Recomiendo:
0

Por qué paramos los docentes y trabajadores estatales provinciales

Fuentes: Rebelión

1- Las 48 horas de paro docente en la última semana de agosto han tenido un acatamiento altísimo, alcanzando incluso a los trabajadores de la educación de las escuelas privadas y confesionales. El paro docente es el que más «ruido mediático» hace, pero en realidad, la Provincia de Buenos Aires está surcada por una infinidad […]

1- Las 48 horas de paro docente en la última semana de agosto han tenido un acatamiento altísimo, alcanzando incluso a los trabajadores de la educación de las escuelas privadas y confesionales.

El paro docente es el que más «ruido mediático» hace, pero en realidad, la Provincia de Buenos Aires está surcada por una infinidad de conflictos que movilizan a los trabajadores del estado en sus diferentes estamentos. Están en lucha los trabajadores judiciales, los auxiliares de escuelas, los trabajadores de los ministerios, los médicos y enfermeros, los trabajadores municipales, etc. Es decir, el paro tiene un alcance generalizado y un acatamiento masivo.

Los reclamos salariales se desarrollan en medio de una escalada inflacionaria que afecta fundamentalmente los precios de los alimentos y de los productos de primera necesidad; licuando los aumentos salariales negociados a principio de año por las direcciones gremiales. En el caso de los trabajadores de la educación el aumento recibido en febrero fue de un 24%. Pero, como la base salarial de la que se parte para fijar este porcentaje era tan baja -apenas cubre el 40% de la canasta familiar- el ritmo de licuación salarial es mucho más acelerado. Cada punto de incremento inflacionario en alimentos y tarifas coloca a los trabajadores del magisterio en caída libre por debajo de la línea de la pobreza.

2- La burocracia sindical docente, que en el mes de febrero destacó el carácter supuestamente histórico de esa negociación salarial en la Paritaria Nacional de Yasky- Kirchner, no desconocía en ese momento que el gobierno nacional se disponía a «enfriar la economía» a costa del salario de los trabajadores.

Este «enfriamiento de la economía» tiene un doble significado:

a) la limitación del consumo popular: por la vía del incremento de los precios, fundamentalmente, de aquellos productos con los cuales se compite internacionalmente (granos-carnes-energéticos) con la intención de mejorar los saldos exportables (generar productos sobrantes en el mercado interno para ser potencialmente vendidos al exterior al precio dólar- euro)

b) bajar los índices de inflación: la más «brillante y soberana» negociación del kirchnerismo con relación al pago de intereses de la deuda pública argentina, terminó atando el precio de bonos y letras a los precios internos de la canasta familiar. Con lo cual el salario de los trabajadores quedó como rehén que garantiza los pagos a los acreedores internacionales, los famosos «buitres» denunciados por Kirchner.

c) La discriminación del salario docente en particular y el de los estatales en general es un enigma. Proliferan los pagos en negro: adicionales, urpes, incentivos, etc. Estos pagos responden a la intención de desacoplar la incidencia del salario de los activos a los jubilados y de esta manera generar los mal llamados «excedentes que justifique el manoteo directo de los aportes previsionales: sea por ley, por superpoderes o por la indisimulada metida de «la mano en la lata», tanto el gobierno nacional como el provincial usan el dinero de aportes jubilatorios para su propia caja política y subsidiaria.

El «enfriamiento de la economía» propuesto por el gobierno, no es otra cosa que congelamiento salarial para pagar las deudas de los capitalistas, con la plata de los trabajadores.

3- El proceso inflacionario real no tiene nada que ver con los índices publicados por el Indec. La inflación, de acuerdo a los especialistas, ronda por encima del 30% anual (esto es de un 2,5 a un 3 % mensual).

La inflación y el incremento de tarifas benefician al gobierno -porque aumenta la cuota recaudatoria del IVA- y las ganancias capitalistas, por el incremento de tarifas.

Tanto el gobierno nacional como el provincial, que han despilfarrado fondos públicos para el enriquecimiento matrimonial, la borocotización política, el clientelismo electoral, el subsidio a empresarios amigos y el pago de una deuda externa, que se chupa el esfuerzo de los trabajadores argentinos, quieren descargar la crisis económica, de la cual son responsables, nuevamente sobre las espaldas del pueblo.

