Un grupo de mineros del yacimiento andino de Huanuni mantenía este viernes cerrado un tramo de la principal carretera de Bolivia, a la altura de la población de Caihuasi, a unos 300 kilómetros de La Paz, en demanda de recursos para profesores rurales. En tanto, otro grupo de trabajadores, también de Huanuni, cerró un punto […]
Un grupo de mineros del yacimiento andino de Huanuni mantenía este viernes cerrado un tramo de la principal carretera de Bolivia, a la altura de la población de Caihuasi, a unos 300 kilómetros de La Paz, en demanda de recursos para profesores rurales.
En tanto, otro grupo de trabajadores, también de Huanuni, cerró un punto de la carretera que vincula Oruro con el departamento de Potosí, a la altura del poblado de Machacamarkita, a unos 500 kilómetros al sur de La Paz, por el mismo motivo, de acuerdo con un reporte policial.
El primer grupo de mineros, el más numeroso, colapsó el pasaje entre los distritos de Oruro (sudoeste) y Cochabamba (centro) y se resiste a abrir la ruta al paso de una delegación de campesinos de La Paz, que se dirige a la provincia oriental de Santa Cruz, donde se prevé una asamblea nacional del sector el fin de semana.
Los campesinos demandaron airadamente seguir viaje a Santa Cruz y ante la negativa rotunda de quienes bloquean la vía se desataron riñas a golpes de puño, de acuerdo con informes de radio.
Los labriegos denunciaron a la matriz sindical Central Obrera Boliviana (COB) por maniobrar para evitar la unidad del sector campesino en víspera de la elección de miembros de la Asamblea Constituyente, prevista para el 2 de julio.
«Hemos tenido un enfrentamiento a causa de estos señores que tienen órdenes estrictas de no dejar pasar a la delegación de La Paz. Esta es una maniobra política encabezada por el hermano (Jaime) Solares -líder de la COB- y nosotros estamos viajando a Santa Cruz para buscar la unidad del movimiento campesino de Bolivia», dijo el dirigente Genaro Flores.
El presidente boliviano, Evo Morales, consideró por su parte que existe un «buen momento» para que el país retorne al mar, cuyo acceso perdió hace más de un siglo tras ser derrotado por Chile en la llamada Guerra del Pacífico.
«Creo, no quiero comprometerme, que estamos en un buen momento, gracias a la vocación democrática del pueblo boliviano, de retornar al mar», afirmó Morales, en un discurso que pronunció ante la Federación Nacional de Cooperativas Mineras.
Recordó, «muy impresionado», que en Chile, donde recién asistió a la investidura de la presidenta Michelle Bachelet, numerosas personas corearon «mar para Bolivia».
Convocó a los sectores sociales, entre ellos los mineros, a sumarse a la celebración del «día del mar», este 23 de marzo, cuando se conmemora la muerte del prócer Eduardo Abaroa en la batalla de Calama, que dio comienzo a la Guerra del Pacífico.
«Los invito a un gran acto conjunto de unidad. No para condenar a Chile, no para decir fuera Chile, sino para apelar a la conciencia del pueblo chileno», aseguró el mandatario, quien dijo esperar que se trate de «un acto de masas pacífico».
Voceros del gobierno anunciaron que Bolivia iniciará una campaña en torno a su demanda de una salida al mar con una concentración convocada para el 23 de marzo, cuando se conmemoran los 127 años de la Guerra de Pacífico que libró contra Chile.
Para ese día se ha previsto una concentración, parte de la «campaña a escala nacional e internacional para que los bolivianos del campo y la ciudad podamos reivindicar lo que esperamos hace 127 años, un mar soberano para Bolivia», explicó el portavoz del gobierno, Alex Contreras.
Bolivia quedó sin acceso al océano Pacífico tras ser derrotado por Chile en la Guerra del Pacífico (1879-1884), en la que luchó en alianza con Perú. Ambos países cedieron al ganador parte de su territorio y, en el caso boliviano, el litoral.
Los distintos gobiernos bolivianos han exigido una salida soberana al mar, pero Chile ha respondido diciendo que las fronteras actuales quedaron establecidas en el Tratado de Paz y Amistad de 1904.