En reiteradas oportunidades nos hemos referido en los últimos años a la deuda externa argentina. Hemos analizado como sucesivos gobiernos a partir de la dictadura militar de 1976 fueron incrementando la deuda a través de operaciones realizadas desde los organismos de conducción económica, en especial por el ministerio respectivo. En todo ese proceso de endeudamiento […]
En reiteradas oportunidades nos hemos referido en los últimos años a la deuda externa argentina. Hemos analizado como sucesivos gobiernos a partir de la dictadura militar de 1976 fueron incrementando la deuda a través de operaciones realizadas desde los organismos de conducción económica, en especial por el ministerio respectivo. En todo ese proceso de endeudamiento hubo numerosos responsables y testaferros de empresas y sectores beneficiados. Uno de los precursores fue Martínez de Hoz y uno de los más ‘consecuentes’ y desvergonzados fue el ‘mago’ Domingo Cavallo. Este último personaje inició su labor de demolición de entrega de la economía nacional como director del Banco Central cuando la dictadura. Pero luego continuó su tarea de carcoma del país con Carlos Menem, bajo cuyos mandatos se produjo la entrega de los principales recursos y servicios (Aerolíneas, YPF, Correos, etc.). Y cerró su devastadora carrera -esperemos que definitivamente – en la gestión final de Fernando de la Rúa, con ‘el corralito’ y la ‘desaparición’ de dos tercios de los ahorros y depósitos de los ciudadanos argentinos a través de otro ‘pase de magia’, consistente en la variación cambiaria.
Eso sí, la casi totalidad de la delincuencia financiera argentina, bancos extranjeros y otros privilegiados sectores minoritarios tuvieron el aviso previo correspondiente para no quedar atrapados como el resto de los ciudadanos. Ese vaciamiento de recursos, esas maniobras tramposas, ese artero endeudamiento en el que también se traspasó deuda privada al Estado, sigue impune. El tardío fallo del juez Ballestero duerme desde hace años en las bancas de los diputados. Pero la clase política en general, salvo honrosas y contadas excepciones, sigue de una forma u otra, ‘honrando’ la deuda.
Esta cuestión, sigue siendo -valga la redundancia – una deuda pendiente. Una deuda de los gobernantes, ministros y funcionarios que enajenaron el país, que utilizaron un cargo público con altos sueldos pagados por el pueblo argentino, para servir a los intereses ajenos, a las transnacionales, a los centros de poder, a las mafias financieras.
No nos vamos a olvidar, ni vamos a dejar de denunciarlo, ni renunciaremos a exigir justicia.
Para ayudar a nuestra memoria como pueblo, compartimos este pronunciamiento del Foro Argentino de la Deuda Externa:
La deuda externa ilegítima y fraudulenta, es una causa social, nacional y moral
El día que el Presidente Kirchner tocó las campanas en la Bolsa de Nueva York, unas horas antes, celebró un desayuno de trabajo con los magnates de esa cueva de usureros y Fondos Buitres llamada Wall Street, dijo: ‘Este acto representa el retorno de la Argentina al lugar en el mundo que nunca debió abandonar’. ¿Cuando y quién abandonó ese lugar?. Y siguió diciendo: ‘El desarrollo económico y humano, el superávit fiscal y el desendeudamiento, son pilares que ya no abandonaremos en la Argentina’, ¿Qué es el desendeudamiento?. Es pagar, pagar, y pagar recursos enormes, fruto del trabajo argentino. Nunca se pagó tanto en tan poco tiempo una deuda probadamente ilegítima, ilícita, fraudulenta, usuraria y odiosa, Tenemos los testimonios de la histórica investigación de Alejandro Olmos, plasmada en el fallo del Juez Ballestero, que así lo demuestra.
En los últimos 5 años se pagaron más de 120.000 millones de pesos que fueron a engrosar las fortunas de los grandes bancos, monopolios y especuladores. A los argentinos nos dejaron 3.800.000 indigentes, 7 millones de pobres, un millón y medio de desocupados, 100.000 chicos trabajando en las calles, 5.000.000 de menores que viven en la pobreza, la mayoría de los trabajadores con salarios en la línea de la pobreza, la salud, la educación con graves problemas, las PYMES y la industria de defensa nacional en estado vegetativo o arruinada.
En los últimos 4 años se le pagaron al FMI, al BID y al BM 75.000 millones de pesos Con ese dinero se podría sanear la Cuenca de La Matanza, El Reconquista y El Riachuelo, que afecta gravemente a 5.000.000 de personas. Se podrían construir viviendas dignas, agua corriente y cloacas para las familias que habitan esos asentamientos y terminar con esa vergüenza nacional.
