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OpenDNIe: un driver libre para una ciudadanía libre

Fuentes: Rebelión

El DNIe (carné de identidad electrónico de España), surge como respuesta del Ministerio del Interior a las necesidades de identificación de la ciudadanía en la nueva sociedad de la información. Se comenzó a expedir en 2006 y actualmente 15 millones de españoles cuentan con él, aunque se estima que, a día de hoy, pocos ciudadanos […]


El DNIe (carné de identidad electrónico de España), surge como respuesta del Ministerio del Interior a las necesidades de identificación de la ciudadanía en la nueva sociedad de la información. Se comenzó a expedir en 2006 y actualmente 15 millones de españoles cuentan con él, aunque se estima que, a día de hoy, pocos ciudadanos lo utilizan asiduamente para realizar operaciones a través de internet. OpenDNIe, la implementación libre del driver del DNIe, ha sido presentado en sociedad, a través del conocido portal tecnológico Kriptópolis, por su principalísimo desarrollador: jonsito.

Si bien OpenDNIe supone un hito importante para el soporte transparente del DNIe en GNU/Linux (puede que incluso llegue a serlo para MacOS), no es menos cierto el hito que también supone en un culebrón de más de 4 años que podríamos titular «El soporte al DNIe ¿se debe transferir el control a la ciudadanía?».

La historia del soporte al DNIe, sobre todo para plataformas GNU/Linux, está transformándose sucesivamente de una pugna entre el Estado y la ciudadanía a una colaboración aperturista, pero:

¿Tienen derecho las comunidades del software libre a exigir que se les transfiera el control del soporte?
¿Qué les mueve a estar tan interesados?

DNIe y el soporte ofrecido por la DGPGC

Históricamente, en España, el documento nacional de identidad ha sido expedido por la Policía, y por ende, el DNIe acabó recayendo como competencia de la Dirección General de Policía y la Guardia Civil (DGPGC, en adelante). Para poder realizar operaciones telemáticas con el DNIe es necesario el propio carné, un lector y los controladores, o drivers, para el sistema operativo que uno emplee. Los servicios de informática de la DGPGC han sido los encargados de suministrar drivers, manteniendo ellos siempre el control íntegro del desarrollo.

Esta es la razón fundamental de los disgustos surgidos en ciertas comunidades del software libre, que siempre abogaron porque la DGPGC hiciese público los códigos de los drivers del DNIe a fin de que la propia comunidad pudiera mantenerlos actualizados e integrados de serie en los distintos sabores de GNU/Linux.

… y llegó la liberación

Hace unos meses la DGPGC decició que no daría más soporte a los drivers del DNIe para GNU/Linux y que los liberaba con intención de que sirviera como «implementación de referencia», esto es, con fines educativos para que la ciudadanía desarrollara una implementación libre desde cero.

Juan Antonio Martínez, alias jonsito, asumió el reto de realizar esta implementación. En Kriptópolis hubo cierto revuelo a que esta gran obra debería ser apoyada por algún ente público: al fin y al cabo la ciudadanía se iba a hacer cargo del desarrollo y mantenimiento de unos controladores para un instrumento de identificación propiedad del Estado. CENATIC, una fundación promovida por el Ministerio de Industria, se prestó al trato aportando no solo la forja de proyectos, sino personal interno dedicado a que el proyecto sea un éxito.

Jonsito como principal desarrollador, gente del proyecto OpenSC (open smart card) como guías para que OpenDNIe acabe integrado dentro de OpenSC, la fundación CENATIC facilitando infraestructura y promoción, y algunas personas más (empaquetadores, testers, etc.) habían conseguido crear una comunidad alrededor de OpenDNIe.

Desmitificando las comunidades del software libre

Pesa todavía en nuestros días una falsa visión de las comunidades del software libre, como colectivos activistas integrados por hackers. Casi como unas logias masónicas que quieren agotar el modelo comercial de producción del software. Hay quién incluso piensa en el software libre y las comunidades como movimientos anti-capitalistas. Nada más lejos de la realidad.

