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Notas sobre crisis y desempleo en Tijuana

Fuentes: Rebelión

La Red de Trabajadoras y Trabajadores de la Maquila de Tijuana se reúne el primer sábado de cada mes para platicar los problemas en las fábricas, la resistencia y organización y la solidaridad entre trabajador@s. En la última reunión de febrero, un punto a discusión es la crisis económica. ¿Cómo nos está golpeando? ¿Qué podemos […]

La Red de Trabajadoras y Trabajadores de la Maquila de Tijuana se reúne el primer sábado de cada mes para platicar los problemas en las fábricas, la resistencia y organización y la solidaridad entre trabajador@s. En la última reunión de febrero, un punto a discusión es la crisis económica. ¿Cómo nos está golpeando? ¿Qué podemos hacer para resistir? Maquiladoras están cerrando o despidiendo trabajadores. El desempleo reina en la ciudad. Mago, extrabajadora de la maquila y asesora laboral que trabaja en Cittac (Centro de Información para Trabajadores y Trabajadoras) platica que las calles de Tijuana están llenas de gente buscando empleo. Uno las reconoce por el fólder en bajo el brazo con los papeles que piden para hacer solicitud de trabajo.

Las consecuencias de la crisis económica son drásticas en Tijuana. Los medios de comunicación se enfocan en las guerras del narcotráfico, pero poco dicen de las largas filas de personas angustiadas fuera de las maquiladoras pidiendo trabajo. El gobierno local evita que se hable del tema. «Hay que ser optimistas,» afirma en la televisión algún funcionario del gobierno que sí tiene empleo.

Las cifras del IMSS hablan de 25 mil empleos perdidos en Tijuana en los últimos meses. (El Mexicano: 8 de enero 2009) Pero el número no incluye diciembre de 2008 y enero de 2009. Los empleos perdidos bien pueden llegar a 40 mil.

De acuerdo a Jaime Cota, asesor laboral que también trabaja en Cittac y uno de los fundadores de la organización, las más afectadas por la crisis han sido las fábricas de muebles y televisores. En 2008, dos fábricas de muebles cerraron y dejaron sin empleo a cerca de dos mil trabajadores. Ambas, Muebles Fino Buenos y Douglas Furniture se fue sin pagar la indemnización por despido que exige la ley laboral. Después de una resistencia tenaz, trabajadores de Muebles Fino siguen activos luchando por la justicia.

Basílica, extrabajadora de Muebles Fino Buenos y miembra de Cittac, es una joven de Oaxaca que trabajó por años para esa empresa. Tras el despido, Basílica trabajo en otras empresas, pero en la última fue despedida por introducir cinco tamales oaxacaqueños a la planta. Desde noviembre, Basílica no encuentra trabajo. A cuanto lugar va, se encuentra con las mismas colas de 100, 200 personas pidiendo chamba. De tanto andar por Tijuana, Basílica se ha hecho experta en conocer las áreas de la ciudad.

Gesebel, otra extrabajadora de Muebles Fino Buenos con alrededor de 40 años de edad, también busca trabajo. Pero en algunas plantas le dicen que ya «está vieja» para pedir trabajo. No desmaya y después de mucho caminar encuentra trabajo en otra fábrica de muebles. La desagradable sorpresa es que el salario aquí es la mitad del ya de por sí bajo salario en las maquilas. Le pagan 40 pesos diarios más un bono de 15 pesos.

Los y las trabajadoras y activistas en la reunión de la Red de Tijuana cuentan historias de abuso. Las empresas se aprovechan de la crisis para recortar empleos, aumentar el trabajo, bajar los salarios, y eliminar prestaciones y seguro social. Para colmo, ahora piden secundaria o preparatoria para ser contratar.

Antonia es extrabajadora de maquilas productoras de lentes oftálmicos; es también activista de Cittac y de la Colectiva Feminista. Ella coordina el proyecto de la Cocina Colectiva que busca medios alternativos de vida para las trabajadoras despedidas o hartas de la maquila. Antonia explica la situación la lucha de su esposo. El tiene muchos conocimientos y gran experiencia trabajando en la maquila, pero después de dejar media vida en una empresa fue despedido y no ha encontrado un trabajo adecuado a su talento y experiencia. Y ahora con la crisis, la situación es aun peor. El ha tenido que buscar trabajo como ayudante en un mercado. E incluso eso es difícil. Cada día llegan al mercado cientos de personas desde la cinco de la mañana a pedir trabajo. Sólo algunas son contratadas y sólo por un día, sin prestaciones ni seguro social. A la madrugada siguiente hay que ir de nuevo a competir con cientos de personas para ser contratado un día más.

Paula, también activista de Cittac y de la Cocina Colectiva, también ha tenido que trabajar en el mercado limpiado papas. Es un trabajo pesado y le pagan unos 30 pesos al día. Paula explica que eso sólo alcanza para pagar el transporte de regreso a casa y para comparar un kilo de tortillas. Nada más.

