Ahora que Europa no es sino una república bananera cualquiera, aparecen de repente los que dicen que la solución es «encriptar internet». Vale, empecemos por aclarar que las cosas no se encriptan, se cifran; pero eso es lo de menos. Lo malo no es esta idea: un pésimo plan es mucho mejor que no tener […]
Ahora que Europa no es sino una república bananera cualquiera, aparecen de repente los que dicen que la solución es «encriptar internet». Vale, empecemos por aclarar que las cosas no se encriptan, se cifran; pero eso es lo de menos.
Lo malo no es esta idea: un pésimo plan es mucho mejor que no tener ningún plan. Me sorprenden los otros: los coros, la multitud fervorosa. Aquellos que cuando les aprueban la retención de datos, la lpi, la lisi, y todas las nefastas leyes para nuestros derechos básicos se deshacen en estúpidas luchas partidistas y no mueven un pelo porque parece que no va con ellos ahora quieren batallar porque les han tocado el eMule. Que no es poco, cuidado, y que por supuesto es algo que hay que defender: pero que ya manda webs que aquí la gente sólo se mueva con el asunto del canon (y relacionados), con la de cosas importantes que se están decidiendo en este momento (por lo demás, un momento histórico cuyas consecuencias se verán más adelante con toda seguridad).
Y hoy, cuatro valientes de The Pirate Bay dicen que hay que cifrar internet (IPETEE) y la multitud aplaude enfervorecida, como si estuvieran dispuestos a aceptar ese cifrado, como si estuvieran dispuestos a poner su granito de arena. La misma gente que se vanagloria de usar el webmail de Google como su cliente de correo predeterminado (habiendo renunciado a los clientes locales), la misma que sólo sale de casa a manifestarse si la manifestación consiste en enfundarse el uniforme de camorrista para acabar mirando mal a todo el que no actúe como el resto de la manada, la misma masa que aunque los políticos de siempre se burlen de nosotros luego van y los votan de nuevo.
La misma masa que cuando les dices, «por favor, cifra tu correo» te contesta: «are you from the past?» imitando a nosequién sin pararse a pensar que no hace gracia que 10 personas distintas te digan a lo largo del día «are you from the past?». Los mismos que escogen siempre el camino fácil hoy quieren cifrar internet. Bueno, o al menos eso dicen (que de ahí al mundo real hay un trecho). ¿Ésos son los que hoy quieren cifrar internet? Para llorar, si no fuera tan serio.
Supongo que no han entendido que el gran hermano no necesita saber lo que circula por tu conexión (y menos en un sistema donde la presunción de inocencia está cada vez más devaluada): conocen cuáles son los dispositivos de envío y recepción, también tienen el registro de IPs, en el caso del correo tienen también la dirección de salida del mensaje y la de entrada. Estoy harto de escuchar tonterías a destiempo: cifrar no soluciona éste problema concreto (aunque soluciona muchos otros y desde luego animo a todos a cifrar el correo).
No señores, no: esto no se soluciona cifrando. O se para la deriva de control de la UE o las medidas técnicas no servirán de nada. Cuando amenazan nuestra privacidad, el problema no es técnico ni tecnológico, sino legal. Hay que hacer menos coros a ideas bonitas pero desesperadas y poco alcanzables, y dar más caña protestando contra las medidas que se vienen. Septiembre está a la vuelta de la esquina, no perdamos ni un minuto.