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Entrevista al miembro de la dirección de FOETRA (sindicato de las telecomunicaciones), Luis Zas Navarro

«Milei vino para romper un pacto social y cultural que existía en Argentina»

Fuentes: Rebelión

Con el fin de reivindicar los salarios adeudados -entre otros pagos- en la empresa estatal de telecomunicaciones ARSAT, se movilizaron los trabajadores de la compañía el 13 de junio en Buenos Aires; en la protesta participó el sindicato FOETRA (gremio de las Telecomunicaciones).

Integrante de la dirección nacional de FOETRA, Luis Zas Navarro ha explicado el contexto de las protestas, en un acto convocado en Valencia -el 30 de mayo- por Intersindical Valenciana, la Asociación Argentina Martín Fierro de Valencia y Argentinos para la Victoria (ApV); el sindicalista forma parte de la Central de Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTA).

P: En la segunda vuelta (balotaje) de las elecciones presidenciales en Argentina (noviembre de 2023), el candidato ultraliberal de extrema derecha, Javier Milei, consiguió 14,5 millones de votos (55%); ¿a qué causas obedece la llegada a la presidencia del líder de la coalición La Libertad Avanza?

-R: Si bien ha habido un gobierno popular (la presidencia de Alberto Fernández) con muchos errores, y esta es una de las causas de que Milei esté como presidente, no es la única; a ello hay que sumar lo que ha ocurrido durante la pandemia y la postpandemia; porque además de los factores sanitarios, los trabajadores quedaron confinados a sus casas y a perder esa sociabilidad que suponían las oficinas y los ámbitos colectivos.

Se ha producido, de algún modo, una transformación cultural que no es definitiva, pero que es aprovechada por estos sectores de ultraderecha; tampoco hay que olvidar que Milei obtuvo, en la primera vuelta, el 30% de los votos; y que se enfrentó a un candidato –Sergio Massa- que fue ministro de Economía en un Gobierno con un 145% de inflación.

-P: Más allá del detalle y la casuística de políticas concretas, ¿qué implica –a grandes rasgos- la figura del nuevo gobernante?

-R: Milei representa la ruptura de acuerdos históricos en Argentina, como la defensa de la educación pública o la idea de que el Gobierno –no importa el sesgo- ha de pensar en el equilibrio y la justicia social; y que el Estado ha de entenderse como un nivelador de clases y oportunidades.

Y sí, ese pacto tácito en la política argentina -posterior a la dictadura- Milei vino a romperlo; no ha sido sólo una cuestión de política económica liberal, sino también de un pacto social y cultural.

-P: ¿Se trata, sólo, de un outsider de la política y un economista estrafalario, o ha contado con apoyos especiales?

-R: Milei ha tenido el respaldo del magnate mexicano Carlos Slim, propietario de la empresa de telefonía Claro (grupo América Móvil); se trata de la mayor compañía de telecomunicaciones de América Latina; Otro apoyo significativo es el de Elon Musk, dueño de Tesla (vehículos eléctricos); SpaceX (aeroespacial) y la red social X.

Y el de Marcos Galperin, fundador y director ejecutivo de Mercado Libre, que es el Amazon latinoamericano; Galperin es un empresario que ha residido en Uruguay para no tener que pagar impuestos en Argentina; otra de las apoyaturas es la de la sociedad de inversión estadounidense BlackRock; todo ello es una novedad en América Latina, y creo que en el mundo.

-P: ¿En qué sentido marca la pauta el político argentino?

-R: Me parece que es el primer presidente de lo que puede ser una nueva línea de ultraderecha mundial; apoyaron a Javier Milei con declaraciones y con plata; su agenda implica la destrucción del Estado de Bienestar, y mantener al Estado sólo en su función represiva, para contrarrestar la respuesta social, sindical y cultural.

La segunda idea consiste en eliminar todo tipo de impuestos y regulaciones a las economías concentradas; la tercera, la supresión de todo derecho social, sindical, político y cultural; y, por último, la erradicación de las organizaciones sindicales.

-P: ¿En qué políticas se concreta la estrategia general que señalas?

-R: Entre otras, el proyecto de desfinanciar las empresas estratégicas del Estado, así como la educación pública; o liberalizar los precios de lo que en Argentina llamamos medicina prepaga (al dejar el Estado de regular los precios en la salud privada, estos se dispararon).

A la universidad pública, con un 145% de inflación, no se le ajustó el presupuesto; se la dejó con el presupuesto antiguo, de 2023; y dado que también se liberaron las tarifas de los servicios públicos -luz y gas-, los centros universitarios públicos podrían funcionar durante cuatro o cinco meses, y después tendrían que cerrar.

-P: ¿Se ha producido una respuesta popular frente a estas medidas de carácter neoliberal?

-R: A finales de abril de 2024 tuvo lugar una movilización en defensa de la universidad pública, en la que participaron más de un millón de personas; Milei contestó en las redes sociales -lo que es otro de sus rasgos distintivos- que se trataba de “lágrimas de zurdos”.

Después se dio cuenta que también estaba afectando a su base electoral: una parte de la juventud, personas que están en desempleo o trabajadores que también le votaron.

-P: ¿Qué explicación das a que sectores populares le dieran soporte electoral, cuando en los mítines de campaña ya anunció que aplicaría la motosierra en el sector público?

-R: En Argentina hay dos tipos de trabajadores; quienes tienen derechos, paritarias (negociación colectiva) y cuyos salarios se ajustan por la inflación; y los que trabajan sin ningún derecho, como free lance, del tipo Glovo (envíos a domicilio) o Deliveroo (entrega rápida de comida).

Es gente que nunca accedió a derechos, ni tuvo gremios ni oficinas; hay un falso cuentapropismo (persona que vive de su negocio), que no se siente incluido en el discurso tradicional del peronismo y las fuerzas progresistas (defendamos nuestros derechos); no tienen ninguno; el hecho de no tener mejores condiciones, además del individualismo imperante, hizo que votaran por Milei.

-P: ¿Añadirías algún otro factor explicativo?

-R: La desestructuración sociocultural que supuso la pandemia; y una inflación galopante que nunca el mal gobierno de Alberto Fernández pudo parar.

-P: Por último, el 9 de mayo se produjo la segunda huelga general contra el ejecutivo ultraliberal; pero antes, el 24 de enero, tuvo lugar otro paro nacional, con manifestaciones masivas; ¿qué ejemplos señalarías de represión contra las protestas?

-R: La capacidad represiva se muestra en dos opciones; en primer lugar, las fuerzas de seguridad son las únicas que han logrado -en cuanto al ajuste salarial- superar la inflación; por otra parte, la importación de diferentes armamentos, y el uso de gas pimienta al que han agregado un aditivo, lo que ha hecho que sea mucho más difícil de tolerar en términos dermatológicos (“El gobierno desalojó con gases lacrimógenos, balas de goma, golpes e hidrantes la multitudinaria protesta que se reunió en la plaza del Congreso contra la Ley Bases”, escribió la periodista Laura Vales el 13 de junio en el diario Página 12. Nota del entrevistador).

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.