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Discurso político y praxis criolla en la administración K

Plebiscito y lucha descarnada por el poder

Fuentes: Rebelión

«Hace poco por la calle ha pasado raudo un mensajero infernal / entre un álala de sicarios, un golfo místico encendido / y empavesado de cruces gamadas lo ha atrapado y engullido…». (Eugenio Montale. «La primavera Hitleriana») Semanas atrás, el presidente K dejo en claro que las próximas elecciones a realizarse en el mes de […]

«Hace poco por la calle ha pasado raudo un mensajero infernal / entre un álala de sicarios, un golfo místico encendido / y empavesado de cruces gamadas lo ha atrapado y engullido…».

(Eugenio Montale. «La primavera Hitleriana»)

Semanas atrás, el presidente K dejo en claro que las próximas elecciones a realizarse en el mes de Octubre serán un plebiscito hacia su gestión. Entre el amplio repertorio expresiones esgrimidas por K en relación al tema, me gustaría rescatar los siguientes. Dijo el Presidente K: «No se puede avanzar en la consolidación con un presidente debilitado»; «Si el pueblo argentino me dice que sí, seguiré trabajando con toda la fuerza y profundizando los cambios»; «…la Argentina no puede tener un presidente débil».

En otras palabras K nos esta diciendo: «Si quieren que nuestro País vuelva a la normalidad, voten por mis representantes en Octubre»; «Si quieren que la democracia no vuelva a tambalear denme todos los votos»; «Si no quieren otro Alfonsin o De la Rua saben a quien deben votar»; «El Peronismo es la única salvación para este país».

En estas declaraciones subyacen nuevas formas del discurso K que deviene determinantes para el análisis.

En primer lugar, creo que el mensaje K es un mensaje especulador. Mediante la siembra de miedo y confusión, K busca la consagración de su propio régimen. Por ello, las elecciones de Octubre como plebiscito se erigen como un medio para acumular poder.

En este sentido, la principal referente de la oposición y líder del partido ARI, Elisa Carrio, define a Kirchner como «un pequeño Roca neofascista». En efecto, la presente coyuntura nos exhibe condiciones objetivas que funcionan como un preludio para un estado con importantes reminiscencias autoritarias. Enumeremos algunas de ellas:

1. Sociedad desestructurada. Esto incluye, entre otras cosas, la desaparición de la clase media como consecuencia del aumento en la concentración de la riqueza, la caída de salario real y la profundización de la brecha entre ricos y pobres. Hasta el momento, desde el gobierno nacional no se han tomado medidas serias que contribuyan a contrarrestar esta situación.

2. Los superpoderes concedidos al Jefe de Gabinete Alberto Fernandez

3. Los 140 Decretos de necesidad y urgencia que Kirchner firmó desde el inicio de su gestión. De esta forma, la idea de emergencia queda asociada a palabras como «permanente«, «habitual«, cuando en realidad, la emergencia es por naturaleza un estado de «excepción«. Dejo a un lado la cuestión concerniente a la Comisión Bicameral Permanente pues importaría extenderme demasiado (Los DNU deben ser sometidos a consideración de esta comisión que, según el texto constitucional de 1994, debía ser creada a estos fines; hasta el día de la fecha, la mencionada comisión no fue reglamentada).

4. La intervención del Gobierno en asuntos concernientes a la justicia. Pensemos en las rimbombantes declaraciones del Presidente K y los Fernandez a raíz de la excarcelación de Maria Julia y Omar Chaban o el reciente fallo de la CSJN que declaró la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida. Dependiendo del estado de ánimo de la población el gobierno repudia o aclama las decisiones del poder judicial. Imaginemos a Kirchner y a todo su gabinete reunido: _¿Qué conviene hacer? – se preguntan – ¿Apoyamos o repudiamos?. La respuesta está supeditada a la imagen del gobierno ante la sociedad, es decir: si apoyar significa perder votos hay que repudiar (pensemos en los casos Maria Julia y Chaban); si por el contrario, repudiar significa perder votos, hay que apoyar (pensemos en el fallo de la CSJN sobre las leyes del perdón). Esta lógica para la toma de decisiones supone anteponer los intereses electorales a los sentimientos de la población. Si mueren 194 personas en un incendio y el principal responsable (utilizado al mismo tiempo como «chivo expiatorio») es liberado, hay que ver como se saca provecho de la situación a costa del sufrimiento y el dolor de los damnificados y el resto de la sociedad. Lo mismo sucede, en los ejemplos mencionadas anteriormente.

