Las oposición mexicana del Frente Amplio Progresista (FAP) finalizó este viernes la toma de la Cámara de Diputados. Lo decidieron luego de acordar un debate nacional de 71 días sobre la reforma energética impulsada por el Ejecutivo. El FAP tomaba el Congreso mexicano en rechazo al proyecto oficial de «reforma energética». Esta iniciativa propone abrir […]
Las oposición mexicana del Frente Amplio Progresista (FAP) finalizó este viernes la toma de la Cámara de Diputados. Lo decidieron luego de acordar un debate nacional de 71 días sobre la reforma energética impulsada por el Ejecutivo.
El FAP tomaba el Congreso mexicano en rechazo al proyecto oficial de «reforma energética». Esta iniciativa propone abrir a capitales privados algunos sectores de la mayor petrolera estatal, Petróleos Mexicanos (PEMEX).
Los legisladores de todos los partidos acordaron llevar adelante un debate nacional sobre el tema que se iniciará el 13 de mayo y durará 71 días.
Los legisladores opositores de la Revolución Democrática (PRD), del Trabajo (PT) y Convergencia dejaron el Congreso al considerar como un triunfo el acuerdo alcanzado.
El representante del PRD, Carlos Navarrete, señaló que la toma del Congreso logró «impedir que se aprobaran aceleradamente las iniciativas» para «privatizar la industria petrolera».
Navarrete también festejó la aceptación de la propuesta de debate nacional petrolero. Aseguró que la apertura al debate impide la entrega de recursos a empresas extranjeras y el avance privatizador en PEMEX