A diferencia de las 50 propuestas del Proyecto Alternativo de Nación presentado por AMLO en el Congreso Nacional del 20 de noviembre del 2016, el Proyecto de Nación anunciado por el coordinador general del movimiento Alfonso Romo el 20 noviembre del 2017 para las elecciones del julio de 2018 queda palidecido en un reformismo neoliberal […]
A diferencia de las 50 propuestas del Proyecto Alternativo de Nación presentado por AMLO en el Congreso Nacional del 20 de noviembre del 2016, el Proyecto de Nación anunciado por el coordinador general del movimiento Alfonso Romo el 20 noviembre del 2017 para las elecciones del julio de 2018 queda palidecido en un reformismo neoliberal y continuista y eso ya es decir mucho del primer proyecto presentado.
Empezaremos por afirmar que hay una clara contradicción entre los principios presentados en el Proyecto de Nación del 20 de noviembre pasado y el Proyecto alternativo del 2016. En la introducción del Proyecto de Nación presentado por Romo se dice que aquél se basa en la confianza, énfasis que se da poniéndola en negritas para resaltar la importancia de dicho término en una nueva forma de gobernar, de construir un país más justo y honesto y que mire hacia el progreso. Todo ello en el presupuesto de hacer borrón y cuenta nueva del pasado mediato e inmediato por el que ha transitado el país.
En el primer criterio Combatir total y frontalmente la corrupción el punto de arranque del Ing. Romo es combatir la corrupción sin decir ¿cómo lo hará? Si dice que al país le cuesta el 10 % del PIB por actos de corrupción y los beneficios en obra y en infraestructura si se emplearan de forma legal dichos recursos. En el punto 11 del Proyecto Alternativo del 2016, se dice que se acabara la impunidad eliminándose el fuero del Presidente y de todos los funcionarios públicos y en su punto 16 va más allá, habla de abolir la corrupción como una auténtica revolución social y pacífica. Puntos que el proyecto del 2017 no habla ni alude a ello deslizándose en una propuesta light y de buenas intenciones. Y en el punto 3 del Proyecto Alternativo habla del presupuesto sin corrupción tendrá como prioridad a los pobres palabra que dentro de la sesuda investigación de Romo pasa por un lado y se detiene en el objetivo prioritario, el «gasto en obra e infraestructura». Este último enunciado con un claro tinte neoliberal pues se presume que sólo el crecimiento primero generara desarrollo y luego como gotera de agua el bienestar social.
En el principio segundo Respeto al Estado de Derecho éste es la clave para asegurar el proyecto de Nación y su principal objetivo es el equilibrio de poderes para que a cada mexicano y mexicana les sea respetada sus garantías jurídicas y su libertad. En contraposición del Proyecto Alternativo del 2016 el punto número uno comienza con la recuperación democrática del Estado para convertirlo en el promotor del desarrollo político, económico y social del país. Esta definición del Estado es más amplia incorporando el aspecto económico, social, democrático, y por lo tanto, ampliando sus alcances por encima de toda visión individualista, juridicista, formalista y liberal al incluir a la democracia, la sociedad y la política como contrapesos del poder.
El tercer principio o criterio la Seguridad Física es un concepto que se debate en la ambigüedad vista en el fondo como protección a la propiedad privada, pues si en este supuesta definición de seguridad es imposible pensar en el progreso. Desde las características del que enuncia el mensaje, connotado miembro de la mafia del poder o empresario prospero según se vea, es la empresa privada la que genera todo bienestar y progreso como lo afirma en los siguientes principios o criterios.
A diferencia del Proyecto Alternativo del 2016 en su punto 49 la seguridad física contempla la mejora de las condiciones de vida y de trabajo como una condición necesaria que haga frente a la inseguridad y a la violencia que vive el país. Y reconociendo que la pobreza y la marginación son factores que han llevado a miles de jóvenes a enrolarse en actividades ilegales ante la falta de oportunidades de educación, empleo, y mejoramiento de sus condiciones de vida. En ese tema como en otros el Proyecto de Nación 2017 se queda corto.
