La paulatina sucesión de noticias referidas al acontecer inmediato que distan de los problemas estructurales del país, nos alejan de la necesidad de su compresión y por ende de una posible solución. Las cicatrices del albur neoliberal todavía están latentes y en apariencia reivindicadas por la actual administración cuando consideramos la apreciación monetaria y los […]
La paulatina sucesión de noticias referidas al acontecer inmediato que distan de los problemas estructurales del país, nos alejan de la necesidad de su compresión y por ende de una posible solución.
Las cicatrices del albur neoliberal todavía están latentes y en apariencia reivindicadas por la actual administración cuando consideramos la apreciación monetaria y los niveles de endeudamiento vigentes.
Un cóctel explosivo y ya conocido por la gran mayoría de los argentinos.
La necesidad de dar solución a los problemas de vivienda, del trabajo y la educación nos invita a una mirada integral donde es ineludible el accionar del Estado como agente planificador con metas de corto y mediano plazo.
La expansión de la obra pública y sus efectos en la industria, la mano de obra y la construcción es por sí sola la primer medida a considerar siendo los grandes ejes urbanos la importancia de urbanizar los frágiles senderos donde miles de argentinos conviven, a los cuales hay que asegurar los servicios de Seguridad y Justicia.
Con respecto al trabajo, es necesario considerar una clara política industrial con cierto sesgo proteccionista pero competitiva a la vez vía sus niveles de productividad y un tipo de cambio adecuado con el fin de proveer al mercado interno e integrarse con diversos mercados regionales.
En efecto, de prosperar dicha iniciativa la propia inversión interna será la clave y por ende empujaría al mercado de trabajo.
Los servicios concatenados a la industria y el paulatino aumento del poder adquisitivo impulsarían a la absorción de nuevos trabajadores.
En educación es necesaria la construcción o re construcción de nuevas infraestructuras capaces de albergar a la población estudiantil de entre 6 y 17 años bajo el sistema de doble jornada, lo que generaría un aumento en la demanda de docentes que pueda ser abastecida sin obstáculos burocráticos tanto por egresados de instituciones terciarias como universitarias en igualdad de condición.
Una pregunta clave es cuál será el origen de los recursos necesarios para emprender dicha gesta.
Re pensar el actual sistema tributario regresivo podrá ser una de las medidas o gravar las actividades económicas con ganancias extraordinarias en función de la rentabilidad tanto de suelo como del subsuelo.
El endeudamiento externo lleva consigo la estrangulación de la soberanía política local y no está previsto en el mercado financiero internacional el fácil acceso para semejante desafío.
Necesitamos pensar nuestras prioridades por nosotros mismos para asi alcanzar las metas que un país como la Argentina merece-
Ezequiel Beer. Geógrafo UBA – Analista Político.
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