En entrevista con Clarín.cl José Reveles (1944), escritor y periodista mexicano, analiza la captura del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, el recrudecimiento de la narcoviolencia y la negligencia del gobierno ante la crisis humanitaria de México: «Los familiares y las policías comunitarias encuentran cadáveres pero no corresponden con el ADN de los 43 estudiantes de […]
En entrevista con Clarín.cl José Reveles (1944), escritor y periodista mexicano, analiza la captura del narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán, el recrudecimiento de la narcoviolencia y la negligencia del gobierno ante la crisis humanitaria de México: «Los familiares y las policías comunitarias encuentran cadáveres pero no corresponden con el ADN de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, son los muertos de aquí y de allá. Es una doble tragedia, porque los familiares que buscan a sus hijos encuentran un montón de cadáveres y los cadáveres no encuentran dueño, estamos hablando de dos tipos de muertos, los desaparecidos y los que aparecen pero nadie reclama. En mi libro registré una fosa con 500 cadáveres en 2011, y otra fosa con 190 cuerpos, doy cifras: 1,800 cadáveres encontrados en 19 provincias de México, era el anuncio de lo que ahora está pasando en Iguala, como si hubiera profetizado el futuro, veíamos venir la tragedia, se avecinaba y la dejamos llegar, como sociedad y periodistas no hicimos lo suficiente para detener la complicidad del narco con el gobierno».
-MC.- Pepe, ¿cuántas páginas habías escrito para tu nuevo libro antes de la captura del narcotraficante Joaquín «El Chapo» Guzmán?
-JR.- Ni media letra, cuando anunciaron la captura del Chapo esperé un par de semanas para que alguien se lanzara al ruedo, pero no vi nada. Entonces dije: «voy a escribir un libro», pensé que tal vez no valía la pena, así que lo consulté con los editores y les encantó la idea. Te juro que quise registrar el hecho, a veces uno escribe para sí mismo, para ordenar las ideas, un artículo periodístico puede darte al ángulo para escribir un libro. Normalmente cuando hago un libro no lo comienzo por el principio, sino que ya traigo el antecedente en la cabeza, en los archivos, en mi experiencia y en el estudio del tema; de tal manera que no había escrito nada, pero sí tengo la película del Chapo en la cabeza, he trabajado mucho, lo vengo siguiendo hace más de 20 años.
-MC.- ¿Cuándo comenzó tu sospecha sobre la entrega pactada del Chapo con la DEA y el gobierno de Peña Nieto?
-JR.- Desde el mismo día, el sábado 22 de febrero, me llamaron muy temprano para ir al noticiero especial de Carmen Aristegui en MVS Radio, nos juntamos con la periodista Anabel Hernández, nos pasamos todo el tiempo de la transmisión con Carmen analizando los temas y nos dimos cuenta que mientras transmitíamos el programa de radio todavía no teníamos la versión oficial del gobierno de México, sin embargo ya teníamos toda la versión del gobierno de Estados Unidos, tanto los datos de la captura, como la foto del sometimiento del Chapo. Cuando tú ves eso piensas: qué pasó, no veo a los marinos mexicanos en el papel de facilitarle el material al gobierno de Estados Unidos, ni entre periodistas pasa eso, piensa mal y acertarás.
Cuando los medios cubren este tipo de capturas de capos o ejecuciones de narcos me consultan porque suponen que soy experto, nunca he desmentido a los colegas (risas). El 22 de febrero, me llamaron por teléfono de la cadena Telemundo para solicitar una entrevista, la corresponsal me dijo: «aquí tenemos la nota oficial del gobierno de Obama, aseguran que le incautaron 1,300 millones de dólares», la periodista de Telemundo me envió el documento, a partir de ahí soy el primer mexicano que tengo el documento completo de Estados Unidos, con los números correctos, en México se decía que le incautaron 1,300 millones de pesos, pero son dólares. Nadie le hizo caso a la cifra acreditada por Estados Unidos. Eso me convenció de escribir el libro, comienzo a descubrir cuál es la ruta del dinero, investigué la confesión de Jesús Vicente Zambada, El Vicentillo era el encargado de meter la droga desde México a California, y luego enviaba la mercancía hasta Chicago, donde estaba el centro de distribución. Después de la extradición, El Vicentillo confesó todo en Estados Unidos, se convirtió en testigo protegido, se comprometió a no mentir ante la DEA, a no ocultar información, a cambio de la protección de las autoridades de Estados Unidos, le aplicaron una sanción económica -de 1,373 millones de dólares- que es quitarle un pelo a un gato. Según la revista Forbes, El Chapo tenía una fortuna de 1,300 millones de dólares, y su socio El Vicentillo superaba esa cifra.