Por supuesto que los integrantes en estas comunidades opinan que el acceso al conocimiento de manera libre genera mayores oportunidades para todos. Pero lo realmente importante que cabe destacar es que este bien común: el acceso al código fuente de un programa y por ende al conocimiento, surge como consecuencia de la búsqueda de un beneficio individual por parte de la persona que libera dicho conocimiento. No se libera código como fin en sí mismo, sino como medio para la obtención de un beneficio.

Esto puede entenderse si tomamos, como caso base, un programador que libera el código fuente de un programa. Puede hacerlo motivado por ganar promoción personal, dado que su programa llega a un público mucho mayor que si fuera de código cerrado; o bien espera que otros programadores hagan peer-review y le detecten/solucionen bugs. Estos otros programadores pueden estar motivados por cuestiones académicas, por ganar en conocimiento, auto-realización, o porque crean que solucionando bugs del trabajo del otro puedan llegar a darle una calidad tal, que quizás acaben incluso usándolo para obtener beneficio económico. Este caso base, por razonamiento inductivo, lleva a entender como se construyen las comunidades del software libre: como suma de individuos, de forma espontánea y no dirigida.

Desde el punto de vista comercial, con la referencia a cifras de 2010 de dos grandes proyectos del software libre como son el núcleo Linux o el escritorio GNOME tenemos que, para el primero, el 75% de las aportaciones de código las realizan programadores pagados por grandes compañías. Para el segundo el 30% de las aportaciones de código fueron realizadas por gente a sueldo. Es software libre es negocio.

Desmitifiquemos las comunidades del software libre. Comunidad y ciudadanía son sinónimos: están formadas por empresas, entidades públicas, movimientos asociativos y personas individuales; y cada uno de las cuales buscando sus propios beneficios (económicos o no), y que generan, en segunda instancia, un bien común: libertad de uso, acceso, modificación y distribución de productos informáticos, además de la demostración de que existen otros modelos para la industria.

La comunidad OpenDNIe

Nos encontramos actualmente en un momento socio-político en el que las entidades públicas coquetean con el open-government, es decir, la transparencia de las administraciones para el fomento de la participación ciudadana. La comunidad formada sobre OpenDNIe me parece todo un ejemplo: liberación de código por parte de la Policía, iniciativa ciudadana para dar soporte, fundaciones públicas que apoyan pero no dirigen, y allegados al proyecto (universitarios, empleados públicos y privados …) que quieren aportar con su conocimiento técnico.

Intentemos entonces responder a la pregunta inicial: ¿Tienen derecho las comunidades del software libre a exigir que se les transfiera el control del soporte? Afirmativo. La ciudadanía es capaz de demostrar que, cuando tiene interés, es capaz de solventar por sí misma los problemas. Estoy seguro que, una vez se complete el desarrollo de OpenDNIe, no habrá mejor soporte para el DNIe: la comunidad lo habrá resuelto.

OpenDNIe se trata solo de un producto tecnológico. Es necesario tomar conciencia que este ejemplo puede extrapolarse también a asuntos de mayor calado social. Dejemos de pedir al gobierno que solucione nuestros problemas y comencemos a exigir que nos permita participar.

Referencias

http://www.dnielectronico.es/informacion_general.html

http://www.internautas.org/html/6078.html

http://opendnie.cenatic.es/

http://www.kriptopolis.org/opendnie-listo

http://kounch-mac.blogspot.com/2011/02/compilacion-de-opendnie-para-mac-os-x.html

http://www.dnielectronico.es/descargas/index.html

http://www.kriptopolis.org/disponibles-fuentes-pkcs11

http://www.kriptopolis.org/opensc-cenatic?page=4

https://forja.cenatic.es/projects/opendnie/

http://apcmag.com/linux-now-75-corporate.htm

http://blogs.gnome.org/bolsh/2010/07/28/gnome-census/

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.