Según el equipo de Outernet, tan solo un 60% de la población mundial cuenta actualmente con acceso a internet. Economía y política son los principales lastres que sufre su avance y, por ello, se apuesta por dar forma definitiva a un modelo de internet, libre, gratuito e imposible de censurar. Las hipótesis que propician imaginar […]
Según el equipo de Outernet, tan solo un 60% de la población mundial cuenta actualmente con acceso a internet. Economía y política son los principales lastres que sufre su avance y, por ello, se apuesta por dar forma definitiva a un modelo de internet, libre, gratuito e imposible de censurar.
Las hipótesis que propician imaginar un mundo futuro están sustentadas en preguntas cuya inverosimilitud es directamente proporcional a su coherencia. Por ejemplo, el escritor Phillip K. Dick recurrió a una hermosa pregunta para titular una de sus narraciones más celebradas -«¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?»- y visto que ese universo virtual al que llamamos internet está condenado a expandirse hasta límites insospechados, resulta inevitable teñir de preguntas todo aquello que nos suscita cada vez que cruzamos el umbral virtual.
¿Es posible «democratizar» el acceso a internet y que todo el mundo pueda utilizar gratuitamente la red desde cualquier punto de planeta? Esta es una de las preguntas que más interés despierta en la actualidad y una cuestión que provoca zarpullidos a muchos emporios y gobiernos que pretenden dictar las normas de algo que se escapa a su control total.
Por el momento, una de las respuestas -un sí contundente- ha sido dada por la iniciativa Outernet, www.outernet.is. La organización con sede en Nueva York, Media Development Investment Fund (Fondo de Inversión para el Desarrollo de Medios), planea revolucionar para siempre la conexión en línea a Internet planetaria, otorgando acceso gratuito y sin restricciones a todo el mundo. Todo ello ha cobrado forma a través del citado proyecto Outernet, que gracias a la tecnología de difusión de datos a través del ancho de banda de las señales de radio podría otorgar acceso a la red de redes para todo el mundo, inclusive en aquellos países que pretenden censurar su acceso. Por el momento, este órdago cuenta con una fecha u objetivo temporal fijado en nuestro horizonte más inmediato, junio de 2015.
Según sus responsables, Outernet apuesta por ser la `onda corta’ de nuestro tiempo. Es decir, pretende suplantar a aquella señal de radio utilizada para traspasar fronteras y llegar a los puntos más recónditos del planeta.
Outernet espera ser la herramienta que sustituya -o complemente- a dichas emisiones, por lo que va a difundir contenidos de utilidad pública, como información y noticias, contenido educativo, como los proporcionados por Maestros Sin Fronteras, aplicaciones abiertas (como por ejemplo Wikipedia, Open Street Map, Ubuntu) o contenidos con licencia Creative Commons. Y también va a proporcionar un sistema de aviso de emergencia para las situaciones en las que fallen las redes de telefonía.