El cuarto eje o principio El Cumplimiento de la Ley es la vieja fórmula desgastada de desregulación económica. El fondo del problema según los promotores de este Proyecto de Nación 2017 no es pensar en nuevas leyes, por ejemplo, la energética, fiscal, laboral, educativa, financiera, etc., sino cumplir a cabalidad las leyes existentes que han convalidado el despojo y el atraco a la Nación y arrojado a más de la mitad de nuestra población a la pobreza y a la exclusión social.
En relación a este eje o principio El Cumplimiento de la Ley el proyecto alternativo 2016 expresa en su punto cuatro la consulta a la población sobre las reformas estructurales (laboral, educativa, fiscal, energética, entre otras, agregaríamos nosotros el FOBAPROA, deuda pública, interna y externa, si se mantienen o cancelan, entrando en flagrante contradicción con el actual proyecto de nación 2017 que dice: «Pensamos que no será necesario hacer reformas porque tenemos muchas y muy buenas leyes, en algunos temas estamos sobre-regulados».
En el punto cinco Ejecución realista de los recursos económicos se oye el mismo sonsonete neoliberal de austeridad, equilibrio presupuestal y responsabilidad administrativa. Si no nos falla el calendario parecería que esta misma retahíla de fórmulas desgastadas iniciaron y se repitieron con maniática insistencia en el sexenio de Miguel de la Madrid presidente priista de la «renovación moral».
Según el artífice del Proyecto de nación 2017, Alfonso Romo, la intención de este punto no es subir el gasto corriente y la deuda pública, es decir en gasto en salarios sobre todo de la alta burocracia, de la cual el Proyecto Alternativo 2016 en su punto trece si habla y dice que se reducirán los sueldos con austeridad republicana de los altos funcionarios públicos y se cancelaran los privilegios, al venderse aviones y helicópteros del gobierno, rematando en su punto catorce la reducción a la mitad de la pensión que recibe el presidente de la república.
En cuanto a la deuda pública, el Ing. Romo beneficiario del FOBAPROA, uno de los mayores atracos a la nación, apelando a su sentido republicano dice no querer endeudar al país, pero con la compra de ASEMEX una de sus empresas del grupo Púlsar, saneada con recursos públicos y privatizada a precios de ganga dejo un pasivo a la nación que pagaran las futuras tres generaciones de mexicanos. De ahí la reticencia del Sr. Romo de no endeudar ni proponer una nueva reforma fiscal sino simple y llanamente reasignar los recursos públicos dejando las deudas y los pasivos del sector bancario y empresarial como deuda pagadera por los mexicanos.
La ausencia o el olvido en este apartado de un aumento de salarios y el doble de las pensiones es congruente con el proyecto neoliberal de dichos principios de austeridad, equilibrio presupuestal y racionalidad económica. Un aumento de masa monetaria rompería la burbuja sagrada del cálculo neoliberal que presupone crecimiento económico con baja inflación y déficit controlado. Preferible esto a imaginarse un sistema de tributación más justa que sustituya la carencia de ingresos cobrándole a las grandes empresas trasnacionales y a los decíles con más ingreso que recuperar el consumo y la calidad de vida y el bienestar material de las grandes masas de población empobrecidas.
Además de obviar el cobro de impuestos a las grandes trasnacionales mexicana y extranjeras que evaden y eluden impuestos, de cobrar una tasa impositiva a las operaciones financieras e imponer un impuesto a los bancos que tiene margen de ganancia que están exentas del cobro de impuestos. Se suma a esto la falta de regulación de la oligarquía y capital trasnacional que emigra capitales y ganancias a paraísos fiscales exentos del debido pago de impuestos al Estado mexicano.
Si bien en el proyecto alternativo 2016 tampoco hace mención del diseño de impuestos a las grandes capitales y fortunas en su punto quince hacen referencia a los equilibrios macroeconómicos, autonomía del Banco de México, la promoción de la inversión nacional y extranjera, con cero endeudamientos y baja inflación, estos puntos se matizan de forma subrepticia mediante la aspiración al crecimiento de la economía cuyo objetivo estratégico es la mejora de la vida de la gente.
