Estamos muy lejos de haber superado los problemas de privacidad que la Red nos planteaba hace unos años. No obstante, el camino para resolverlos pasa más por la toma del control de los actos (y datos) propios que por reformas faraónicas. [Ilustración: Antonio Cerón.] Entre las cookies de KISSmetrics y otras historias de naturaleza más […]
Estamos muy lejos de haber superado los problemas de privacidad que la Red nos planteaba hace unos años. No obstante, el camino para resolverlos pasa más por la toma del control de los actos (y datos) propios que por reformas faraónicas.
[Ilustración: Antonio Cerón.]
Entre las cookies de KISSmetrics y otras historias de naturaleza más o menos similar, últimamente no se habla de otra cosa que de lo muy vigilados que estamos cuando usamos la web. Aquí llevamos años comentándolo. En 2007 titulábamos «lo que el usuario no ve» en relación, precisamente al seguimiento de la actividad en la web. Poco tiempo después llegó Beacon, ¿lo recuerdan?.
Aunque se retractaron de Beacon, en Facebook no se conforman. Por ello, no les basta con seguir tu actividad incluso cuando estás deslogueado, quieren ser los únicos que puedan hacerlo. Por eso quieren patentarlo. La patente tiene por nombre Communicating Information in a Social Network System about Activities from Another Domain y el resumen de la misma es:
In one embodiment, a method is described for tracking information about the activities of users of a social networking system while on another domain. The method includes maintaining a profile for each of one or more users of the social networking system, each profile identifying a connection to one or more other users of the social networking system and including information about the user. The method additionally includes receiving one or more communications from a third-party website having a different domain than the social network system, each message communicating an action taken by a user of the social networking system on the thirdparty website. The method additionally includes logging the actions taken on the third-party website in the social networking system, each logged action including information about the action. The method further includes correlating the logged actions with one or more advertisements presented to the one or more users on the third-party website as well as correlating the logged actions with a user of the social networking system.
En una de sus materializaciones, se describe un método para rastrear información sobre la actividad de los usuarios de una red social mientras participa en otro dominio. El método consiste en conservar un perfil para cada uno de los múltiples usuarios de la red social, donde cada perfil identifica a una conexión ante uno o más usuarios de la red e incluye información sobre el usuario. El método puede incluir, además, recibir una o más comunicaciones de un tercer sitio web teniendo un dominio distinto del de la red social, donde cada mensaje comunica a ese tercer sitio web la acción llevada a cabo por un usuario de la red. El método también incluye el registro en la red social de las acciones realizadas en el tercer sitio web, donde cada acción registrada incluye información sobre la misma. Por si fuera poco, el método también presenta una correlación de las acciones registradas con uno o más anuncios expuestos a uno o más usuarios del tercer sitio web, además de otra correlación de las acciones registradas con un usuario de la red social. *
Suplantar la red no es suficiente. Si eres avispado y, percibiendo el scam, decides salir corriendo y no pisar sus dominios, te alcanzarán igual. «Podrás correr, pero no esconderte», confesó un apócrifo Zuckerberg antes de soltar una risita nerviosa, incómoda, como si estuviera ocultando las manos entre sus pantalones y una guía de teléfonos a la que piensa exprimir.
Y, entre tanto, seguimos con el bullshitting en torno a las métricas de lo emotivo. Y ahí tenemos a Klout, lo más in entre los community managers (by Fanta), que sin embargo comienza a recibir críticas crecientes por el poco respeto que guarda hacia los usuarios, de los que recopila datos aunque éstos nunca se hayan registrado en Klout. Parece lógico: Klout recopila datos públicos y demás… el problema es que hacer opt-out de su sistema es, en la práctica, inviable porque Klout no accede a ello.
Ni accede ni podrás saber nunca si accedieron. Ya me dirás cómo puedes estar seguro de que se borran los registros vinculados a un usuario si no tienes acceso directo a la base de datos (ni te lo dejarán tener).
Ante esta situación, lo único que queda es ser prudente. No poner en Internet aquello que no pondrías en una postal y hacerse cargo de que todo lo que pongas en una web, incluso eso que supuestamente es privado o tiene accesos restringidos, es público. Information wants to be free, decíamos hace años. Nada ha cambiado: es la naturaleza de la Red, los datos vuelan y se escurren como agua entre los dedos.
¿Hay alternativas a la persecución de Facebook y similares? Seguramente sea complicado pues hace falta que quienes administran páginas web opten por no usar Connect ni demás sistemas, y éstos no paran de crecer en adopción. Últimamente no me quito de la cabeza un verso de los cuatro cuartetos de T.S. Eliot: «Espera sin esperanza, porque la esperanza sería esperanza por lo equivocado».
Sin embargo, no lo aplicaré. Hay esperanza, y no está a la espera; hay una Red en la que somos más dueños de nuestra presencia, siempre la hay. Pero de eso hablamos mañana.
* Traducido para Rebelión por Ricardo García Pérez