Miles de ciudadanos de la ciudad de El Alto rodearon el edificio de la Embajada de Estados Unidos en La Paz tras romper varios anillos de seguridad de la Policía. En las puertas de la sede diplomática, los alteños exigieron la expulsión del embajador Philip Goldberg luego de que el gobierno de su país concediera […]
Miles de ciudadanos de la ciudad de El Alto rodearon el edificio de la Embajada de Estados Unidos en La Paz tras romper varios anillos de seguridad de la Policía. En las puertas de la sede diplomática, los alteños exigieron la expulsión del embajador Philip Goldberg luego de que el gobierno de su país concediera asilo político a un ex ministro enjuiciado por genocidio en Bolivia.
Al promediar las 11:30, al menos cinco mil vecinos de El Alto rebasaron el cerco policial de protección que se había instalado a varios metros del edificio diplomático, un bunker que ocupa casi un manzano en la céntrica avenida Arce de la residencial zona de Sopocachi.
La gente enardecida intentó tomar la embajada e incluso incendiarla, reclamando a los «gringos» por la decisión del gobierno de Estados Unidos, supuesto policía planetario y protector de los «derechos humanos», de conceder asilo político al ex ministro de Defensa Carlos Sánchez Berzaín, acusado de genocidio. La multitud estuvo a punto de rebasar a los efectivos policiales, que se vieron obligados a disparar gases lacrimógenos para dispersar a los marchistas. Algunas radioemisoras locales informaron que dentro de la Embajada los «marines» de seguridad estaban en situación de apronte ante cualquier eventualidad.
El ministro de Defensa Walker San Miguel dijo sentirse decepcionado por el hecho de que un acusado de gravísimos delitos contra los derechos humanos sea protegido por Estados Unidos, un país que dice defender los derechos humanos en todo el mundo. La multitudinaria marcha también fue convocada para censurar el racismo en el país, una lacra que se creía superada por la historia, pero que lamentablemente aún está vigente, como lo demuestra la preocupante proliferación de casos de discriminación étnica especialmente en Sucre y Santa Cruz.
Participaron en la multitudinaria movilización afiliados a la Federación de Juntas Vecinales (Fejuve); Central Obrera Regional (COR) de El Alto; Federación de Gremiales; Federación de Trabajadores en Carne y Ramas Anexas; Federación de Padres de Familia (Fedepaf) y miembros del Concejo Municipal, entre otras organizaciones populares de La Paz que se sumaron a la interminable columna humana para hacer patente su rechazo al racismo.