El punto seis La Libertad como centro a más de ser ambigua porque no se aclara centro de qué, sólo habla de una libertad en su sentido negativo, como cualidad inherente al ser humano de hacer o dejar pasar en su sentido económico, pues agrega que esta supuesta libertad tiene como condición, el progreso, crear la riqueza, abatir la pobreza y realizar el sueño de cada quien, pero no habla del potencial humano de solidarizarse con los demás, establecer un horizonte en común, y de crear un bienestar de vida en reciprocidad e igualdad, todo ello en el marco de una libertad en sentido positivo.
Se inspira dice dicho Proyecto de nación en un Estado laico y en el que éste es el representante de todo y de cada uno de los mexicanos. Complicado dilema de resolver cuando históricamente el Estado mexicano ha sido instrumento de una minoría a la que pertenece el Sr. Romo que se ha enriquecido y aprovechado las cercanías con los círculos de quienes manejan los hilos que controlan el aparato estatal.
Su profesión de fe al liberalismo en este punto se acentúa. La propiedad privada como un arca sagrada intocable a la cual hay que respetar y venerar. No es una concesión pública, aquella tiene sus orígenes en los arcanos del tiempo y está por encima de todo poder público. Es un derecho inherente al ser humano, es decir que nace aún antes de ser concebido y regulado por cualesquier autoridad o poder político humano. Así el Estado tiene para este connotado empresario el fin de subordinarse a los deseos de la propiedad privada pues quiere convertir al estado en el promotor de más y mejores empresas. Hace del Estado una condición necesaria al servicio de la libertad empresarial.
Si bien en el punto dos del Proyecto alternativo 2016 dice no estar en contra de quienes invierten y generan empleos y se comprometen con el desarrollo de México termina diciendo si con aquellos que enriquecen de forma mal habida- como en el caso del Ing. Romo uno de los principales beneficiarios del FOBAPROA- se contempla un modelo de Estado promotor del desarrollo político, económico y social sustentado en un marco de derecho que regule a los poderes públicos y privados con sus diversos intereses contrarios y diferentes.
La diferencia no es de matiz sino de fondo, para el proyecto 2017 es el Estado un instrumento cuyo fin principal es promover la empresa privada como único medio de generar riqueza y prosperidad. Mientras que para el proyecto alternativo el Estado tiene como criterio el bien común entendido como amalgama y regulación de intereses públicos y privados.
En el criterio o principio siete La prioridad de la educación y la cultura se remite al aspecto cuantitativo de la cobertura en educación pronosticada por los diversos organismos internacionales y nacionales como la UNESCO o ANUIES o los informes de PISA que evalúa el lugar que ocupan los estudiantes mexicanos dentro de OCDE en ciencias y matemáticas. De acuerdo con el Foro Económico Mundial.
Este apartado es desarrollado con más amplitud por Esteban Moctezuma encargado de la política social. En el caso de la educación a diferencia del Proyecto Alternativo 2016; el programa de atención a jóvenes del Proyecto de Nación 2017 atenderá mediante becas a 2, 600 millones de jóvenes, 300. 000 que no han podido ingresar a la Universidad se otorgara una beca para que estudien y los restantes se les ofrecerán puestos de aprendices en las empresas privadas y públicas, con salario.
La coincidencia en el tema de la educación en los proyectos 2016 y 2017 en cuanto a los números, nos llevan a hacernos una pregunta, si no se va aumentar los impuestos, ni se van a recuperar los ingresos que provenían de PEMEX, cerca del 40 % del presupuesto público, ¿de dónde se tomaran los recursos para solventar los programas sociales, educación, salud, pensiones y el gasto de infraestructura social que requiere el país para despegar económicamente y crear las condiciones de bienestar social? Porque sólo el ingreso proveniente de erradicar la corrupción o el método de reasignación de recursos no será suficiente para los cambios estructurales que se necesitan para revertir el deterioro económico, social y político que por años ha llevado una clase política y una elite económica parasitaria y corrupta a la crisis severa en que se encuentra el país.
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