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«Por el analfabetismo cero en toda Bolivia»

Fuentes: Rebelión

Palabras del Presidente de la República, Evo Morales Ayma, en la promoción de alfabetizados del programa «Yo sí puedo», Sucre, 7 de agosto de 2006 Muchas gracias, hermanas y hermanos presentes acá. Señores ministros, señores prefectos, señora alcaldesa, señores embajadores de Cuba y Venezuela, hermanas y hermanos alfabetizados, amigos de la prensa. Estamos terminando acá […]

Palabras del Presidente de la República, Evo Morales Ayma, en la promoción de alfabetizados del programa «Yo sí puedo», Sucre, 7 de agosto de 2006

Muchas gracias, hermanas y hermanos presentes acá. Señores ministros, señores prefectos, señora alcaldesa, señores embajadores de Cuba y Venezuela, hermanas y hermanos alfabetizados, amigos de la prensa.

Estamos terminando acá una fiesta democrática, una fiesta de la patria, y aprovecho esta oportunidad para presenciar esta promoción de hermanas y hermanos alfabetizados junto a nuestras autoridades. Como explicaba el embajador cubano, son miles que van aprendiendo a leer y a escribir gracias a la cooperación del gobierno de Cuba, de Venezuela; gracias a los supervisores, a los responsables de cada grupo, he quedado impresionado porque tenemos más de 1.700 hermanos y hermanas que están estudiando en este momento. A ustedes hermanas y hermanos que han aprendido a leer, podemos aprender; soldados que también se promocionan, gracias a las Fuerzas Armadas que se sumaron a esta campaña por la alfabetización, esto va a continuar.
Me acuerdo del año pasado, el 12 de octubre, un día histórico, muchos dicen un día de luto, sí, es un día de luto, decidimos al emprender la campaña electoral que una de nuestras tareas debe ser erradicar el analfabetismo. Siento ahora que empezamos a cumplir con ese compromiso y seguramente con esta promoción de más de 670 alfabetizados y alfabetizadas pasamos ya los seis mil, más de seis mil. Y seguirán sumándose. Hace un momento hemos escuchado que en los próximos días va haber otras promociones, otros actos en Chuquisaca, en Cochabamba, en el Chapare y así, con seguridad, avanzaremos para acabar con el analfabetismo.
Las palabras de la compañera nos llaman a una profunda reflexión, no solamente del gobierno sino del país; hemos aprendido a leer y a escribir y he visto en algunas ciudades a la llamada clase media, a intelectuales y profesionales salir al campo a organizar la alfabetización. Siento, por lo tanto, que todos debemos apostar esta enorme responsabilidad ante el país, ante la historia, ante nuestros hermanos, hermanas indígenas de todo Bolivia. Seguramente algunos países de manera incondicional nos pueden cooperar, pero también algunos países seguramente porque estamos con Cuba, con Venezuela no van apoyar. Esperamos que aquellos países que históricamente han sido solidarios con los movimientos indígenas originarios puedan seguir siendo solidarios con nosotros.
¿Y saben por qué?, yo me acuerdo cuando era niño ya sabía leer y escribir, y mi mamá era analfabeta cerrada, no conocía ni una letra, mi papá un poquito, tenía una demanda, intentaba leer y no podía, yo todavía no iba a la escuela por entonces, iba donde el vecino que sabía leer un poquito, a veces el vecino engreído porque sabía leer, quería entender qué decían las demandas. Y así, seguramente, muchas de ustedes han sufrido, muchos han sufrido.
El otro gran problema que había, cuando el hijo va al cuartel, es que no hay plata para ir a visitar al hijo durante un año, no había cómo comunicarse con el hijo, y la mamá especialmente buscaba otro familiar, vecino, tío, tía, alguna gente que sepa escribir, rogaban para que se lo escriban y manden una cartita a su hijo.
Saben ustedes, hermanas y hermanos, que nunca se han recordado de nosotros para que podamos aprender a leer o escribir. Yo he escuchado decir que estamos que para una campaña de alfabetización han pedido millones de dólares del Banco Mundial, al Fondo Monetario Internacional… no se dónde habrá acabado esa plata.
