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No se puede minimizar ni ocultar la magnitud de la represión

Fuentes: FNLS

Los actos represivos que lleva acabo la actual administración chiapaneca y federal en contra del conjunto del movimiento popular son inocultables aun por más que se empeñen los voceros oficiales y algunos medios de comunicación por ocultarlo. Es el caso de la información difundida por algunos medios de comunicación por lo sucedido el día de […]

Los actos represivos que lleva acabo la actual administración chiapaneca y federal en contra del conjunto del movimiento popular son inocultables aun por más que se empeñen los voceros oficiales y algunos medios de comunicación por ocultarlo.

Es el caso de la información difundida por algunos medios de comunicación por lo sucedido el día de hoy a las afueras del Palacio Nacional en la Ciudad de México, en donde policías vestidos de civil y la policía militar agredió y negó el derecho a la manifestación de estudiantes de la escuela Normal Rural Bilingüe Jacinto Canek.

En algunas notas de prensa se tergiversó los hechos y se utilizó para dar la imagen de víctimas a los represores y a las verdaderas víctimas de la represión se les da el trato de victimario, a la Policía Militar le dan el papel de víctimas cuando en realidad estos comenzaron la agresión y violentamente impidieron el derecho a la manifestación.

En ese hecho nuestra organización brindó la solidaridad bajo el principio del humanismo proletario, para que por la vía de los hechos se lograra ejercer el derecho a la protesta y así se pudiera instalar el plantón de los estudiantes, quienes exigen solución a sus demandas ante la negativa e incapacidad del gobierno chiapaneco de resolverlas.

Cuando se observa solidaridad, combatividad y resistencia del pueblo ante los embates de la represión algunos medios de comunicación tienden a criminalizar la protesta, pero cuando se dan actos de represión policiaca guardan silencio ¿a qué se debe este proceder? Sólo se vislumbra una respuesta: tratar de ocultar lo inocultable.

Por qué estos medios de comunicación no hablaron con la misma intensidad cuando ejecutaron extrajudicialmente a Mario Moreno López en Chiapas, cuando torturaron y detuvieron injustamente a Javier Gonzales Díaz, cuando golpearon con puñetazos y patadas a los estudiantes normalista en la ciudad de Tuxtla Gutiérrez, y una larga lista de casos de represión donde los cuerpos policiacos y militares atentan contra el derecho a la vida y a la manifestación del pueblo.

Por qué su intención de querer limpiar la imagen de los cuerpos policiaco militares cuando ampliamente está documentado que estos actúan en contra de la dignidad humana, reprimen, torturan, violan, asesinan, hostigan, detienen y desaparecen, abusan de su autoridad, extorsionan y amenazan al pueblo inerme, en suma, si son ellos los que reprimen cómo pueden convertirse mecánicamente en víctimas de un pueblo reprimido, eso es ilógico.

Qué esperaban señores reporteros y medios de comunicación, ¿ver a un pueblo sumiso y callado ante un gobierno que viola derechos humanos? ¿Permitir que sigan transgrediendo la dignidad humana del pueblo? ¿Cruzarse de brazos ante la violencia institucional? No, el pueblo ya no es el mismo, hoy por la vía de los hechos hacemos valer nuestros derechos fundamentales.

Las acciones políticas y todas las medidas de autoprotección colectiva y defensa del pueblo son legítimas y necesarias ante la insistente negación del derecho a la manifestación y otros derechos fundamentales, un plantón frente a palacio municipal no es un acto de capricho, sino un acto de protesta ante la actitud represora del gobierno chiapaneco.

La prensa debe informar las razones que motivan al pueblo a movilizarse, las causas que provocan el descontento, debe hablar de la represión que motiva realizar un plantón, obviarlos o dejarlos de lado es poco profesional para la labor periodística y únicamente terminaría por ser una nota que sirve a los intereses represivos del gobierno.

La parcialidad hacia el Estado por parte de ciertos medios de comunicación o reporteros los hace parte de la represión, porque se criminaliza, estigmatiza y calumnia el movimiento popular, que posteriormente es utilizado por el Estado para justificar la represión. Sabemos que en política se cometen errores, por ello, esperamos que estos medios y reporteros de manera reflexiva puedan cambiar esa tendencia críminalizadora y evitar que se sigan cometiendo más atropellos contra el pueblo.

¡Alto a la criminalización de la protesta popular!

¡Por la unidad obrero, campesino, indígena y popular!

Frente Nacional de Lucha por el Socialismo

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de los autores mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.