5. La solicitada del gobierno en razón del día del periodista. «Hoy, estamos apretando a los periodistas» – decía la solicitada – a lo que inmediato agrega: «Con un fuerte abrazo». Seria absurdo considerar este hecho como una broma inocente, sobre todo, si pensamos que este gobierno no abunda en sutilezas.

6. Desde comienzos de 2005, el congreso sesionó 9 veces debido a la ausencia de los legisladores del PJ. ¿Por qué no se presentan para sesionar ustedes, preguntarán? Porque estamos en un año electoral y mientras la torta no se termine de repartir no hay tiempo para ocuparse de los asuntos de la nación.

7. Finalmente, vuelvo a mencionar la intención del presidente K de utilizar las elecciones como un plebiscito hacia su gestión.

No caben dudas que la Argentina actual no es exactamente igual a la Alemania Nazi o a la Italia Fascista. Una asimilación estricta entre estas coyunturas no resistiría el más mínimo análisis. Simplemente hay algunas similitudes que configuran una praxis de connotaciones autoritarias cuyo principal soporte es el líder carismático que lo puede todo.

Por otra parte, me parece que el justicialismo posee numerosos antecedentes de personajes que surgen mágicamente en momentos de crisis -una suerte de «auxiliadores mágicos» a los que refiere Erich Fromm en su libro «Miedo a la libertad»-.

Desde la vuelta a la democracia, Menem, Rodríguez Saa, Duhalde y Kirchner aparecieron como los encargados de paliar el hambre, la pobreza, la desocupación, los salarios de la miseria, y muchos otros problemas que oprimen a la sociedad argentina. No solo que estos problemas no fueron solucionados (o en última instancia mitigados) sino que, por el contrario, se agudizaron violentamente hasta un nivel sin precedentes en la historia de nuestro país.

Buenos Aires: vida cotidiana y maquinaciones espurias

El 26 de Mayo de 2005, la administración K dictó el Decreto de Necesidad y Urgencia numero 535. Este decreto posibilita que los partidos políticos no reconocidos legalmente hasta la fecha pueden «oficializar candidaturas (…) a los fines de los comicios convocados para el 23 de octubre de 2005″ (DNU 535; Articulo 1º). Según el diario Clarín los nuevos partidos políticos reconocidos «…podrán tener candidatos aunque no cumplan otros pasos legales, como la presentación de afiliados o el deber de ir a internas abiertas, simultáneas y obligatorias».

Luego de esto, el presidente inscribió ante la justicia el «Frente para la victoria», frente que utilizó como sublema en las elecciones presidenciales del 27 de Abril de 2003. Una semana anterior a esto, el duhaldismo cumplió con el paso legal inscribiendo la junta electoral del PJ.

Por un lado entonces, tenemos al Kirchnerismo agrupado en el «Frente para la Victoria» y por el otro el Duhaldismo agrupado en el PJ. El primero proclamó el jueves 7 de Junio a Cristina Fernandez de K como primer candidata a Senadora por la Provincia de Bs. As. (lo secunda, el Ministro de Defensa José Pampuro). El segundo lanzó dos días después a Hilda Gonzalez de Duhalde, también como primera candidata a Senadora por la misma provincia (lo secunda, el Dip. Nac. Jose Maria Díaz Bancalari).

De esta manera, en la forma ambos partidos (FV y PJ) van con listas diferentes y, en consecuencia, no hay internas. Ambos entonces, pueden competir en las elecciones de Octubre por las 3 bancas para Senadores Nacionales. Y es en este punto donde surge el problema.