Sé que muchos supervisores, muchos responsables de grupos, seguramente sin ningún apoyo, voluntariamente, están cooperando, ayudando, les digo desde acá: muchas gracias por ese esfuerzo, por nuestros padres, por esa gente que no sabe leer y escribir. Mis felicitaciones, mi admiración y mi respeto, compañeras y compañeros.
Si tuviera mucha plata en el Estado, en el gobierno, qué problema tendríamos para gastar, pero no tenemos mucha plata, ése es el gran problema que tenemos. Como decía anteanoche, yo estoy seguro, pronto vamos a superar ese problema financiero del Estado, sigo cada día aprendiendo, entendiendo mejor sobre el sistema financiero de nuestro país, y por eso, en este momento, estamos avanzando gracias a la cooperación de los gobiernos, de los países hermanos que sienten por esas familias que se sienten abandonadas históricamente.
No se va a quedar aquí, el compañero Félix Patzi, nuestro ministro de Educación, decía: ya tenemos preparado para la segunda etapa, después de aprender a escribir y leer vamos a seguir avanzando, no solamente podemos aprender a leer y escribir en la escuela, en el colegio, en la universidad, sino también podemos aprender en nuestras comunidades. Hacer un esfuercito, sacar nuestro tiempito, tal vez una horita, media hora, en la noche o en la mañana, yo sé que en el campo especialmente no hay tiempo, nos levantamos a las cinco de la mañana, hay que preparar desayuno, hay que preparar el fiambre para que después a las seis, siete ya estemos saliendo a la chacra o al ganado, se vuelve a las siete, ocho de la noche, y hay que preparar la cena, a las 10, 11 de la noche dormimos, al día siguiente nuevamente nuestra situación. Pero yo quiero pedirles a ustedes, a la gente que está decidida a aprender a leer y escribir: hacer un esfuerzo por ustedes, por nuestro país, y quiero pedir a la gente y a los hijos animar a sus padres, a algunos abuelos, a algunas de nuestras abuelas ¿qué dicen?, no, para qué yo voy a aprender a leer, ya soy viejo, dicen algunos, ¿verdad?. Pero no importa, seamos viejos o viejas, igual tenemos derecho a aprender a leer y escribir, y por eso les pido a los hijos animar, ayudar, orientar, apoyar; yo sé que juntos vamos a poder aprender todos a leer y escribir, para no tener ese problema, estar consultando, pidiendo que nos ayuden a escribir o a interpretar a leer, esas situaciones que hemos vivido.
Compañeras y compañeros: me siento muy alentado por este esfuerzo que están haciendo todos, esperamos muy pronto erradicar este tema del analfabetismo. Es verdad, esas son nuestras fortalezas, nuestras debilidades, lloramos pero también nos alegramos, nos hacen llorar pero también nos hacen alegrar, y eso es vivir en comunidad, esa es la gran familia boliviana, la familia grande de Bolivia. Quiero decirles: estos días de las fiestas patrias realmente me he quedado impresionado sobre la gran unidad nacional, hay una integración nacional, y esto va a continuar, cómo entendernos mejor todavía en democracia, mediante el diálogo, pero fundamentalmente buscando la igualdad, la dignidad de nuestros pueblos, de nuestras familias.
Hace un momento mencionaron sobre la Asamblea Constituyente, es una gran esperanza esta Asamblea Constituyente, lo siento personalmente, señora alcaldesa (creo que se duerme), señor prefecto, de manera conjunta con las autoridades sindicales como la Central Obrera Departamental, la Federación Única de Campesinos de Chuquisaca, con la universidad y otras instituciones hemos estado organizando, preparando la instalación de la Asamblea Constituyente. Entre el 5, 6 y 7 de agosto, la Federación Única de Campesinos de Chuquisaca, con la universidad y otras instituciones hemos estado organizando, preparando la instalación de la Asamblea Constituyente.