4- El clima de conflictividad laboral, que recorre la Provincia de Buenos Aires, es de la misma naturaleza que el se da en el resto del país y se constituye en una respuesta de los trabajadores a estas políticas de saqueo y de condena a la pobreza.

Desde el gobierno nacional se le niega la movilidad salarial a los jubilados, mientras se dilapidan los fondos al ANSES; desde los provinciales se intenta legalizar el robo de los aportes y congelar el salario de los jubilados.

La acción huelguística de los docentes, médicos, judiciales y de los estatales en general responde a una defensa de sus condiciones de vida y a su dignidad como trabajadores.

El gobierno acusa a los trabajadores que reclaman, en el intento de enfrentarlos con la «sociedad» que supuestamente se ve perjudicada por los paros; sin embargo las adhesiones a las medidas de lucha no hacen más que crecer. Es que, la única «sociedad» que se ve fastidiada por las medidas de lucha es la «sociedad política» formada por aquellos que, desde hace décadas, han dejado de ser «representantes del pueblo» para transformarse en Sociedad Anónima con fines de lucro.

5- Tanto la burocracia sindical docente, como la estatal, han dejado hacer todos estos años a las diferentes gestiones provinciales provocando la caída salarial y la descomunal estafa que representan los pagos en negro.

Alertamos a los trabajadores del estado que la historia volverá a repetirse. Se está fraguando una nueva estafa para cerrar un conflicto, que cuenta con la adhesión mayoritaria de los trabajadores, por mijagas. No otra cosa representa menos de un 10% de aumento en medio de la situación inflacionaria como la denunciada.

Un miserable 10% de aumento -que ni siquiera se sabe si va al básico- será licuado por los incrementos de precios antes de diciembre. La próxima negociación paritaria comenzaría en febrero de 2009, con lo cual terminamos el año perdiendo.

A esto nos llevan estas direcciones gremiales, que sólo se pintan la cara cuando la presión de las bases se hace insostenible y con el único objetivo de traicionar las expectativas de los trabajadores.

6- Pero, si algo ha puesto de manifiesto este conflicto docente es que las Comisiones paritarias, que inauguraron en su momento Baradel y Solá, son una muestra de miserable hipocresía. La mayor parte de las negociaciones que concluirán en 120 pesos de aumento (una compra menor en el supermercado) se realizan por fuera de estas Comisiones. Oporto llama a reuniones informales y, según se encargó de declarar Baradel, a llamadas telefónicas a la casa de los dirigentes gremiales.

Estas negociaciones de espaldas a las bases son fraudulentas por varios motivos: el primero de ellos, es que no se respeta lo que las bases decidan en asambleas o plenarios de delegados, quedando las comisiones directivas como únicos interlocutores; otro motivo, es que al tener un carácter secreto e informal, los acuerdos permiten todo tipo de trapisondas y corrupción entre la patronal y «nuestros representantes».

7- Los trabajadores de la educación, y del conjunto de los trabajadores del estado, necesitamos coordinar nuestras demandas salariales y en defensa del IPS, teniendo en cuenta que la burocracia de los gremios está dispuesta a vender nuestra lucha por menos de un plato de lentejas. El gobierno provincial, en boca del Ministro Oporto, ha recurrido a la amenaza de declarar ilegal el paro y de descontar los días de lucha, como una forma de salvataje a la propia burocracia sindical, que a partir de hoy mismo comenzará a desplegar el operativo «miedo» en las escuelas y ministerios, con el objetivo de levantar la lucha, mientras en las bases se debate como profundizarla.

-Por un aumento salarial acorde a la canasta familiar

-No al robo de los aportes en el IPS

-Coordinación de los sectores estatales en lucha hasta imponer los 500$ de emergencia al básico

-Plan de lucha provincial, que contemple paros progresivos hasta ganar nuestras reivindicaciones.

Daniel Cadabon es miembro de Delegados de base -Suteba La Plata