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Oposición, Julio es el mes decisivo

Fuentes: Rebelión

El juego de la docena de opositores que quieren derrotar al presidente Evo Morales en las elecciones de diciembre, se ha convertido en una apuesta dramática para cada uno. Lo es, porque todos están empeñados en buscar acompañantes y algunos incluso a quien encabece la postulación. Su oferta electoral no va más allá de sostener […]

El juego de la docena de opositores que quieren derrotar al presidente Evo Morales en las elecciones de diciembre, se ha convertido en una apuesta dramática para cada uno. Lo es, porque todos están empeñados en buscar acompañantes y algunos incluso a quien encabece la postulación. Su oferta electoral no va más allá de sostener que el pueblo debe oponerse al autoritarismo del gobierno actual. Un programa de ese corte no entusiasma ni mucho ni poco salvo, por supuesto, a quienes se encasillaron en esa actitud.

Coinciden, todos ellos, en que este mes de julio deben tomar la decisión para iniciar su campaña seriamente en agosto. Es cierto que son varios los que se han lanzado a la arena, aunque reclamando la unidad opositora, para hacer un frente con posibilidades ante el gobierno. Saben que tienen pocas posibilidades e incluso, algunos, hablan en sentido que el presidente Morales «está blindado»; es decir, que tiene una armadura difícil sino imposible de penetrar.

Se refieren, sin querer decirlo y muchas veces sosteniendo que el gobierno miente, a los grandes avances que se han producido en los tres y medio años de gobierno. Avances que han creado una expectativa no sólo interna, sino también en quienes se fueron empujados por el mayor empobrecimiento del país. Las cifras, sin embargo, dan resultados distintos a los malos discursos de los dirigentes políticos y su acompañamiento de analistas y comentaristas.

Veamos algunos datos. Es bueno repetirlo porque, la andanada de mentiras y distorsiones, tiene amplio espacio en los medios de comunicación. En términos financieros puede señalarse estos datos: las reservas internacionales subieron de 1.800 a cerca de 8.000 millones de dólares, la deuda externa disminuyó en casi 50%, las exportaciones se elevaron a algo más de 2.000 a mucho más de 10.000 millones de dólares, el déficit presupuestario que era permanente desapareció desde el primer año de gestión del presidente Evo Morales. Respecto a la gestión económica, el gobierno acometió importantes inversiones que han multiplicado por cuatro las que se hacían en los gobiernos anteriores, actualmente desarrolla planes de construcción caminera de gran envergadura, está en marcha un plan de reactivación ferroviaria a concretarse en el corto plazo.

Pero es en el área social en que se han dado los mayores logros. La campaña de alfabetización que culminó hace casi dos años fue un objetivo prometido por muchos, pero nunca alcanzado hasta ahora. La salud ha llegado hasta los más apartados rincones del país incluyendo la instalación de cerca a 30 centros hospitalarios. El alivio brindado a los sectores más necesitados con los bonos que se otorgan a la vejez, a la escolaridad, a la maternidad y a los trabajadores del gobierno, con independencia de su filiación política.

Pero, además, está el programa «Evo cumple». Poniendo la necesidad del pueblo por encima de la gestión burocrática, el presidente Morales entrega los fondos necesarios a los municipios que presentan proyectos concretos de mejoramiento de las condiciones de vida. En un lapso establecido en cada caso, las autoridades correspondientes deben rendir cuentas del avance de las obras. En la misma forma, se entregan ambulancias e instrumentos de trabajo que superan las deficiencias de las que se padecía de forma parecía normal.

Parece menudo, pero hay que destacar que, en un año, ahorramos energía eléctrica equivalente a 100 Mgw, mediante la distribución de focos ahorradores sin ningún costo para los pobladores.

Estos son sólo algunos datos que muestran el cumplimiento del programa de gobierno diseñado por el Movimiento al Socialismo (MAS) en la campaña electoral, que se ha perfeccionado y ampliado durante este tiempo. Nada de esto habría sido posible sin la ayuda incondicional y generosa de los pueblos y gobiernos de Cuba y Venezuela.

Es que, este gobierno señaló, como uno de sus caminos esenciales, el relacionamiento internacional sobre bases de respeto mutuo y de integración continental. La incorporación al ALBA, la propuesta e implementación del Tratado de Comercio entre los Pueblos (TCP), la apertura de relaciones con países que están aportando con grandes inversiones, permiten a nuestro gobierno prescindir de los apoyos condicionados a los que tenía por costumbre acudir cada uno de los gobiernos del régimen anterior.

Hemos mantenido un costo de vida mucho menor que cualquiera de nuestros vecinos, con un índice de inflación bajo. Las necesidades básicas de la población han sido atendidas, aún a costa de importaciones que, ¡cuándo no!, la oposición trata de mostrar como fracasos de este gobierno. No quiere tomar en cuenta, no le conviene por supuesto, que el 45% de los bienes de consumo se producen hoy en día en el país, lo que contrasta con menos del 20% que se producía antes.

Por supuesto que hay fallas. Tenemos una gran deficiencia en el programa de vivienda. El presidente Evo Morales, en agosto de 2006, dijo que ya entonces estábamos atrasados en ese programa; han pasado ya tres años y no hay ningún avance en tal materia. La corrupción no ha desaparecido, aunque un importante funcionario de gobierno está preso para encarar un juicio criminal por soborno. Seguramente hay otros problemas. Fallas hay y seguirá habiendo, pero el camino que se ha emprendido tiene mucho que mostrar como resultados.

La oposición busca las fisuras para introducir una cuña que parta en dos a este gobierno. En el esfuerzo, ellos están quedando maltrechos.