Este el 5, 6 y 7 de agosto, quiero decirles señores autoridades municipales y departamentales, y espero no equivocarme, hemos hecho feliz a Sucre, a Bolivia, hemos vivido una fiesta democrática tan linda con la participación masiva del pueblo boliviano.
Fue una expresión de cómo los pueblos indígenas respetan y admiran a sus Fuerzas Armadas, pero también las Fuerzas Armadas reconocen y respetan a sus pueblos, los pueblos indígenas originarios, dueños absolutos de esta noble tierra. Habíamos tenido tan lindas músicas, tan bellas vestimentas, ponchos, aguayos del altiplano, del valle, del oriente boliviano, tan lindos sombreros, guardatojos, monteras, esas almillas, esas polleras; por nuestra gente, por nuestras familias, por nuestras madres, esa es la riqueza cultural de nuestros país, esa es Bolivia. Por eso cuántas veces dijimos: unidad respetando nuestra diversidad, y esa unidad respetando nuestra diversidad empezó, yo diría, el día de ayer, con la participación en este desfile por la patria de los pueblos originarios.
Algunas familias que llegaron ayer hasta acá, sobre todo del oriente boliviano, afiliados a la CIDOB, nunca habían conocido la ciudad. Algunas familias sólo conocían de nombre a las Fuerzas Armadas, que hay un Parlamento, que hay un presidente, vinieron sólo delegados, imagínense cuántas familias abandonadas, algunas familias habían venido casi tres, cuatro días para llegar al camino carretero y que las Fuerzas Armadas ayudaron a trasladar hasta acá. Y aquí es trabajar por esas familias abandonadas, pero esas familias olvidadas históricamente, y después de hacer una reflexión esta tarde brevemente pensaba y les decía a algunos colaboradores: creo que el cambio estructural está en manos de la Asamblea Constituyente, y siento que a mí lo que me corresponde después de instalar la Asamblea Constituyente es, abocarme al tema social: salud, educación y vivienda, empleos, porque después de instalar la Asamblea Constituyente, la tarea es de los constituyentes.
Pero quiero decirles: todos debemos participar, nuestra tarea no acaba votando para nuestra Constituyente, nuestra tarea continúa controlando a nuestros constituyentes, como dijimos hermanas y hermanos, todos somos constituyentes, todos los pueblos somos constituyentes por tanto tenemos la obligación de controlar y aportar desde nuestras comunidad para que esta Asamblea Constituyente pueda cambiar esa historia negra de 500 años, es el gran deseo que tenemos. Y estoy seguro, compañeras y compañeros que vamos a alcanzar ese deseo de tener una patria con igualdad, con dignidad, sobre todo con justicia, compañeras y compañeros, buscamos eso todos de manera conjunta.
Es como si me hubiera dado vacación, tres días en fiestas, fiestas, y aquí el señor prefecto, señora alcaldesa, señores autoridades de toda Bolivia, esta mañana ha terminado la fiesta, vengo acá a despedirme de Sucre momentáneamente, y desde mañana empieza otra vez el trabajo. Personalmente al ver tanta gente que participó por la patria, por una nueva Bolivia mucha más comprometida, ya no solamente trabajaremos desde las 5 de la mañana, si es posible desde las cuatro de la mañana por Bolivia, por nosotros, por los pobres. Espero que algunos colaboradores no acaben en la clínica como Alex Contreras, realmente tenemos un equipo de trabajo interesante, profesionales, intelectuales, juntos para trabajar, y vamos a seguir trabajando, esperamos cumplir con nuestra tarea, así con todas las instituciones del Estado.
Quiero decirles: seguramente ustedes han presenciado, algunos han escuchado, esta mañana en el día de las Fuerzas Armadas, expresé lo que siento por las Fuerzas Armadas, ahora las Fuerzas Armadas no pueden ser víctima de los movimientos sociales, ni los movimientos sociales pueden ser víctimas de las Fuerzas Armadas. Todos somos de esta noble tierra que nos vio nacer y que nos verá morir también, somos bolivianos, y por eso, por nuestra patria, por nuestra tierra y por nuestro pueblo tenemos la obligación de unirnos y dejar a un lado el pasado, si tenemos un pasado de confrontaciones no era por culpa de los movimientos sociales, ni por culpa de las Fuerzas Armadas, lamento mucho, algunos regímenes, algunos gobiernos, han velado por intereses externos, intereses ajenos a los intereses de las mayorías nacionales.