Miles de trabajadores/as que reciben una pequeña indemnización al ser despedidos de las maquiladoras intentan sobrevivir poniendo pequeños negocios ambulantes. La ciudad de Tijuana se está llenando de ellos. La cosa no va bien, dice Fernando, extrabajador de Muebles Fino Buenos. «A veces uno saca 200 pesos, a veces 40, a veces nada.» Desafortunadamente muchos de estos negocios quiebran muy pronto y el trabajador pierde el pequeño capital que invierten, explica Jaime.

Muchas compañías están cerrando o recortando personal. En la planta para televisiones Xpectra perdieron 600 empleos. Una fábrica de ventiladores con 3,000 trabajadores cerró. A uno de los trabajadores le tocaban $40 mil pesos de indemnización por desempleo, pero la compañía sólo le dio $2 mil. Samsung también recortó gente. Y en el gigante Sony, quizás la maquiladora más grande de Tijuana con más de 9,000 trabajador@s, ya no se trabaja, ni se paga, un día de la semana. Por todos lados es igual. En RCI los gerentes hicieron una junta: sólo va a haber trabajo tres días de a la semana, y los que no acepten serán despedidos.

Mago platica que la empresa japonesa Sharp va a recortar 15 mil trabajadores en el mundo. En Tijuana, la empresa quitó el transporte colectivo a los trabajadores. Al parecer, el plan es hacerles la vida imposible para que acepten firmar una «renuncia voluntaria» que les quita un porcentaje grande de sus derechos de indemnización por despido. Sharp tiene su maquiladora en una zona muy retirada de Tijuana; hay gente que va a trabajar a Sharp desde lugares tan lejanos como Ensenada, y hay gente que para llegar a Sharp tiene que tomar cinco autobuses públicos. Pero un grupo de trabajadores se organizó. Le pidieron a la compañía de transportes que los siguiera llevando a Sharp y que ellos le pagarían de su salario. A Sharp no le gustó ese negocio y prohibió que los el estos autobuses circularan en el área cercana a la fábrica. Como la fábrica es inmensa, los trabajadores tuvieron que hacer una gran caminata para llegar a la puerta de la fábrica. Pero siguieron llegando al trabajo. Entonces Sharp se puso más agresiva. Habló con la empresa y el transporte colectivo fue completamente eliminado. «No sólo quieren forzarlos a renunciar,» dice Jaime «la empresa tampoco puede soportar la idea de que los trabajadores se organicen.»

Funcionarios del gobierno mexicano dicen que la crisis no es culpa de México sino de Estados Unidos. Pero lo que no dicen es que ellos firmaron el Tratado de Libre Comercio y dejaron que México fuera presa de las corporaciones internaciones. Ahora hasta el Banco Mundial dice que México será el país latinoamericano más afectado por la recesión debido a su imprudente apertura económica. Desde hace años advertimos que eso podía pasar, afirman organizaciones como la Red Mexicana de Acción contra el Libre Comercio. Ahora México no tiene casi ninguna defensa para protegerse de los sube y bajas y las especulaciones de capital financiero internacional.

¿Y ahora qué? En la ciudad de Reynosa, más de 4 mil personas han salido al menos dos veces a las calles y han bloqueado los puentes internaciones con Estados Unidos. La gente está descontenta por los despidos masivos en las maquiladoras y por la militarización de la ciudad y los abusos del ejército mexicano (Frontera Norte Sur, Febrero 5, 2009) 1000 trabajador@s despedidos por la empresa Nokia se plantaron frente a la Junta de Conciliación de Reynosa exigiendo que la empresa les pague la indemnización por despido. Protestas similares pueden también ocurrir en Tijuana. «La gente está furiosa en Evenflo,» explica Basílica en una reunión de Cittac. «Hay que llevarles volantes para que sepan sus derechos en caso de despido.» Mientras, un nuevo éxodo está sucediendo. La mayoría de las trabajadoras de la maquila no son nativos de Tijuana sino emigrantes del centro y sur de México. Mago explica que ahora muchos están regresando a casa. «Están regresando a ser campesinos,» dice Mago a un grupo de estudiantes de Pitzer College de California que fuerona visitar a Cittac. Sin embargo, Toña advierte que tal opción sólo es posible si la gente tiene un pedazo de tierra para sembrar. Regresar a ser peón para una hacienda no es ningún futuro.

Ser campesinos, producir alimentos, estar con la madre tierra parece ser un llamado que se extiende por la frontera. En San Diego, estudiantes chican@s de City College aprenden la historia de la agricultura en los aztecas mientras trabajan en la creación de una milpa urbana en los terrenos del colegio. Mientras, activistas zapatistas de Tijuana discuten el mejor tipo de grano para sembrar en huertos urbanos. El Colectivo Cosme Damián, así nombrado en memoria de un joven activista asesinado por la policía de Tijuana tiene grandes expectativas: sembrar la tierra, producir comida, crear cooperativas de producción, compra y consumo. La severidad de la crisis empuja a soluciones fundamentales. Si el sistema no da alternativas, una nueva vida tiene que recrearse. Es tiempo de soluciones cooperativas. Los estudiantes de Pitzer College ser van de Cittac contentos por el delicioso mole preparado por Toña. Mientras, las compas de la Cocina Colectiva se preparan para cocinar los alimentos de la próxima actividad que se presente.