El presidente Evo Morales reveló el viernes que la ley antidroga boliviana, vigente hace 20 años, fue redactada en inglés y en Estados Unidos para su aprobación posterior en el Parlamento, en una injerencia que era una constante de los anteriores gobiernos y pidió que se acabe esa costumbre de que otros países redacten las […]
El presidente Evo Morales reveló el viernes que la ley antidroga boliviana, vigente hace 20 años, fue redactada en inglés y en Estados Unidos para su aprobación posterior en el Parlamento, en una injerencia que era una constante de los anteriores gobiernos y pidió que se acabe esa costumbre de que otros países redacten las normas bolivianas.
El Jefe de Estado hizo la denuncia en su discurso de inauguración de un seminario de legislación y experiencia comparadas con el concurso de peritos de Argentina, Ecuador, Paraguay, España y Venezuela que se lleva adelante en La Paz, en el que se busca compartir experiencias para elaborar el proyecto de Ley sobre la creación de la Procuraduría General boliviana.
«Antes las leyes llegaban desde Estados Unidos en inglés no es ninguna mentira. Yo solo he podido verificar sobre la ley 1008 (la ley antidroga)», remarcó Morales y contó los detalles de su aprobación, de la que dijo fue testigo.
«Ya el año 1987-8 me sorprendieron que hay una ley contra la coca, yo he pedido quiero conocer esa ley y mandaron desde el Congreso al Chaparé pero en inglés. Yo no entiendo inglés como podría hacer contratarme un traductor», explicó.
El gobernante boliviano dijo que después «averiguó que esa ley había llegado en inglés» y aseguró que los parlamentarios del MNR de ADN lo único que hicieron fue «traducir en español y poner en el plenario, en las comisiones para su aprobación correspondiente».
La ley 108 fue aprobada en julio de 1988, en el gobierno neoliberal de Víctor Paz Estensoro y penaliza la hoja de coca como una sustancia controlada.
La ley considerada draconiana, entre otras características, montó un equipo especial estadounidense de fiscales antidrogas y requirió que los bolivianos acusados de delitos por droga fueran retenidos en las celdas sin opción de libertad bajo fianza o de ser puestos en libertad hasta que el juicio sea completado. Los juicios por lo general tomaron años para ser concluidos; los arrestados eran tratados como culpables hasta que se probara su inocencia.
«Eso tiene que terminar», demandó Morales y abogó que mediante la Procuraduría se tienen que «cambiar las leyes, las normas».
Dijo que al margen de la Procuraduría, que tendrá sede en la ciudad de El Alto, aledaña a La Paz, y cuya vigencia está prescrita en la nueva carta constitucional, también se creará la Escuela de Abogados del Estado.
El Jefe de Estado anunció que llegó la hora de que Bolivia tenga abogados preparados que «piensen primero en la Patria y no solamente en la plata» y para que los abogados bolivianos no estén pensando en universidades de Estados Unidos o de Europa para formarse, «donde no siempre se forman para defender a la Patria, sino para defender más bien a grupos transnacionales».
«Los presidentes de las dictaduras siempre pasaron por la Escuela de las Américas y los ex presidentes, abogados, ingenieros siempre pasaron por las universidades de Estados Unidos y ahora es una obligación del Estado boliviano de cómo acá nosotros prepararnos para defender la patria», demandó.