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Mujeres jornaleras, entre el machismo de la comunidad y la migración laboral

Fuentes: SEMlac

Margarita Martínez es originaria del municipio de Coatecas Altas, al sur de la Región de los Valles Centrales, en el estado de Oaxaca. Forma parte de la cuarta generación dentro de su familia que lleva a cabo la migración interna para trabajar como jornalera en los campos.

«Muchos me preguntan por qué migro, y eso me molesta mucho», dice la joven durante una conferencia de prensa donde se presentó el Proyecto Ambulante, un trabajo en conjunto con diversas organizaciones que han documentado las carencias y las desigualdades estructurales que lleva a miles de personas a buscar el sustento lejos de sus comunidades, como es el caso de Margarita.

En la comunidad jornalera de Coatecas Altas «existe mucho machismo», «dentro de la comunidad, la mujer no puede trabajar, eso está mal visto» comparte Margarita, quien se ha visto orillada a dejar su hogar y migrar hacia otras entidades del país como Sonora y Sinaloa, donde se enfrenta a la constante vulnerabilidad de sus derechos laborales.

«No puedes trabajar porque eres mujer y tienes que estar en la casa», relata. «Aunque trabajes en el campo, igual tienes que llegar a la casa y hacer quehaceres, entonces el trabajo es más para una mujer. Yo digo: ¿por qué una mujer no puede trabajar en su pueblo?», cuestiona la joven.

La situación para comunidades rurales e indígenas como la de Coatecas es muy difícil, añade Wilma García, del Centro de Acompañamiento a Migrantes A.C., organización que colabora en el proyecto. No hay condiciones para que las personas, las familias y las mujeres no migren.

En esta comunidad no hay agua; las condiciones para siembra y para cuidados básicos no existen, no hay alternativas de trabajo dentro de la comunidad de tierras áridas que quedan a más de una hora de Oaxaca».

Como parte del Proyecto Ambulante, las organizaciones recopilaron información diversa en comunidades jornaleras, por ejemplo, del ámbito educativo. Así, registraron que, en comunidades consultadas, 40 por ciento de la población sólo tiene nivel escolar de primaria, y el 12 por ciento no tiene algún grado de estudios.

Esta situación se agrava porque en Oaxaca existían 40 escuelas migrantes que daban atención a los hijos e hijas de familias jornaleras, las cuales funcionaban con dos ciclos escolares y de acuerdo con las necesidades y carencias de su alumnado, alertó García. Sin embargo, fueron cerradas en su totalidad sin que las autoridades informaran los motivos, denunciaron las organizaciones.

En México, se estima que la mayoría de los 2.3 millones de personas que se desempeñan como jornaleros y jornaleras agrícolas no tienen garantizado su empleo y no cuentan con contrato escrito. Nueve de cada 10 personas jornaleras agrícolas no tienen acceso a la salud por parte de su trabajo y tampoco reciben prestaciones laborales, entre otras violencias a sus derechos laborales.

«El fuerte crecimiento de la producción agroindustrial en el norte, noroeste y centro del país ha abierto un mercado de trabajo que posibilita la oferta y demanda de mano de obra barata para la realización de diversas actividades agrícolas, alimentando redes de promoción y contratación ilegal que aprovechan la situación vulnerable de las personas jornaleras y sus familias.

Ellas aceptan este tipo de trabajo temporal, al no tener otra opción, enfrentando otro tipo de carencias que se suman a la violación constante de sus derechos humanos. No hay garantía de un trabajo justo y digno, en condiciones laborales y de vida como las establecidas en la Ley Federal de Trabajo y en los instrumentos y convenios internacionales en la materia», dice el Proyecto en un comunicado.

«No está determinado ni garantizado el derecho al alojamiento que se ha de ofrecer a las y los jornaleros agrícolas migrantes, ni las condiciones de la vivienda, ni la calidad de la alimentación, ni la inscripción al seguro social, ni los montos de los salarios, ni el pago de las horas extra; aunado a la ausencia de supervisión y vigilancia por parte de las autoridades competentes a nivel federal, estatal y municipal, en los lugares de destino», añade.

El Proyecto Ambulantes, conformado por Irex, Caminos, Centro de Acompañamiento a Migrantes, Fomento Cultural y Educativo, y el Centro de Estudios en Cooperación Internacional y Gestión Pública, tiene como objetivo fomentar la migración segura y la protección de derechos laborales de comunidades indígenas y rurales habitantes de los Valles Centrales de Oaxaca, la Sierra Norte y Huasteca de Veracruz.