Este año 2006 se pagarán 42.000 millones de pesos que alcanzarían para construir viviendas de buena calidad, para el millón de familias, en total, que viven en villas de emergencia.
En 2007 vencen pagos por 37.000 millones de pesos. Los cinco años siguientes por alrededor de 30.000 millones anuales, y por cuatro años más, hasta 2016, 20.000 millones por año.
Está claro lo que significa y seguirá siendo ‘ese pilar de la economía’ llamado desendeudamiento, que lógicamente provoca, además de los ajustes en los gastos sociales y productivos del presupuesto, nuevo endeudamiento, ya que el superávit fiscal no alcanza para cubrir estos desmesurados vencimientos y el gobierno apela a emitir bonos, nueva deuda, o a quitar 2.250 millones de pesos del ANSES, a cambio de un título, pasando por alto que 2.240.000 jubilados cobran 470 pesos, casi una jubilación de indigencia.
Es así como la nueva deuda suma 21.468 millones de dólares más. Se incrementó por emisión de nuevos bonos, por préstamos (14.648 millones de dólares) y por el ajuste del 42% de la deuda por el CER, por la inflación, (6820 millones de dólares).
La Ministra de Economía, Felisa Miceli, reconoce que ‘la deuda sigue siendo una carga muy pesada’. Mas bien una lápida debió decir. Y agregó que ‘representa el 66% del PBI’. Si sumamos , los 25.000 millones de dólares. que quedaron fuera del canje, omitidos por la Ministra, la deuda llega al 79% del PBI, o sea, a los 165.000 millones de dólares. Cuando se anunció con bombos y platillos, en la Casa Rosada, el pago total al FMI crearon la sensación de que se había terminado con la deuda. La verdad abrió paso a la dura realidad que muestra todo lo contrario de lo que se dijo. La deuda prosigue su rumbo con la dinámica esencial de todas las deudas del tercer mundo. Se hace impagable y cuanto más se paga, más se debe.
Alejandro Olmos decía que la deuda externa es una causa nacional.
Es una causa nacional, social y moral.
Es una causa nacional al ser un instrumento de dominación, de sumisión nacional a los dictados de las potencias imperialistas del grupo de los siete, o de los ocho con Rusia, cuyos brazos ejecutores son el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo, el Club de París y sus bancos y Bolsas. En la década del noventa, los bonos ilícitos y fraudulentos fueron utilizados para enajenar nuestras empresas del Estado y los recursos energéticos y mineros: petróleo. gas, oro, etc. , a precio de remate, Así se liquidó la industria nacional y se pagó deuda entregando las empresas estatales a los monopolios imperialistas..
Es una causa social porque es un tremendo saqueo de nuestros recursos, y un castigo para la vida presente y futura de millones de argentinos. Es por ello que el Foro Argentino de la Deuda Externa convoca a los trabajadores, los campesinos, los jubilados, los docentes, los estudiantes, los partidos políticos, los trabajadores de la cultura, los científicos, los sacerdotes, legisladores y diputados comprometidos con esta causa nacional, los militares patriotas a unirnos, movilizarnos y luchar para pagar la deuda social, no pagando la deuda externa ilegítima y fraudulenta.
La deuda es una causa moral. Lo dijo claramente Alejandro Olmos; ‘La deuda es la estafa mas grande cometida contra el pueblo y la Nación’. Es un monumento a la corrupción , con más de 400 ilícitos, delitos penales, cometidos por Ministros de economía, banqueros, empresarios y funcionarios de todos los gobiernos de turno desde 1976; por los Martínez de Hoz,. Diz, Cavallo, Machinea, Daniel Marx, Murdford, Braide, Citi Bank y muchos otros. Estos son los que pusieron de rodillas al país, afirma el Juez Ballestero en el Fallo Judicial, y siguen sueltos disfrutando de la impunidad que le brindan los gobiernos, desde la dictadura militar hasta hoy.
Nuestra causa es la de Olmos:
Luchar para que no se pague la deuda ilegítima y fraudulenta.
Que el Congreso nacional respete el Art. 75 de la Constitución y que los Diputados y senadores que votan la delegación de poderes y no tratan la deuda, que les compete exclusivamente al Congreso, sepan que incurren en el delito de infames traidores a la Patria.
Que se constituya una bicameral para investigar la deuda y suspender el pago, hasta que sepamos a quien le debemos, por que debemos y cuanto debemos, si algo debemos.
Que se trate el Fallo del Juez Ballestero, cajoneado en el Congreso desde el año 2000.
Que se haga Justicia contra los responsables del ignominioso endeudamiento de nuestro país
Foro argentino de la deuda externa
Secretariado Nacional