistas en televisión y estuvo en antena más de 53 horas en total, 13 más que el segundo economista que más apareció.

Milei no es un llanero solitario, como tampoco lo fue Trump. Suben como la espuma en política porque así lo deciden y desean quienes controlan el dinero y los medios.

Saben perfectamente que las propuestas estrambóticas de Milei son una barbaridad y que nunca podrán aplicarse. Pero han descubierto que su histrionismo, su violencia verbal y sus mentiras (30.573 afirmaciones falsas o engañosas contabilizó The Washington Post a Trump en cuatro años de mandato), desmovilizan a la sociedad, fomentan la polarización y destruyen las relaciones sociales y las instituciones basadas en la confianza. Eso es lo que se busca: crear un clima de enfrentamiento permanente, de confusión y de destrozo de la democracia que haga materialmente imposible que se lleven a cabo políticas sociales y de redistribución de la riqueza que pongan límites a los privilegios del capital. ¿O es que alguien es tan ingenuo como para creer que estos locos de boca sucia llegarían a estar en primero plano mediático, político y social sin el apoyo y la financiación de los amos del mundo?

Fuente: https://juantorreslopez.com/milei-otro-loco-que-tampoco-esta-solo/