A las 10.26 del 12 de mayo pasado, la mano del presidente indígena promulgó la Ley de Revocatoria de Mandato Popular, que la Cámara de Senadores ampliamente dominada por la agrupación «Podemos» aprobó y desde ese mismo momento corre un plazo fatal que se cumplirá el 10 de agosto venidero. Ese día la población que […]
A las 10.26 del 12 de mayo pasado, la mano del presidente indígena promulgó la Ley de Revocatoria de Mandato Popular, que la Cámara de Senadores ampliamente dominada por la agrupación «Podemos» aprobó y desde ese mismo momento corre un plazo fatal que se cumplirá el 10 de agosto venidero.
Ese día la población que eligió a Evo Morales como presidente, Alvaro García, Vicepresidente y ocho prefectos, concurrirá para confirmarlos en sus cargos o, por el contrario, revocarles el mandato popular.
En el caso particular del primer mandatario y su Vicepresidente, serán precisos más de 1.544.374 votos (53.7%) para revocar el mandato que lograron el 18 de diciembre de 2005. La cifra no es despreciable, considerando el desgaste político, sufrido hasta el momento. Será preciso la renovación de acuerdos políticos con los mismos sectores que le respaldaron y que no recibieron ni «gracias» de los ahora gobernantes.
El caso de los prefectos, sobre todo los que tienen inclinaciones autonomistas al estilo de la Logia Nación Camba, es dramático. El prefecto cruceño que ahora se ha travestido en «Gobernador» deberá superar los 299.730 votos (47.9%), conseguidos al momento de su selección. El pasado 4 de mayo, la consulta que convocó tuvo una abstención del 40% equivalentes a unos 350 mil votos, más que suficientes para echarlo del cargo al que, no se sabe si renunció o no.
Ernesto Suárez Satori, fue seleccionado con el 44.6% y un total de 46.842 votos. Los benianos le reclaman haber sido prefecto sólo para Trinidad, dejando poco menos que abandonado al resto del departamento. Por el momento la molestia se centra en la provincia Vaca Diez, cuyos electores parecen inclinados a absorber a Pando y constituir el Departamento Amazónico. La rebelde Riberalta es más importante que Trinidad, por lo que Suárez, tiene sobradas razones para que le tiemblen las «choquesuelas» ante su casi segura revocatoria.
El prefecto de Pando, es casi una autoridad «chuta», porque si bien los resultados finalmente aceptados le concedieron 48.0% correspondientes a 9.958 votos, se debe recordar que su oponente «Chiquitín» Becerra, aún está seguro que le ganaron, pero con un monumental fraude. Los movimientos sociales, están mejor organizados allí y preparados para revocar a Leopoldo Fernández.
Un cuarto autonomista, el prefecto de Tarija, se las tendrá que ver con la robusta y cada vez mejor organizada resistencia de las provincias chaqueñas, productoras de hidrocarburos y poco atendidas por Mario Cossío que logró 64.098 votos (44.6%). Tendrá que recurrir a sus ex compañeros del MNR y garantizarse el respaldo de quienes militan en su Agrupación Camino Al Cambio, casi todos de los desaparecidos partidos neoliberales.
En el occidente, el prefecto de La Paz, recibió un escuálido 37.9% correspondientes a 361.055 votos. Su agrupación «Podemos» impulsó el referendo revocatorio, provocando un verdadero Tsunami político que les tiene agarrados de las mechas, pues hay quienes están seguros que en el Senado provocaron, una estupidez política que le hará un flaco favor a los autonomistas.
Manfred Reyes Villa, tendrá que trabajar duro, junto a sus hordas cívicas para garantizar más de 246.417 votos (47.6%) y eludir su revocatoria, aspecto que parece difícil de evitar, toda vez que los campesinos sobre todo del Chapare no están dispuestos a permitirle seguir en el cargo. Reyes Villa, no tiene el recurso de recurrir al pretexto de «Estatutos» como los de la «media Luna» para migrar a Gobernador.
Oruro y Potosí, no parecen tener mayores problemas en su confirmación, en tanto que Chuquisaca se encuentra en proceso electoral para seleccionar al nuevo prefecto, tras la renuncia de David Sánchez quien tomó las de Villadiego y cuyo paradero nadie conoce. Probablemente continúe corriendo en zig zag, quién sabe con qué destino.
Ante su casi segura revocatoria, los prefectos de la «media luna», se encuentran muy apurados en aprobar sus estatutos para imitar al cruceño y ser «Transformers», migrando a Gobernadores, con la ilusión de hacerle el quite al ahora resbaloso cargo de Prefecto.
Pero no se trata sólo de ser «Transformers» o travestirse en Gobernadores. El asunto es que los «mediolunáticos», están en un verdadero plan escisionista, bajo la batuta del «embajador» cuyo vocero es el presidente del Comité Pro Santa Cruz. La Patria no ha dejado de estar en peligro.
La autonomía al estilo de la Logia Nación Camba, es solamente una tapadera de las intenciones para crear la «República de Santa Cruz», cuyo objetivo es perseguido principalmente por los hijos de extranjeros asentados en el oriente de Bolivia.
En este contexto, el 10 de agosto es una verdadera «Espada de Damocles», que caerá partiendo a los prefectos escisionistas, cuya revocatoria, no es algo difícil de conseguir. Por el contrario, las campañas en pro y en contra ya comenzaron.