Se sabe que unos de los tantos objetivos de la reforma constitucional de 1994 fue la atenuación del sistema presidencialista (objetivo que a mi entender no se logró por completo). El Artículo 54 de la constitución nacional argentina dice: «El Senado se compondrá de tres senadores por cada provincia (…) elegidos en forma directa y conjunta, correspondiendo dos bancas al partido político que obtenga el mayor número de votos, y la restante al partido político que le siga en número de votos…». Es la letra del artículo citado, una forma de asegurar la representación de las minorías en el Congreso. En efecto, el artículo citado hace referencia a un sistema democrático pluralista en donde ningún partido político monopolice los cuerpos legislativos. En este sentido se pronunció el constitucionalista Daniel Sabsay quien dijo: «Se aumentó el número de representantes por distritos electorales de dos a tres, y la razón por la cual se produce este aumento es para dar cabida a un representante de la oposición, de un partido minoritario». Por otra parte, el mismo Sabsay resaltó que el esquema de la ley Nº 23298 de partidos políticos (reformada por la ley Nº 25611) esta siendo «…potencialmente violado».

En lo que hace al análisis del DNU hay que decir que el mismo es abiertamente inconstitucional. En efecto, el articulo 99 Inc. 3 de nuestra carta magna (Sección segunda titulada «Del poder ejecutivo») sostiene que el poder ejecutivo puede dictar Decretos de Necesidad y Urgencia «…cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites ordinarios previstos por esta Constitución para la sanción de las leyes, y no se trate de normas que regulen materia penal, tributaria, electoral o el régimen de los partidos políticos…». En primer lugar, no se evidencia ninguna «circunstancia excepcional» que determina una situación de emergencia; al menos en lo que refiere al objeto del decreto. Es claro también, que el DNU versa sobre materia electoral; de ahí, su inconstitucionalidad manifiesta.

Así y todo, ante una presentación judicial impulsada por el Socialismo y la UCR el presidente K reacciono balbuceando: «Nos quieren proscribir como hace 40 años».

El mismo Sabsay sostuvo que la proscripción (que es la imposibilidad de que una persona o partido político legalmente constituido puede presentarse en elecciones) «…obedece a motivos que están fuera de la norma o que son irracionales o injustos». Ante esto, queda demostrado que Kirchner distorsiona y falsea los hechos.

Fragmentación y duplicación

Cabe preguntarse finalmente (teniendo en cuenta las exposiciones mediáticas de los principales miembros del PJ en las últimas semanas) cual es la verdadera razón por la cual Kirchner y Duhalde están enfrentados. Si la lucha pasa por las ideas ¿alguien me puede decir cual es la diferencia entre ambos caudillos en lo que atañe a la forma de pensar? ¿Y de sus respectivas esposas? ¿Cuál es el proyecto de país que pretende Kirchner y en que se diferencia del proyecto de Duhalde?

La lucha pasa, a mi entender, por el control y posterior reparto arbitrario e ilegal de los caudales públicos. Kirchneristas y Duhaldistas pugnan por sus propios intereses personales. Quien tenga mayor poder tendrá mayor control sobre el dinero público.

Esta enfermedad por el poder y el dinero se manifestó en la interna del PJ; son patentes los objetivos de cada fuerza política; la perversidad de los principales dirigentes del PJ ha visto la luz; la grosera indiferencia ante los problemas sociales es evidente.

Ante esta situación, la sociedad argentina tiene la oportunidad histórica de terminar con este proceso por las urnas.

La fragmentación del PJ es un síntoma -dentro de un marco de pobreza, hambre, salarios miserables- que abre una puerta esperanzadora hacia la reconstrucción y posterior emancipación de cada uno de los ciudadanos de este país.

Kirchner, Duhalde y sus seguidores son «invenciones» del menemismo. Podrán existir algunas diferencias es cierto. Sin embargo, sostengo que existe una continuidad político-ideológico-cultural que sabe portar mascaras de cera.

Estas mascaras han comenzado ya a derretirse.