-MC.- El Chapo parecía ser el narcotraficante preferido de Genaro García Luna, el jefe de la policía mexicana hasta 2012. ¿Dejó de ser funcional?, ¿en qué contexto se explica la mediática entrega del Chapo?
-JR.- Mario, lo dijiste correctamente, El Chapo dejó de ser funcional, pero no estamos hablando únicamente de México, estamos hablando de Estados Unidos, del dominio del negocio a nivel global, de la increíble capacidad financiera de los narcos, de su operación en 50 países, El Cártel de Sinaloa trafica desde Sudamérica hasta África para meter las drogas a Europa, y con la cocaína que sí se produce en México han perfeccionado los métodos de la calidad, ahora descubrí, con el caso de la desaparición de los 43 estudiantes en Iguala, que México está produciendo la heroína de la mejor calidad, tan buena como la heroína de Afganistán y del triángulo asiático.
-MC.- Mejorar la calidad de la drogas es una prioridad de los cárteles, desde la década de 1970, con la «marihuana golden» en Acapulco…
-JR.- Si tú consideras que un cártel es una empresa multinacional, insisto: globalizada, donde tu garantía es tu producto, los narcos tienen que mejorar sus drogas. Los Arellano Félix estaban importando heroína para traficarla a los Estados Unidos -como intermediarios-, México producía heroína de mala calidad, muy dañina por el alquitrán, ahora se está produciendo en México y curiosamente en la zona del conflicto en Guerrero (Iguala) se está «cocinando» una heroína de gran pureza -como azúcar blanca o sal fina-, yo pregunté a una fuente: ¿se modificaron los procedimientos o los químicos para procesarla?, y me dijeron: «no, se trata de otro tubérculo, el famoso bulbo de la amapola cambió de color a blanco, es altamente productivo y fino», cuando me pasaron el dato leí en un Informe de las Naciones Unidas: «México está produciendo entre 12,000 y 14,000 hectáreas amapola de la máxima calidad y de esos cultivos producen 250 y 300 toneladas de heroína», antes México producía 6,000 hectáreas, así voy corroborando mis líneas de investigación con datos de Colombia, de Afganistán, de Informes de la ONU, me doy cuenta que el triángulo asiático ya dejó de producir tanta heroína -por una política para revertir sus cultivos-, todo combinado hace que México sea preponderante, entre estos factores encontraría una explicación para la inhabilitación del Chapo.
-MC.- ¿Cuáles serían otros antecedentes de entregas pactadas por la DEA?
-JR.- Estados Unidos negoció -en Colombia- con Rodríguez Orejuela y Pablo Escobar. Pienso que Estados Unidos incautó 2,100 millones de dólares al Cártel de Sinaloa para no perseguir a los 29 familiares del Chapo Guzmán, dejaron operar el tráfico del Cártel de Sinaloa pero moderado por Estados Unidos, administrado por ellos, Estados Unidos controla los precios del mercado de las drogas, suben y bajan las cantidades de incautación, así manejan los precios. Yo tengo comprobación de traficantes colombianos que trabajaron con la DEA, siguiendo el modelo del operativo de armas Rápido y furioso, la DEA pone los aviones y cargamentos, los mete a Estados Unidos y los cobra. De esa forma lo hizo la DEA con el narco colombiano Harold Mauricio Poveda, alías El Conejo, milagrosamente se escapó del operativo en El desierto de los leones en octubre de 2008, los mexicanos que asistieron a la fiesta sí fueron capturados en la Operación Limpieza.
-MC.- ¿Qué papel jugó el banco HSBC en el lavado de dinero del Cártel de Sinaloa?
-JR.- Mediante depósitos de casas de cambio y de otros mecanismos financieros, el Cártel de Sinaloa lavó 358,000 millones de dólares, equivalente al tercio del Producto Interno Bruto (PIB) de México, está comprobado que el Cártel de Sinaloa depositó esa cantidad en un plazo menor de 10 años, ¿dónde quedo el dinero? Estados Unidos multó de forma simbólica al banco HSBC con 190 millones de dólares. Pongo estos elementos en la mesa para que los lectores entiendan estas verdades a medias del gobierno, ellos mienten con la verdad, dan un elemento de verdad y el resto lo tergiversan, los lectores llegarán a sus propias conclusiones.
-MC.- ¿Qué nueva tecnología utilizada por la DEA te sorprendió?
-JR.- Un viejo agente de la DEA me dijo: «tú sabes cómo son los microchips que ponen en el cuerpo para localizar a una persona».
