Las ambigüedades del actual gobierno parecen ser más grandes que las del gobierno de Mauricio Funes, especialmente cuando se trata de enfrentar a las transnacionales. En la administración Funes por lo menos se tuvo una vaga idea de avanzar hacia un gobierno electrónico a través del uso del Software Libre, y de alguna forma no […]
Las ambigüedades del actual gobierno parecen ser más grandes que las del gobierno de Mauricio Funes, especialmente cuando se trata de enfrentar a las transnacionales. En la administración Funes por lo menos se tuvo una vaga idea de avanzar hacia un gobierno electrónico a través del uso del Software Libre, y de alguna forma no se permitió el avance significativo de transnacionales tecnológicas como Microsoft en la administración pública.
Mientras la actual administración de Sánchez Cerén inició con la negativa de seguir con un contrato que amarraba al Ministerio de Educación a Microsoft, ahora da un paso atrás y abraza de nuevo las supuestas «bondades del software privativo» que vende Microsoft que a base de «donaciones» trata de no perder el paso en un área estratégica como lo es la Educación.
A finales del año pasado el Ministro Carlos Canjura firmó un convenio con Microsoft para el uso de la plataforma Microsoft Office 365 con un supuesto aporte de 4 millones[1], el cual ha comenzando a ejecutarse en estos meses. Todo indica que las presiones desde la vicepresidencia y sus cabildeos con las transnacionales y el sector empresarial habrían obligado al Ministerio de Educación a que se mantuviera esta relación con la transnacional estadounidense.
Las interrogantes que deben surgir a propósito de lo que se dice en el sitio web de la vicepresidencia de la República es, si de verdad es un aporte para los docentes, o es en realidad la creación de una dependencia que más adelante se traducirá, de nuevo, en la continuación de la esquilmación de las finanzas públicas. La otra pregunta que surge es ¿de verdad los centros educativos tienen capacidad para utilizar tecnologías orientadas a Internet?
Para comenzar, hagamos un breve recorrido de cómo funcionan los modelos de negocios actualmente en el software privativo. Google por ejemplo le ha apostado a un modelo de negocio que en general se concentra en la cantidad y la gratuidad, pero que luego de crear una dependencia a sus productos, cambia su modelo abandonando la gratuidad y erigiendo el pago, tal es el caso de la hereramienta Google Apps que sirve para gestionar el correo electrónico al estilo Gmail y otros servicios. Actualmente es un servicio de pago.
Siguiendo con Google, otro modelo de negocio es el de Youtube que es gratuito y que hasta ahora se concentra en generar ingresos a partir de la publicidad en la reproducción de los videos, pero desde el año 2013 se han visto ensayos para cobrar por la reproducción de vídeos en algunos canales, lo que puede indicar que en el futuro Youtube no será del todo gratuito.
En ese sentido, lo que está haciendo Microsoft con los 43 mil docentes a los que se les ha permitido el acceso a Microsoft Office 365 no es hacer un aporte a la educación del país, sino crear una dependencia a su producto para después cobrar por los docentes que sobrepasen del número 43 mil en adelante, o cobrar en el futuro no muy lejano.
Ahora bien, es necesario constatar si en realidad lo que se publicita como un beneficio por el gobierno, lo será en la realidad de cada institución educativa. Por ejemplo, se conoce que no existe el acceso al internet en la mayoría de Aulas Informáticas, la conectividad entre la pagada por el gobierno y la pagada directamente por las mismos centros educativos no sobrepasa ni el 20%.
Por otro lado, se sabe que la mayoría de centros educativos no cuentan con equipo con las adecuadas características que sugiere el uso de dichas herramientas en línea, así mismo, el ancho de banda es de muy baja calidad para pretender que esa sea una herramienta viable para los docentes, mucho menos para los estudiantes salvadoreños.
Es de nuevo muy triste tener que reseñar la poca visión de nuestros gobernantes, así como el poco entendimiento de la realidad educativa del país, que requiere de verdadera inversión en materia tecnológica, no de regalos al mejor estilo de Caballos de Troya. Con las transnacionales no existe Responsabilidad Social Corporativa, existen modelos de negocios que utilizan la «filantropía» como herramienta para catapultar las ventas.
Hasta ahora, ha sido el Software Libre el que le ha permitido a una buena cantidad de Aulas Informáticas funcionar con equipos que cuentan con vidas útiles que superan la década. De igual forma, les ha permitido seguir funcionando a dichas aulas que contaban con Windows XP y que ahora ya no tiene soporte por parte de la transnacional Microsoft.
¿Conocerá de eso la vicepresidencia o la presidencia? O será parte de las campañas internas para aparecer con números positivos en las aspiraciones individuales para las siguientes votaciones presidenciales. Las dudas surgen luego de que ese ha sido el modus operandis de los gobernates salvadoreños, la necesidad de ostentar cargos por encima del resarcimiento de las necesidades de la gente. Este es un caso que ilustra esa realidad.
Carlos Molina Medrano es docente e investigador de la Universidad Luterana Salvadoreña.
Referencias:
[1] «MINED IMPLEMENTA MICROSOFT OFFICE 365 EN BENEFICIO DE MÁS DE 43 MIL DOCENTES», VicePresidencia de la República de El Salvador.