Y por eso, compañeras y compañeros, mi respeto, mi admiración a todos los movimientos sociales, a todas las Fuerzas Armadas, a todas las instituciones, que si hay que mejorar hay que mejorar, si hay que modernizar hay que modernizar, si hay que cambiar algunos para que estas instituciones realmente sirvan al pueblo, al Estado, a las mayorías nacionales, será mediante el diálogo, pero también respetando la institucionalidad.
Compañeras y compañeros: finalmente, quiero agradecer a ustedes presentes acá, a quienes escuchan y a quienes participaron en la instalación de la Asamblea Constituyente, a los hermanos indígenas del oriente boliviano, del valle, del altiplano, a las Confederaciones como la CSUTCB, la Confederación de Colonizadores, CIDOB, Conamaq, a las federaciones mineras, como cooperativas, como la Federación Sindical de Mineros de Bolivia que estaban presentes, la COR de El Alto.
También quiero agradecer, de verdad y públicamente, a mi pueblo de Orinoca, a las seis federaciones del Trópico de Cochabamba de manera conjunta acatando las convocatorias de nuestras matrices, por estar presentes en este acto de instalación de las Asamblea Constituyente.
Agradecer al Parlamento Indígena de América, a los dirigentes del movimiento indígena de América, a los embajadores presentes, vicepresidentes, no lamentamos, seguramente por muchas tareas, responsabilidades, los presidentes no nos han visitado, pero estaban nuestros pueblos, así como la prensa internacional dice, algo inédito, algo que nunca se había pensado seguramente. Y quisiéramos que con estas clases de actos Bolivia sea una luz para todos los pueblos de América, de Latinoamérica, de Sudamérica. He conversado brevemente con algunos dirigentes indígenas de Ecuador, de Perú, de Guatemala, de México que estaban anoche, muy sorprendidos, muy contentos. Uno me decía: ahora, a los indios nunca más los paran ni en Bolivia ni América, eso dijeron los que nos han visitado, compañeras y compañeros.
Yo diría, no se trata de que le paren o no le paren, sino se trata de unirnos, de entendernos, todos tenemos los mismos derechos, no podemos seguir siendo excluidos, marginados, humillados, digo, ¿por qué hemos vivido?, hemos vivido odiados, despreciados, los que más trabajan odiados, que nunca hemos tenido la oportunidad y tengo muchas ganas de apoyar, y empezamos el 2 de agosto con la revolución agraria, que de verdad no estoy hablando en vano, ojalá podamos hacer un trabajo más efectivo en este tema de la mecanización.
No queremos vender el tractor a nadie, queremos que entre la alcaldía, la prefectura, el gobierno central compremos gratuitamente tractores para los movimientos campesinos bolivianos, cómo subvencionar la producción mediante la mecanización, yo no sabía por ejemplo, he escuchado en Caracas en mi último viaje, unos expertos decían, ya hay instrumentos o maquinaria para cosechar papa.
Y cuando me dijeron que hay equipos para cosechar la papa me he alegrado, ¿saben por qué?, porque cuando era jovenzuelo de mis 13, 14, 15 años, me encantaba aporcar la papa, ustedes saben como se aporca, se aporca entre diciembre y enero, buen tiempo, pero, no me gustaba cavar papa, cosechar papa, porque primero cae en invierno, frío, pero además de eso, hermanas y hermanos, ustedes saben, estás cavando la tierra, las uñas se acaban, revientan los dedos, los dedos tienen que llorar sangre y no se termina el frío, ustedes saben, me pueden enseñar ahora que casi unos 20 años no estoy cosechando papa, ni hago huatia por si acaso. Pero cuando me dicen que hay cosechadora de papa, estoy detrás de eso, quiero conocer, realmente ayudaría bastante.
