Luciendo orgullosos sus vestimentas tradicionales, empuñando banderas tricolores y la tradicional wiphala, con bolsas de coca y con un poco de comida en sus mochilas o aguayos, miles de bolivianos y bolivianas, del campo y la ciudad, iniciaron hoy una marcha desde Caracollo (Oruro) hasta La Paz (sede de gobierno) con una sola premisa: la […]
Luciendo orgullosos sus vestimentas tradicionales, empuñando banderas tricolores y la tradicional wiphala, con bolsas de coca y con un poco de comida en sus mochilas o aguayos, miles de bolivianos y bolivianas, del campo y la ciudad, iniciaron hoy una marcha desde Caracollo (Oruro) hasta La Paz (sede de gobierno) con una sola premisa: la aprobación de una ley de convocatoria a referéndum sobre la nueva Constitución Política del Estado.
Los marchistas llegaron de todos los rincones del país y luego de una masiva concentración confluyeron en una sola columna que debe vencer 199 kilómetros de altiplano, soportando frío y viento, para llegar a la sede de gobierno.
El dirigente de la Coordinadora Nacional para el Cambio (CONALCAM), Fidel Surco, aseguró que la marcha fortalece el sistema democrático del país y es una justa demanda para que el pueblo en su conjunto decida sobre la nueva Carta Magna.
Aunque la mayoría de los medios de comunicación comerciales, satanizaron a la marcha como una movilización violenta, el inicio fue una verdadera fiesta democrática y cultural.
«Este es un día histórico para Bolivia, un día histórico para Latinoamérica y el mundo. Bolivia espera la refundación de nuestro país, de nuestra querida patria y hoy más que nunca desde Caracollo emprenderemos esta gran marcha nacional, una gran marcha pacífica para demostrar a la oposición, que queremos refundar Bolivia refundar», afirmó.
La mayoría de los marchistas son indígenas, campesinos y originarios, les acompañan sectores de obreros, vecinos y estudiantes, pero a diferencia de otras marchas, también se siente la presencia de sectores de profesionales.
Según los dirigentes, son marchistas pertenecientes a 90 organizaciones sociales, provenientes del norte y el sur, del este y del oeste del territorio nacional.
En la inauguración de la movilización también participó el Presidente de la República, Evo Morales Ayma, quien de manera simbólica, acompañó la marcha en sus primeros kilómetros.
«Esta marcha es una marcha por la refundación de Bolivia, no es un concurso de marchistas, es un sacrificio», dijo.
Al convocar a los prefectos y dirigentes cívicos opositores a sumarse a la marcha para garantizar las autonomías departamentales, pero también regionales, municipales e indígenas, el Jefe de Estado acudió a la solidaridad nacional e internacional para garantizar la seguridad de los marchistas.
«Si Costas, si Cossío, si los prefectos o comités cívicos quieren autonomía departamental que se sumen a la marcha para garantizar autonomías indígenas, campesinas y departamental; si no apoyan lo que se ha mejorado en la mesa uno, en el capítulo de autonomías, vamos a pensar que sólo es una actitud netamente política», aseveró.
«Clase política»
Mientras los marchistas avanzan a la sede de gobierno, los parlamentarios de la oposición y del oficialismo, tratan de llegar a consensos para aprobar la ley de referéndum constitucional.
Los sectores de la oposición solicitan que el proyecto de nueva Constitución Política del Estado, aprobada en Oruro, sea abierta y revisada en su integridad; los oficialistas responden que sólo se debe agregar un capítulo referido a las autonomías departamentales.
El parlamentario del Movimiento al Socialismo (MAS), César Navarro, aseguró que el proyecto de constitución es una visión de país, no simplemente una suma de artículos que deben modificarse a capricho; mientras tanto que su colega de Unidad Nacional (UN), Arturo Murillo, declaró que la marcha está financiada por el gobierno y los parlamentarios no se dejarán presionar por esos sectores que avanzan «como ovejas».
«Esta es una marcha pacífica, es una movilización sacrificada, porque recién llegaremos a La Paz en una semana. En este tiempo la denominada clase política tiene la oportunidad de trabajar y de aprobar esta demanda que es de todos los bolivianos: un referéndum por nuestra refundación», dijo la dirigente campesina, Leonilda Zurita.
Así como esta dirigente, son varias las mujeres que llegaron del oriente, chaco, valles y altiplano para participar de la movilización.
Aunque algunos parlamentarios de la oposición cuestionaron la presencia del Jefe de Estado en la marcha «porque ya no es dirigente sindical sino Presidente de la República», lo cierto es que esta movilización quedará escrita en la historia de este país.
«Con Evo o sin Evo»
El Presidente de la República, aseguró en las últimas horas en un medio de comunicación estatal que el proceso de cambio y transformación profunda que se vive en Bolivia continuará con él o sin él, porque el pueblo ya tomó conciencia.
«El cambio es imparable con Evo o con Álvaro, o sin Evo o sin Álvaro», remarcó.
Hoy, antes de inaugurar la marcha, reiteró su denuncia de que en los días pasados, fracasó en Bolivia un golpe cívico-prefectural, precisamente destinado a detener el proceso de cambio.
Según Morales Ayma, después de casi tres años de gobierno, existe un gran sentimiento en la mayoría del pueblo boliviano por concretar el proceso de cambio con igualdad para todos, aunque también hay algunos grupos reducidos y radicales que no aceptan que un «indio» sea Presidente de Bolivia.
Remarcó que el Congreso Nacional debe, alguna vez, escuchar el clamor popular para viabilizar la aprobación del referéndum para refrendar o no, de manera democrática, la nueva Carta Magna.
Miles de marchistas avanzan por la refundación y pocos políticos debaten por la constitución.
Lo cierto es que los marchistas, en un plazo máximo de una semana, llegarán a la sede de gobierno; lo incierto es que los políticos lleguen a un acuerdo consensuado y pacífico…
– Alex Contreras Baspineiro es periodista y escritor boliviano, ex vocero de gobierno.