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Poder popular contra el poder estatal

Pasó el 21 F, y ahora ¿qué?

Fuentes: Rebelión

Es cierto que quienes se movilizaron por el respeto al voto popular y por el NO a la modificación de la Constitución Política del Estado, que también implicaba un NO a la reelección de Evo Morales y su vicepresidente, alcanzó un éxito sin precedentes en las movilizaciones de la oposición que con claridad está compuesta […]

Es cierto que quienes se movilizaron por el respeto al voto popular y por el NO a la modificación de la Constitución Política del Estado, que también implicaba un NO a la reelección de Evo Morales y su vicepresidente, alcanzó un éxito sin precedentes en las movilizaciones de la oposición que con claridad está compuesta de dos corrientes, una, a la derecha del MAS, y otra, a su izquierda, alimentada por sectores de trabajadores de las ciudades y el campo, desencantadas y hasta reprimidas por el gobierno de turno.

También es cierto que el MAS (que mejor le queda el nombre de Movimiento Anti Socialista), ha iniciado su campaña política con la proclamación de Evo Morales como presidente y Álvaro García como vicepresidente.

Esta campaña proseguirá, puesto que es la decisión de la cúpula de esta organización política, que no está dispuesta a dejar el gobierno que le ha permitido fructíferos negocios, en medio de una creciente y descarada corrupción y la obsecuente obediencia de sus acólitos.

Por su parte, muchos sectores populares expresan la necesidad de una alternativa revolucionaria, pero no ven aún ni la organización a fortalecer ni el dirigente a apuntalar para darle una alternativa de izquierda que le dé combate al movimiento anti socialista.

Las organizaciones que siguen un programa revolucionario y reivindican el socialismo como un proyecto histórico por conquistar, son muy débiles y están dispersas, a pesar de esforzarse en la construcción de coordinadoras y consejos.

La propia Central Obrera Boliviana, (COB) por cuyo mandato en repetidos congresos se fundó el Partido de los Trabajadores, en Huanuni, uno de los más importantes centros mineros de Bolivia, está cooptada por el gobierno y ha alejado de su Comité Ejecutivo Nacional (CEN) a su último dirigente, Guido Mitma, que no tuvo éxito en su resistencia a la militancia oficialista del MAS, en el seno de la Federación Sindical de Trabajadores Mineros de Bolivia (FSTMB). De hecho, el congreso que aún realiza la COB, es un congreso que fue adelantado con el objetivo de separar a Mitma del CEN cobista para acelerar la cooptación de la única central de trabajadores del país, que aglutina incluso a organizaciones campesinas, del magisterio, de salud, estudiantiles, etc.

El Partido de los Trabajadores (PT) fue boicoteado desde su nacimiento y, como dijo un minero, «fue una wawa (bebé) echada al basurero, pero esta wawa se resiste a morir». El propio Partido Comunista, ahora con cuotas de poder en el gobierno, había defenestrado al PT a los días de su nacimiento en Huanuni, con más de 1300 delegados mineros, obreros y de otros sectores de trabajadores y estudiantes.

El PT, cobista de nacimiento, (que no guarda ninguna relación orgánica con el PT del Brasil) se resiste a morir y ha estado participando de las últimas movilizaciones y está haciendo el esfuerzo por reconstituir una alternativa obrera, revolucionaria, socialista al MAS, que por mucho ha dejado de lado la democracia obrero popular y en una mezcla de actitudes estalinistas y fascistas y no deja de cometer acciones represivas y de amedrentamiento contra las movilizaciones populares.

El PT plantea, antes y después del 21 F, las siguientes consignas, entre las principales:

· Por el respeto al voto popular:

o No a la reelección de Evo Morales, candidato de la nueva derecha.

o Contra la vieja derecha.

· En defensa de la COB:

o Rechazo al congreso masista usurpador y divisionista de Montero.

o Exigimos a todos los dirigentes que rechazan el asalto masista, que organicen el Congreso Ordinario, resuelto en el ampliado de Potosí (6/12/17) y ratificado en Cochabamba (26/01/18), con plena independencia del gobierno.

o Garantizar desde las bases el verdadero XVII Congreso ordinario, como única garantía real de su realización.

o Recuperar la independencia política y de clase para una COB revolucionaria.

· Contra la jubilación forzada, por una jubilación digna, con el 100% del monto de los sueldos o salarios.

· Por trabajo digno para todos. Rechazo a la flexibilización, precariedad e informalidad. Contratos colectivos. Seguro de salud y cesantía.

· Contra el pacto del gobierno y la oligarquía, y el decreto privatizador 3469.

· Por la defensa del Medio Ambiente, del saqueo de la oligarquía y las transnacionales.

· En rechazo al endeudamiento de Bolivia y por el no pago de la deuda externa.

· Contra las cúpulas corruptas y explotadoras.

¡POR UN GOBIERNO DEL PUEBLO TRABAJADOR!

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.