Ojalá, no me estoy comprometiendo este tema porque no he visto esa maquinaria, me lo comentaron, la compañera Celinda Sosa, ministra de Micro y Pequeña empresa, creo que estos días se va al exterior a ver, a verificar si hay o no, y si hay, veremos, no sé qué haremos pero tenemos que comprar y estar equipando poco a poco para que esas compañeras y compañeros, especialmente del altiplano, del valle no sufran.
Después de cosechar papa verdad, hay que escoger la papa para vender, para la semilla, para comer, para el cerdo, y otra vez los dedos tienen que llorar sangre cada día, quisiéramos que eso termine, a esa injusticia hemos estado sometidos, es el dolor que tenemos, pero no somos vengativos, he escuchado en los medios de comunicación, alguna gente comentando en los cafés, en karaokes, no se en qué locales, si Evo es presidente se va a vengar, jamás nos vamos a vengar con nadie, esta Asamblea Constituyente no es para someter a nadie, no es para subordinar a nadie, solo es para vivir en igualdad de derechos, todos, ese es nuestro deseo.
Así con el esfuerzo de ustedes, con la comprensión de ustedes, sé que vamos a avanzar, a esa gente de la ciudad comprometida con los movimientos campesinos, a ustedes hermanas y hermanos del campo, de los pueblos indígenas, jamás podemos abandonarlos,, nunca nos vamos a abandonar, porque llegué a la presidencia no para buscar plata para mí, sí necesito plata para atender las demandas compañeras y compañeros, y no como otra gente sólo llegaron a robar, y a robar, y a robar.
Por eso, estoy muy alentado, muy contento por haber participado por primera vez como presidente en las fiestas patrias, nunca en mi vida había pensado estar con los generales, recibiendo partes, perdón estimados miembros de las Fuerzas Armadas, pero también quiero decirles, hay una confianza con las Fuerzas Armadas, que las Fuerzas Armadas han empezado a dignificarse.
En la última encuesta que he visto, que tiene un apoyo creo del 47 por ciento, antes por culpa del gobierno las Fuerzas Armadas eran mal vistas, imagínense, soldados que seguramente han aprendido a leer junto a otras familias juntos, lanzando promociones ya de alfabetizados.
Para mí es una alegría, yo también quisiera mejorar, pero solo quiero decir una cosa, yo soy parte de ustedes, hermanas y hermanos, claro, la diferencia es que sólo he aprendido a leer y escribir, no soy ningún profesional, pero cuando uno siente por su familia, siente por su patria, siente por sus recursos naturales, hace esfuerzos de cómo aprender.
Como decía hace un momento, para mí cada día, cada reunión, cada contacto, sea bueno o malo es una escuela, es una universidad, y las comunidades sabemos mucho, lo que sabemos cómo de manera conjunta defender la vida, defender la humanidad, resolver nuestros problemas en solidaridad, eso a veces nunca se escribe, a veces somos campeones los dirigentes para hablar y hablar y nunca teorizamos, ojalá nuestros profesionales nos puedan empezar a recoger esas vivencias, vivencias sin ningunas maniobras ni con propuestas bajo la manga, a veces hay también alguna gente que nos usa.
Compañeras y compañeros: podemos seguir hablando bastante pero tengo que retornar a La Paz, para incorporarme al trabajo, y quiero decirles además de eso, estaré en cualquier momento acá, no solamente como Presidente sino como dirigente sindical primero, pero también como dirigente del MAS, para cómo, de manera conjunta, también podemos aportar para que la Asamblea Constituyente sea una gran esperanza de igualdad y de justicia para nuestros pueblos.
A los promocionados muchas felicidades compañeras, no se desmoralicen, ya no estamos en tiempos de llorar y llorar, antes nos han hecho llorar, ahora nosotros hacemos llorar al pueblo con los resultados, antes llorábamos de represión, ahora lloramos de alegría, porque estamos en tiempo de cambio compañeras y compañeros.
Sólo quiero decirles muchas gracias y muchas felicidades, a todos ustedes, capacitadores, supervisores, a nuestros compañeros aliados en este tema de alfabetización y a todos quienes apuestan por un cambio a nuestro país.