El tema de la Deuda es cardinal en el escenario político de la República Argentina. Desde su explosión con las maniobras fraudulentas en la Dictadura Genocida, con el manejo económico de Martínez de Hoz, miembro y representante de la oligarquía, siempre explotadora, cipaya y con sangre obrera y campesina en sus manos, ha condicionado, expoliado […]
El tema de la Deuda es cardinal en el escenario político de la República Argentina. Desde su explosión con las maniobras fraudulentas en la Dictadura Genocida, con el manejo económico de Martínez de Hoz, miembro y representante de la oligarquía, siempre explotadora, cipaya y con sangre obrera y campesina en sus manos, ha condicionado, expoliado y destruido el bienestar de los asalariados de este país. El posicionamiento que se tome ante ella determina el carácter humano, ideológico, político y ético en la lucha de clases de nuestro suelo.
Todos los gobiernos posteriores a la dictadura cívico militar desbarrancada en el 83, salvo los dos primeros años de Alfonsín bajo el ministerio económico de Bernardo Grinspun, han «honrado» esa afrenta sin honra, sin siquiera generar su discusión en el Congreso y mucho menos en la población. Fue justamente la población, a través de sus organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles y territoriales, la que ha cuestionado su pago, por las penurias que le ha causado. Fue la denuncia de un héroe nacional como Alejandro Olmos la que provocó la monumental investigación judicial que llevó al fallo del juez Ballesteros, que en el año 2000 determinó, después de 18 años de investigación, que el endeudamiento argentino fue una maniobra ilegítima, ilegal y fraudulenta del proceso militar, la oligarquía y la burguesía parasitaria argentina y el sistema financiero internacional. A pesar de ello, tanto el gobierno aliancista de De La Rúa- Cavallo, como el transitorio de Duhalde, el pagador serial kirchnerista durante sus 12 años y por supuesto el cipayo de Macri-Cambiemos (PRO-CC-UCR), hicieron caso omiso de tal fallo del Poder Judicial y siguieron pagando la estafa, a costa del sacrificio y el sufrimiento del pueblo trabajador.
Llegamos al presente con el nuevo gobierno «nacional y popular», que con un incoherente e inverosímil discurso, dice que va a volver a «honrar la deshonra», a pesar de criticar duramente a la administración anterior, declamar que el endeudamiento del macrismo fue fraudulento y que sólo sirvió para llenarle los bolsillos a funcionarios y empresarios que la fugaron. Entonces… ¿en qué quedamos?
El gobierno peronista de Alberto Fernández dice que el endeudamiento de la anterior administración fue «criminal», pero que hay que pagarlo de todos modos. Intenta consolidar culturalmente el hecho de que la corrupción de las altas esferas no tiene condena penal y, en vez de enjuiciar, encarcelar y hacerle pagar a los corruptos con su libertad y su patrimonio, condena al pueblo que no recibió NUNCA ningún beneficio de los empréstitos del exterior, otra vez, a sacrificarse para pagar la fiesta de los ladrones de guante blanco.
No hace falta mucha perspicacia para entender que toda la política del Frente de Todxs gira alrededor del pago a los acreedores externos, corruptos todos, individuales o institucionales, para lo cual va a ser necesario ajustar al pueblo trabajador, aunque quiera disimularlo con dádivas humillantes que de todas maneras dejan a los «beneficiarios» en la pobreza, mientras les recorta a los que tienen sólo «un poco más que los que tienen menos». Como por ejemplo lxs jubiladxs que cobran la miseria de $20.000, que no reciben nada, cuando la canasta jubilatoria se calcula en $38.000 como mínimo. O, para lxs trabajadorxs, los «aumentos a cuenta» de paritarias que no se sabe si se llevarán a cabo, pasibles de descuentos impositivos. Mientras tanto, los bancos, los parásitos de la especulación financiera y las empresas energéticas que tuvieron obscenas ganancias durante la era Macri, tienen asegurados sus privilegios.. y tasas de ganancia. Y de los aportes patronales, ni noticia.
Por eso, el FMI dice estar contento con las políticas aplicadas por el nuevo jefe de La Rosada. Y sabemos que si ellos están felices, lxs laburantes jamás lo estarán.
Eso es justamente la «democracia burguesa». Eso es el Capitalismo. Un orden institucional que le cuida los privilegios, los lujos y las ganancias a los monopolios. Sólo la lucha de lxs asalriadxs, organizadxs gremial pero sobre todo políticamente, puede enfrentar y revertir semejante infamia. Sin lucha y movilización, el poder económico reina sin sobresaltos, consigue sus objetivos y modela una sociedad absolutamente injusta y oprobiosa.
El tema de la Deuda entonces, es fundamental para nuestro pueblo. Quedarse quietos significa resignarse a la imposición de los poderosos. Por eso es imprescindible generar un movimiento que les haga saber que somos millones los que le decimos NO al pago de esa deuda odiosa, ilegal, ilegítma y fraudulenta. Ni un peso para el FMI y los buitres financieros. Que le vayan a cobrar a los que la generaron, la fugaron y se llenaron los bolsillos con ella. Estamos convencidos que incluso los que votaron a la fórmula del Frente de Todxs están en desacuerdo con «honrar la deshonra». Seamos miles los que salgamos a las calles y llenemos las plazas para oponernos a semejante monstruosidad.
Habrá que poner manos a la obra.
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