En el último mes hemos denunciado de manera constante un aumento del hostigamiento policíaco militar en nuestras comunidades, así como las amenazas del gobierno chiapaneco de hacerse de nuevos rehenes políticos para intentar frenar nuestra lucha por la defensa del derecho a la tierra, vivienda digna, presentación con vida de los detenidos desaparecidos y juicio y castigo para los criminales de Estado.
Con las denuncias realizadas podemos abstraer algunos elementos que expresan el modus operandi del Estado en la ejecución de su política represiva:
1.- Detenciones arbitrarias cómo forma de hacerse de rehenes políticos
Armando Hernández Sánchez, Javier Gonzales Díaz, Venturino Torres Escobar y Asunción Gómez Sánchez, todos integrantes del FNLS son actualmente presos políticos, se encuentran recluidos injustamente por luchar por la defensa del derecho a la tierra y una vida digna.
La intención del gobierno chiapaneco es condicionar su libertad, es decir, dejarlos libres siempre y cuando la organización deje de luchar por nuestros derechos, en el caso de Armando por ejemplo un funcionario estatal dijo: “hay posibilidad que salga su compañero si dejan de manifestarse”.
En el caso de Venturino y Asunción el fiscal del Ministerio Público propone que ambos pueden quedar en libertad si deciden dejar de luchar por el derecho a la tierra, esta situación los convierte sin duda en rehenes políticos del Estado.
2.- La tortura como forma de investigación policíaca
Armando y Javier fueron víctimas de tortura, mientras eran golpeados brutalmente, asfixiados con agua, amenazados de muerte, les pedían que otorgaran información sobre nuestra organización, nuestras actividades políticas e información sobre nuestros compañeros.
Sólo después de haberlos torturados fueron presentados ante el Ministerio Público.
3.- Prefabricación de delitos para justificar las detenciones arbitrarias
Nuestros cuatro compañeros presos políticos son acusados de delitos que no cometieron, las carpetas de investigación se sustentan con pruebas falsas y con testimonios inventados, pasan los meses y los procesos jurídicos se mantiene en “investigación complementaria”, es decir, que la propia Fiscalía General del Estado (FGE) no tiene certeza de que nuestros compañeros sean culpables de los delitos que les imputan, la FGE no tiene los elementos que comprueben sus acusaciones, sin embargo, aun así nuestros compañeros se encuentran encarcelados.
Los meses de “investigación complementaria” y las prórrogas son el instrumento jurídico del Estado para ganar tiempo y así incluir nuevas pruebas falsas, testigos falsos, en suma amañar la carpeta de investigación para mantener encarcelados a nuestros compañeros.
4.- Hostigamiento policíaco militar como forma de frenar la lucha por justicia
No hemos descansado en exigir la libertad inmediata e incondicional de nuestros compañeros, ni denunciar el carácter represivo y demagógico del gobierno de Chiapas, razón por la cual el gobierno agudiza la represión y el hostigamiento para silenciarnos, detener nuestra lucha y ocultar su responsabilidad en la violencia institucional desatada contra el pueblo organizado.
Por agua, tierra y aire el hostigamiento está presente en nuestras comunidades, en esta participan policías uniformados, vestidos de civil, vestidos con uniformes de la Comisión Federal de Electricidad, también participa la Guardia Nacional, los cuales con patrullas, a pie, con lanchas, helicópteros, avionetas y drones de día y de noche llegan a las comunidades sin razón más que la de hostigar, vigilar y crear las condiciones para nuevos actos represivos.
5.- Vigilancia y seguimiento la antesala de nuevas detenciones arbitrarias
La presencia de la policía uniformada y no uniformada en nuestras comunidades es parte de lo que ellos llaman estudio del terreno, estos vigilan a nuestros compañeros y sus actividades cotidianas, toman fotos aéreas para conocer el croquis de la comunidad para futuras incursiones, ¿Cómo legitiman su presencia en las comunidades?, con el mandato de la FGE de ejecutar ordenes de aprehensión mismas que tienen su génesis con delitos prefabricados y de la criminalización de la protesta popular.
Hay expedientes incriminatorios de ellas emanan las ordenes de aprehensión que son al final de cuentas el pretexto para justificar nuevos actos represivos.
6.- El gobierno de Chiapas necesita más rehenes políticos
El permanente clima de hostigamiento y vigilancia de la policía es parte del intento gubernamental de ejecutar nuevas detenciones arbitrarias que le permita doblegar la voluntad de lucha del pueblo, pretende encarcelar a nuestros compañeros para así chantajearnos para que desistamos de la organización independiente y la lucha por el socialismo en México.
El resultado de esta política es la esencia de lo que verdaderamente representa el gobierno chiapaneco, demagogia, represión y contrainsurgencia. No hay otro modo de calificar esta administración, los saldos de la represión evidencian lo dicho.
Está claro que el plan represivo del gobierno chiapaneco es amplio, utiliza diversas formas, mecanismos y cuerpos represivos que incluye la policía, militares y paramilitares, poco a poco podemos abstraer como el Estado ejecuta la represión lo cual nos debe servir para la denuncia para evidenciar que detrás de la careta de la cuarta transformación en Chiapas hay un proceso de contrainsurgencia.
Ante la represión la movilización es una consigna utilizada por el movimiento popular en pasados sexenios, todo indica que esta demanda es totalmente vigente, requiere del pueblo y sus organizaciones mantener la movilización, protesta, denuncia, difusión para contrarrestar los efectos de la ofensiva represiva, necesidad en la que tenemos que trabajar arduamente hasta lograr una mejor coordinación y unidad y en mejores condiciones enfrenar esta política.
¡A impulsar la lucha contra la represión!
¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!