-MC.- ¿El chip que tenía implantado el exsenador y excandidato presidencial Diego Fernández de Ceballos?
-JR.- Exactamente, el chip es más pequeño que un granito de arroz. Es posible que las mellizas del Chapo Guzmán que nacieron en Los Ángeles – en agosto de 2011- hayan sido inoculadas con un chip en el hospital Antelope Valley en Lancaster (California). Investigué los pros y los contras, un experimentado agente de la DEA dice que todavía no han inventado la batería para el chip, si el geo-localizador están encendido 24 horas, los 7 días de la semana debería calentarse o quemar tu brazo; pero otros expertos dicen que ya es posible la tecnología del chip. Entonces recurro a la historia, está el antecedente del chip del político Diego Fernández y el chip que le implantaron en el brazo al fiscal Rafael Macedo de la Concha en 2004, junto a 180 funcionarios de la Procuraduría General de la República (PGR), les pusieron el chip en un acto público ante la prensa. Yo no voy a resolver las preguntas más difíciles, los lectores tendrán que pensar por sí mismos para acercarse a la verdad.
-MC.- ¿Y qué es lo más increíble en el mundo del narco?
-JR.- México es el país donde los muertos siguen caminando, están los narcos que simulan sus muertes, o sus cadáveres desaparecen de la morgue por arte de magia: Humberto Lazcano –El Lazca-, Nazario Moreno, Amado Carrillo –El señor de los cielos-, y Nacho Coronel. La gente no cree en la historia oficial.
-MC.- Pepe, no entendí la implicación de la heroína en Iguala y el caso de los 43 estudiantes desaparecidos…
-JR.- El dato de Iguala no está en el libro, la línea de investigación nació por una entrevista que me hizo Carmen Aristegui, me preguntó sobre la importancia de la captura de Héctor Beltrán Leyva –El H – en octubre de 2014, yo creo que no era relevante, El H ya venía de caída, no tenía dominio entre su propia gente, estaban muy dispersos, balcanizados y pulverizados por los grupos rivales. Le dije a Carmen Aristegui que los Guerreros Unidos dominaban Iguala, ellos sacaron a Los Rojos -que dominaban la región hasta hace algunos meses-, en el contexto de la lucha intestina está la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, fui el primero que lo dijo. Iguala es una zona que controlan los herederos de Beltrán Leyva, por la ruta de todo tipo de trasiego de drogas, en especial de la heroína blanca mejorada. Los hermanos de María de los Ángeles Pineda -esposa de José Luis Abarca, el exalcalde de Iguala- pertenecen al Cártel de los Guerreros Unidos. Valdría la pena, en la reedición de mi libro, extender la investigación sobre la participación del 27 Batallón de Infantería de Iguala, la policía local, los Guerreros Unidos y el alcalde de Iguala, el gobierno local y los militares están implicados en el tráfico de drogas y en la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
-MC.- Finalmente, nos vimos en Ciudad Juárez durante la caravana de Javier Sicilia, publicaste el libro: «Levantones, narcofosas y falsos positivos» (2011), siguen apareciendo fosas clandestina en México, a pesar de la narrativa oficial de que todo había cambiado con el regreso del PRI…
-JR.- Qué bien que recuerdas mi libro, lo escribí hace tres años, denuncié el horror de las fosas, cubrí el hallazgo de las fosas de San Fernando con 190 cadáveres y en Durango con 500 cadáveres, pero el ADN no corresponde con los 26,100 desaparecidos en México entre 2006 y 2012. Es lo mismo que está pasando en Iguala Guerrero, los familiares y las policías comunitarias encuentran cadáveres pero no corresponden con el ADN de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, son los muertos de aquí y de allá. Es una doble tragedia, porque los familiares que buscan a sus hijos encuentran un montón de cadáveres y los cadáveres no encuentran dueño, estamos hablando de dos tipos de muertos, los desaparecidos y los que aparecen pero nadie reclama. En mi libro registré una fosa con 500 cadáveres en 2011, y otra fosa con 190 cuerpos, doy cifras: 1,800 cadáveres encontrados en 19 provincias de México, era el anuncio de lo que ahora está pasando en Iguala, como si hubiera profetizado el futuro, veíamos venir la tragedia, se avecinaba y la dejamos llegar, como sociedad y periodistas no hicimos lo suficiente para detener la complicidad del narco con el gobierno. En 2011, algunos periodistas irresponsables dijeron: «son 72 cadáveres de indocumentados centroamericanos en la fosa de San Fernando Tamaulipas, pero no eran mexicanos, así que no importan demasiado», las atrocidades, el horror y la tragedia de la guerra «contra las drogas» ya estaban ahí.